Desde que tengo memoria vivo en el mismo lugar, es una casa bastante grande de tres pisos casi al centro de la ciudad; el primer piso o planta baja como le dicen algunos y como yo prefiero llamarle es en donde están la cocina, el comedor, la sala de estar, el cuarto de lavandería y la habitación de huéspedes que Gabriel suele usar como su estudio para practicar con la flauta o pintar cuando odia a todo el mundo, en el piso medio están las habitaciones de casi toda la familia con excepción de la mía, los dos baños (uno es baño y el otro es tina con regadera) y el estudio de mamá, y finalmente en el último piso (que es prácticamente el ático) es donde está mi habitación, mi padre insistió que al ser yo la única chica aparte de mamá merecía mi propio espacio privado y es algo que con la adolescencia le he agradecido mucho.
En cada habitación incluyendo los baños y la sala de estar hay un teléfono inalámbrico por el que papá suele espiar las llamadas de mis hermanos y mías. Me enteré de eso una vez que lo encontré escuchando por el auricular mientras Tom hablaba con una chica, y dos días después lo vi haciendo lo mismo mientras Gabriel hablaba con un supuesto amigo, nosotros tres nos pusimos de acuerdo en cuidar lo que decíamos pero sin revelar el gran secreto pues no queríamos que se sintiera como que había fallado al tratar de mantenernos a salvo. Los cuartos mío y de Tom son los únicos que no tienen una televisión, por lo que cuando queríamos ver algo usábamos la habitación de Gabriel y nos recostamos todos sobre sus cojines rellenos de bolas de algodón en donde casi te hundes con solo tocarlos.
En mi casa tenemos una regla sagrada, y es que teníamos que ir a la escuela bañados, y para cumplir eso debemos tener un orden, el cual es que el primero en levantarse tiene el privilegio de usar la ducha antes que los demás, cosa que es algo difícil para alguien que duerme un piso arriba del baño, pero si le doy dulces a Gabriel un día antes el suele reservarme el lugar. Vivimos casi a una hora de la escuela por lo que debemos usar el camión del pueblo (el cual llega bastante tarde y lleno de otros estudiantes) o todos vamos en el carro de papá, un Chevrolet Malibu usado que adquirió en una venta de carros usados antes de nuestro nacimiento. Gracias a mi fobia yo nunca me acerco al volante y ya que Gabriel ha reprobado su prueba de manejo unas 10 veces (sin mentir ni exagerar) el que debe manejar es Tom. A veces aprovecha la oportunidad y le dice cosas a sus compañeras de clase que suele encontrar en la calle pero para eso nos obliga a bajar las cabezas y subir los vidrios.
Estudiamos en la única preparatoria del pueblo y solo comparto la clase de educación física con Gabriel (lástima que no comparto álgebra con Tom). Gracias a que en la escuela hay muchos hijos de policías me conocen como la hija de Angie "la imparable", apodo que le dieron por sus logros y porque a pesar de tener trillizos sigue haciendo cosas tan peligrosas como confrontar a asesinos. Y qué bien que heredé eso de ella.
A pesar de tener un buen nivel de autoestima no soy alguien que hace muchos amigos (mis hermanos dicen que eso se debe a que al saber cuánto valgo no dejo que muchas personas entren a mi vida para después lastimarme), eso no me molesta pues los que tengo son más que suficientes pero no por eso soy alguien seca o que ignora a las demás personas. Soy de los alumnos a los que siempre les hacen las preguntas en la clase de criminología, clase que fue implementada después de los eventos del 30 de mayo, eventos que les relataré en breve.
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Ya sé que este fue un capítulo bastante corto, lo lamento jaja pero no todos serán del mismo tamaño. Les agradezco nuevamente que hayan llegado hasta aquí abajo, de verdad muchas gracias.
Yo sé que en mis avisos y mensajes para la comunidad dije que solo publicaría un capítulo al mes, pero quiero aprovechar todo el tiempo disponible que tengo por ahora y publicar hasta donde me sea posible. Y pienso que eso es lo mejor por hacer ahora.
Sin nada más que decir espero que podamos leernos luego, extraños!!
-Aliss.
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El psicópata del 50%
Подростковая литератураEl pueblo en donde vivo es uno como cualquier otro; las universidades se encuentran a un largo viaje en carretera de distancia, todos nos conocemos entre nosotros, los lugares turísticos se ven mucho más interesantes en las postales, cuando eres ad...