Mí niña {Ruv x Sarvente}

Extra•

[día de la boda 💒]

El ruso se sentía realmente irritado por tantas voces que habían en un solo lugar.

Había asistido mucha gente a la iglesia ese día, más de lo habitual por una ocasión importante. Era el día de su boda.

Esperaba ansioso y en silencio a su prometida, en cambio, los demás no cerraban la pinche boca. Boyfriend hasta había intentado hacer una batalla de rap en el lugar.

Whitty era el afortunado padrino que intentaba calmarlo. Hex, Tabi y Agoti también habían asistido aunque 2 de mala manera, ya que el robot los obligó debido a que no iban a ir por una cosa. Ropa incómoda.

El resto te invitamos era más por parte de Sarvente.

Boyfriend y Pico estaban casi amenazados por Girlfriend y Nene en el lugar, el peli-azul se jalaba incontables veces la corbata y el peli-naranja se desabrochaba el smoking.

- Ya!! Boyfriend, déjate la maldita corbata en paz! - dijo molesta y en susurro Girlfriend.

- Esque me molesta...!

- Tú también Pico. Déjate el traje puesto.

- Es fácil para ti decirlo... Tú no estás tan incómoda Nene 7_7.

- Tienes que calmarte amigo - mencionó Whitty al ruso que tenía al lado.

- No ser llorón Ruv... - Dijo en forma de "apoyo" Taki. Que tampoco iba a ir pero lo hizo por Sarv, no porque no le gusten los vestidos... Más bien porque no le gustaba quitarse el que normalmente usa.

- ... No estoy nervioso. - Miente! Estaba tan ansioso que empezaba a sudar.

En realidad, ni siquiera sabía porque estaba ahí parado, ya que siempre había visto las bodas como algo ridículo.

¿En realidad tenían que soporta a un anciano hablar y hablar, recibir halagos y felicitaciones de personas que no conocía y por sobre todas las cosas, usar el traje tan jodidamente incómodo? {XD que molesto con los trajes)

Núnca creyó necesaria la aprobación de alguien... ¿Para que exactamente? ¿Para poder llamarse marido y mujer? Porfavor... ¿Cual era la diferencia? Que el título cambiara no significa que el amor entre ellos fuera a crecer o algo, eso ya pasaba todos los días.

Solo era una pérdida de tiempo. O al menos, eso era lo que él pensaba.

A diferencia de Sarvante, ella siempre se hizo la ilución de poder casarse con la persona indicada. Pues salía ser quien organizaba las bodas de los demás.

De pronto, la napolitana ingresó por la enorme puerta convirtiéndose en el centro de atención de los presentes y entre ellos, Ruv.

- Sarv verse bonita - dijo Taki cerca del ruso.

- Hermosa... - dijo embobado.

- Sino querer casarte con ella, yo con gusto ocupar tu lugar - dijo con su típica cara sonriente.

- Aléjate de ella maldita tentación del mal - dijo de forma amenazante y con el ceño fruncido.