La luna esta hermosa esta noche

Te encontrare en las estrellas.

Es increíble como puedes perder el control de las cosas. Conoces gente que solo estará un corto tiempo contigo, para después, caer en desesperación sabiendo que no volverán .

Es increíble como puedes tener todo y al mismo tiempo nada. O el como los jóvenes se aferran a aquello que aman.

Pero lo que es más increíble es la manera en como jamás lo dicen, jamás dicen "te quiero" "me gustas". Lo guardan, se condenan a una vida llena de desamor, se condenan a una vida escondidos.

Las hojas caían de los árboles, un hermoso 3 de Octubre, la luna era preciosa; pero él estaba seguro que el chico al lado suyo era aún más precioso que cualquier vista panorámica. Labios rosados como el coral, ojos verdes como la más pura esmeralda, piel como un lienzo en blanco, convirtiéndose en un poema bien escrito. Siendo simplemente perfecto ante sus ojos. Siempre será la persona que le robará el aliento y que lo atrapará. El verde de su azul que lo volvía más claro y pleno.

La mezcla de la brisa otoñal con su piel perlada y con la vista perdida viendo la luna, hacían que ese chico de risos achocolatados largos se viera como una pieza de arte por la cual pagaría por ver cada día de su vida. Ese era su Harry, aquel al que tenía prohibido amar, siendo esto como un pecado. Su secreto más preciado.

Era lo que Louis pensaba cada que vez que estaba con el chico de bonitos ojos, aunque nunca lo decía; pero claro que lo sentía, sentía más de lo que cualquier ser humano podría sentir; porque daría cualquier cosa por Harry, si se lo pidiese, le crearía un mundo donde solo él podría ser feliz y libre, incluso si ese mundo solo existía adentro de su mente.

Sin embargo, el chico con el que constantemente pensaba desde el día que lo conoció hace un tiempo, cuando eran unos niños de tan solo 16 y 18 años no era suyo, solo un sueño lejano que jamás alcanzaría, un simple deseo, un amor platónico imposible, y si su condena era pasar toda una vida observando al chico de hermosa sonrisa a lo lejos, lo haría. Porque esa noche lucía tan hermoso, que ni la muerte haría que lo dejara de amar.

-La luna esta hermosa esta noche ¿no? - Pregunto Harry con un leve rubor en sus pómulos, que, para sorpresa de Louis, lo hacían ver aún más perfecto.

Solo entonces, Louis aparto la vista de Harry y observo la luna; tenía un brillo tan peculiar esa noche que solo lo pudo comparar con el brillo que tenía Harry por naturaleza, sí, talvez Louis tenía una pequeña obsesión con ese chico.

-Louis. Me casó mañana, y estoy verdaderamente nervioso. Digo, quiero mucho a Camille, pero ya sabes...- Dicho esto, Harry se levantó del césped donde estaba sentado junto a Louis; Louis lo imito, y una vez ambos de pie, Harry lo abrazo. - Gracias por todo Louis.-

-No es nada, sabes que este siempre será tu hogar. - Dijo Louis respirando la esencia del chico más alto que él.

Después de un largo abrazo, Harry se despidió y se fue dejando solo a Louis.

La boda al siguiente día transcurrió como debía, Louis sonrió al ver al amor de su vida ser feliz. Observo como se subía a un auto con la linda chica tomados de las manos, desapareciendo de su vista, sintiendo como una parte de él se arrancaba de su pecho.

Él sabía los planes, después de la boda no habría luna de miel; Harry solo se mudaría a Francia para vivir ahí lo que le quedara de su vida.

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Pasaron los años, muchos, 50 para ser específicos; y, aun así, un Louis de 75 años seguía enamorado del chico que ahora tendría 73, aun cuando no lo había visto en todo este tiempo. Una que otra llamada en víspera de navidad que también resultaba ser el cumpleaños de Louis, en el cumpleaños de Harry, y eso era todo.

Una noche, Louis se sentó en su balcón y observo la luna pensando en el ayer; cuando escuchó el timbre de su casa, fue y encontró una carta. Cuando volvió a su asiento vio el lugar del remitente, "Francia, Paris", la abrió y comenzó a leer.

«Querido Louis.

Se que no hemos tenía mucha comunicación en todos estos años, pero nunca dejé de pensar en ti ni un día desde que me fui.

Estoy harto de mis miedos, lo diré, estoy enamorado de ti y de todas tus pequeñas cosas desde que te conozco. El destino me separo de ti, y por mucho tiempo creí que era lo mejor; no quería romper mi corazón, y mucho menos el tuyo.

"Te amo" es una palabra muy fuerte, pero ante el sentimiento que te tengo es simplemente pequeña, te amo y siempre lo hare. Me case con Camille porque pensé que solo así me olvidaría de ti; espere a que sucediera, pero jamás paso. Lo siento si mi joven corazón no fue lo suficientemente valiente para decirlo en voz alta, pero te amo Louis Tomlinson, te amo, hasta mi último aliento.

Hay una leyenda japonesa que dice que si quieres confesar tus sentimientos hacia alguien le preguntes si la luna esta hermosa, si responde que "sí", significa que es mutuo; el día antes de mi boda lo intente, pero tú no contestaste, eso me dio una respuesta, porque si hubieras dicho que sí, lo abandonaría todo con tal de estar contigo, lo hubiera hecho.

Ahora es demasiado tarde, si estas leyendo esto, es porque he muerto, la mitad de esta carta la escribí cuando era joven viendo la torre Eiffel, pensando en ti, la otra mitad en una cama de hospital ya de viejo rectificando mis sentimientos, y solo cuando la sentí terminada se la di a mi abogado para que te la haga llegar el día en que mi corazón dejé de latir, cosa que supongo ya paso. Pésima idea, lo sé, pero quiero que sepas que estoy 100% seguro de que lo último que veré antes de cerrar mis ojos por última vez, será el recuerdo del océano de tus ojos, Si en esta vida no pude ser tuyo y tu mío; juro que, en la próxima te encontrare.

Con amor Harry.

PD: Si pudiera volar, volvería a casa contigo.»

Terminando de leer la carta, Louis se limpió las lágrimas de sus ojos y mejillas, y levanto la vista hacia la luna, pasaron unos segundos hasta que decidió hablar. - Tienes razón Harry, la luna esta hermosa esta noche, y lo estará hasta el día en que pueda encontrarte de nuevo. - Dando su último suspiro, cerrando sus ojos acompañando al que sería siempre el amor de su vida, encontrándose en las estrellas.

Fin.