HISTORIA A LA CARTA 5: ENTRE DOS AMORES

1.5K 33 19
                                    


Por Cata

Armando: Beatriz, no tiene por qué renunciar a la empresa, vea, el que se va soy yo... Le dejo el camino libre...


Betty : Doctor, usted puede hacer lo que estime más oportuno, pero mi decisión es firme: no voy a permanecer ni un minuto más en Ecomoda ni en Bogotá. Me han hecho una oferta de empleo muy interesante en Cartagena y ya la he aceptado...


Armando: Dígame una cosa, Beatriz, ¿la oferta es sólo de empleo o es de algo más?


El sarcasmo de Armando es evidente pero sólo consigue aumentar las defensas de Betty que está decidida a no tolerar ninguna intromisión en su vida.


Betty: Doctor, no pienso responder a esa pregunta. Mi vida privada es eso, MÍA y PRIVADA. No tengo por qué darle explicaciones a usted. Respecto a la empresa no se preocupe, Nicolás se va a hacer cargo de la presidencia y yo continuaré pendiente de su evolución desde Cartagena... He convocado una junta para esta tarde y espero que los accionistas apoyen esa propuesta. En caso contrario, presentaré mi renuncia y les devolveré la em...


Armando: -Interrumpiéndola- ¡ME IMPORTA UN CARAJO LA EMPRESA, BEATRIZ! –Bajando un poco el tono al ver la cara de reproche de ella- Yo lo que quiero saber es si usted tiene una relación con el francés... Por favor, Beatriz... Necesito saberlo...


Beatriz: -Con cara de escepticismo- ¿Cómo para qué, doctor? ¿Para qué necesita usted saber sobre mi supuesta relación con Michel?


Armando: Betty, usted sabe que yo la amo...! Que hace tiempo que no hago otra cosa que pensar en usted...


Beatriz: -Ahora también en un tono mordaz- Sí, cómo no. En mí y en la empresa de noventa millones que está a mi nombre...


Armando: No sea así, Betty. ¿Nunca va a creer en mí?

Beatriz: Cuando las ranas críen pelos, doctor... entonces creeré en usted...


A pesar de los ruegos de Armando, Betty se fue a Cartagena a trabajar en las empresas Doinell. A la junta directiva no le que quedó otro remedio que aceptar su propuesta, ya que la alternativa era que ella les devolviera la empresa y se marchara igualmente, y eso en estos momentos era impensable Nicolás Mora asumió la presidencia de la empresa y propuso contratar a uno de sus compañeros de estudio como vicepresidente financiero. Además Betty
no abandonaría del todo sus responsabilidades en ecomoda, seguiría pendiente de su evolución y asesorando a Nicolás desde Cartagena.


A los papás de Betty no les gustó para nada la decisión de su hija, pero tampoco les quedó otro remedio que aceptarla. Don Hermes protestó lo suyo pero Betty muy decidida le dijo que ella era mayor de edad y responsable de sus actos y que esa era una decisión muy meditada. A pesar de que a doña Julia tampoco le ilusionaba separarse de su hija y creía que estaba cometiendo un error al no aceptar al doctor Mendoza, la apoyó delante de su marido y
éste, a regañadientes, aceptó que su hija fuese a vivir una temporada a
Cartagena. Eso sí, antes la aleccionó convenientemente sobre los peligros de la "vida libertina" de la ciudad costera y los principios morales y éticos que
ella debía seguir a rajatabla.

Betty: Oj oj oj oj, Michel. No se preocupe que le cuidaré muy bien su apartamento.


Michel: -En tono humorístico- Más le vale porque la estaré vigilando de cerca. Vea que yo vivo en el piso de arriba...


Betty: -En el mismo tono de broma- Entonces tendré que tener cuidado con lo que hago porque voy a estar muy controlada. Oj oj oj oj.

HISTORIA A LA CARTA 5: ENTRE DOS AMORES.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora