15

387 33 2
                                    

Cuando se encontraron se miraron mutuamente. Bakugo se quedó prendado. Era increíble como Shoto podía lucir elegante y a la vez casual. Y no pasó desapercibido para él el olor a vainilla que desprendía el bicolor. Simplemente le volvía loco.

Todoroki tampoco se quedaba atrás, estaba volviendo a tener ese pequeño pánico que ayer le carcomia la cabeza. No quería volver a enamorarse, o al menos no tan pronto, seguía teniendo ese miedo, no quería que le volvieran a hacer daño o a utilizar. Pero le era muy difícil frenar ese sentimiento. Tener a Bakugo Katsuki enfrente suyo, con ropa casual, que le daba un toque elegante, con un perfume que le transmitía calma y con un aura relajante, que nunca nadie había visto, era simplemente espléndido.

Ambos salieron de su pequeño shock y decidieron salir de la residencia.

La reserva que había echo Katsuki era para las dos y media y, apesar de tener todavía una hora por delante, el restaurante quedaba a media hora o más a pie y no había autobuses a esa hora que les pudieran acercar.

Katsuki: {Vale, no te pongas nervioso} Vamos, he reservado para las dos y media y hay que ir andando.

El bicolor únicamente asintió y pusieron rumbo a su destino.

Pasaron veinte minutos y no habían abierto la boca, era un silencio un poco incómodo, pero también reconfortante.

El cenizo quería hablar con él, oír su voz, sentir que aquello era un cita a pesar de ser una "salida de amigos". Para él era valioso cualquier momento que pasará al lado de ese chico, porque ya era un lujo que le habla con tanta confianza, teniendo en cuenta lo reservado y poco social que era el bicolor.

Si se paraba a pensarlo sonaba muy cursi, pero eso era lo que provocaba Shoto en su mente y corazón. Cosas cursis y bonitas que él jamás pensó que sería capaz de sentir.

Habían pasado otros cinco minutos más y quiso cortar ese silencio. Su plan era hablar con él acerca de lo que harían durante la tarde y si era necesario empezaría a hablar del tiempo.

Katsuki: Todoroki.

Shoto: Um, sabes que puedes llamarme Shoto.

Vale, eso había ido directo a su corazón y estómago. Mientras su corazón daba saltitos de alegría, su estómago tenía setenta mariposas revoloteando.

Katsuki: Shoto...después de comer iremos donde quieras y antes de las nueve iremos donde mis padres para que hables con ellos.

Shoto: Me parece bien....pero sigo pensando que igual no es buena idea lo de mis diseños. No quiero que tus padres pierdan ventas, colaboradores o patrocinadores porque no les gusten los diseños.

Katsuki: No perderán ventas, te lo juró, mis padres siempre aciertan con los diseños, siempre. Nunca han tenido una recaída o una pérdida de patrocinadores por algún diseño, siempre tiene peticiones de diseñadores para hacer colaboraciones. Y si te han escogido es por algo, si a ellos les gustan a todo el mundo también.

Shoto: ¿Cómo estas tan seguro? No dudó de tus padres, pero....y si lo han echo por simpatía o por pena o para hacerme un favor sabiendo que soy compañero tuyo.

Katsuki: A mi madre no le gustan todos los diseños que ve, es muy estricta. Los diseños de sus colecciones los suele hacer ella, pocas veces hace colaboraciones y se debe al echo de que no todo le gusta. Si que es verdad que para ella no hay diseños más bonitos o más feos, simplemente diferentes. Por eso siempre que rechaza una colaboración lo hace de manera amable.

Shoto: ¿Y cómo lo hace?

Katsuki: Les dice que no son diseños del estilo de su colección, pero les dice que a pesar de todo presenten esos diseños y los lleven a la vida en una pasarela.

¿𝐂ó𝐦𝐨 𝐇𝐞 𝐓𝐞𝐧𝐢𝐝𝐨 𝐓𝐚𝐧𝐭𝐚 𝐒𝐮𝐞𝐫𝐭𝐞?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora