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Miraba aquel plato de comida sin apetito, probando bocado desganadamente obligándose a comer.

No quería que lo regañaran por no terminar toda su cena.

Con cada trozo de comida que era ingresado en su boca sentía que estaba más cerca de vomitar.

Debía ser fuerte, y debía contener el llanto.

Solo era comer.

Desde pequeño, una de las cosas que más era halagada de Han era su obediencia. No era un niño que diera de qué hablar, era responsable, amable, y sobre todo obediente, y tal vez en ciertas ocasiones ese solía ser el problema.

Cosas cotidianas como hacer las tareas del hogar y hacer su tarea no le costaban demasiado. Sin embargo, una de las cosas que a lo largo de los años le había empezado a costar era comer.

Cuando estás en casa puedes comer tranquilamente, o eso se supone.

Pero nada es tranquilo cuando sientes esa presión de ser una persona obediente, independientemente del lugar donde estés tu mente te dice "debes terminar de comer", así tu cuerpo te diga que debes parar.

Y suele ser una realidad que en los hogares te reprenden, ya sea porque tu apetito no sea muy amplio, o viceversa.

Y Han era obediente.

...

— Te extrañé mucho. — manifestó el pelinegro a Han.

— Solo han pasado tres días, Minho.

Jisung recién había cumplido 14 años la semana pasada, su familia lo llevó alejado de su hogar el viernes justo después de salir del colegio ya que le  tenían una fiesta sorpresa preparada con toda la familia. Lo demás es historia.

El fin de semana había pasado rápido, y ya era lunes al medio día, estaba con sus dos amigos de siempre, Minho y Hyunjin.

Con Hyunjin ya se había visto durante las clases ya que estaban en el mismo grado, y afortunadamente las mismas clases, sin embargo, con Minho no se habían podido reunir hasta ese momento ya que él es unos grados más avanzado. 

Eso no quitaba que fueran excelentes amigos.

— Ahora veo que claramente que tienes preferencias, Lee.

— Hwag, tú y yo nos vimos ayer. — dijo el mayor rodando los ojos.

— Tienes razón. — suspiró — Bueno chicos, acabo de ver a Seungmin así que creo que iré a hablar con él un rato. — dijo yéndose.

Minho y Jisung quedaron a solas en un silencio algo incómodo.

— Y ¿qué hiciste el fin de semana? – preguntó el menor intentando acabar con el silencio incómodo.

— No mucho, estudié un poco para unos exámenes y estuve con Hyunjin ¿Y tú?

— Mis tíos fueron a casa, estuvo muy aburrido, si no hubiera sido por Felix creo que habría muerto de aburrimiento.

— ¡Ah, Felix! Hace tanto tiempo que no lo veo, ¿estuvo en tu cumpleaños?

— No, Felix también estuvo de cumpleaños pero se fue de viaje, por eso vinieron este fin de semana a casa.

— Mmm, hay que volver a vernos todos, Hyunjin y Felix aún no se conocen, creo que se llevarían bien ¿no crees? — dice el mayor jugando con el cabello de Han, haciéndole colitas.

— Creo que sí, se parecen mucho.— rió.

Trás unos minutos hablando el timbre que indicaba en final de la hora del almuerzo sonó, sacando muecas tristes en los dos chicos, pues cuando estaban compartiendo juntos el tiempo parecía ir volando.

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⏰ Última actualización: Jun 21, 2022 ⏰

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