Casada con el Hermano del Protagonista Masculino

Capítulo 014 - Infancia De Lu Jue (1)

Al final resultó que, a Lu Jue le gustaba la ropa de color rojo desde que era un niño.

Llevaba una pequeña camisa roja con un overol de mezclilla. Tenía un bolsillo grande en la parte delantera.

El pequeño Lu Jue era lindo con rasgos delicados, su carita era de color alabastro y suave. Con su rostro alargado, era lindo y genial y, de hecho, tan lindo que podía hacer que el corazón de uno se estremeciera.

El pequeño fue recogido por su madre. Estaba un poco aturdido y, después de que Madre Lu lo cargara por un rato, comenzó a luchar y no quiso que lo cargaran más.

Ning Zhi finalmente se dio cuenta de que la Madre Lu no parecía joven porque se vistiera joven; esto fue cuando ella era joven.

Parecía que Overlord la había enviado de regreso a cuando Lu Jue era joven.

Ning Zhi le preguntó a Overlord: "¿Realmente he vuelto a cuando Lu Jue era joven?"

No escuchó una respuesta de Overlord después de un largo tiempo.

Intentó repetidamente comunicarse con Overlord pero no escuchó nada.

Ning Zhi frunció el ceño. ¿Qué estaba pasando?

La Madre Lu llevó al pequeño Lu Jue al sofá. El sirviente trajo un plato de fresas que ya habían sido enjuagadas. Cada una de ellas brillaba por las gotas de agua y se veía muy atractiva.

La Madre Lu tomó una fresa grande y la puso en la manita del pequeño Lu Jue.

Ning Zhi estaba seguro a estas alturas de que nadie podía verla. Caminó frente al sofá y vio como el pequeño Lu Jue, sosteniendo una fresa que era más grande que su puño, la masticaba en silencio.

El jugo de la fresa manchó sus labios. Su par de ojos negros redondos eran claros y bonitos. Sentado allí dócilmente, el pequeño corazón de Ning Zhi se estremeció por su ternura.

La madre Lu también estaba obviamente conmovida por la ternura de su hijo. Quería inclinarse y besarlo en la mejilla, pero el pequeño Lu Jue la evitaba.

Madre Lu suspiró y recurrió a acariciarlo en su cabecita.

Ning Zhi apoyó la barbilla en la palma de su mano. Aburrida, miró fijamente al pequeño Lu Jue mientras comía sus fresas en silencio. Overlord le dijo que podía curar a Lu Jue. Pero, ¿cuál fue el significado de enviarla aquí?

Frente a ella, el pequeño Lu Jue dejó de comer después de dos fresas grandes.

Se levantó del sofá y se dirigió al baño para lavarse las manos solo. Madre Lu no lo siguió. Ella le había enseñado a ser independiente desde hacía mucho tiempo.

Ning Zhi se puso de pie y siguió audazmente detrás del pequeño Lu Jue.

El pequeño Lu Jue caminó con la espalda recta. Al entrar, Ning Zhi quiso reír cuando vio un pequeño taburete lindo que casi le llegaba a los muslos.

El adulto Lu Jue era muy alto y necesitaba levantar la cabeza para poder mirarlo. Y ahora, ella estaba bajando la cabeza para mirarlo. Eso fue muy interesante.

El pequeño Lu Jue entró al baño y se lavó las manos después de ponerse de puntillas con cuidado.

De pie junto a Lu Jue, Ning Zhi notó un espejo muy grande frente a él. Ella lo miró y se sorprendió.

Su piel era de color alabastro y muy suave. Su rasgo delicado y sus labios rojos. Sus ojos negros eran claros y limpios. Tan limpios que parecían tener fragmentos de estrellas dentro de ellos.

Las esquinas de sus ojos se curvaron un poco hacia arriba, dándole un aspecto puro pero también algo encantador.

Incluso su cabello era liso, negro y brillante.

Ning Zhi se tocó las mejillas. El toque suave y delicado fue real.

¿Ella recuperó su halo?

¿Eso no puede ser cierto? Ella no consiguió pequeños soles y no pudo cambiarlos por su halo.

Ning Zhi entrecerró los ojos. ¿O que podría recuperar su aspecto original cuando se había apartado de la realidad?

Independientemente de las razones detrás de eso, ahora era bonita.

Ning Zhi se miró en el espejo. Cuanto más miraba, más enojada se ponía. Se dio cuenta de que Lin Tiantian no solo le quitó la mirada, sino también su figura.

¡Cómo se atreve!

Ahora que había recuperado su figura, su top era prominente y su cintura esbelta. Incluso sus piernas eran delgadas y de color alabastro.

Era tan bonita y delicada que incluso los dedos de sus pies tenían un brillo rosado.

Ning Zhi no podría haber estado más feliz. Miró de izquierda a derecha a su propio cuerpo y, cuanto más miraba, más feliz se volvía. Solo deseaba poder recuperar todo su halo de Lin Tiantian en este mismo momento.