𝚍𝚘𝚜 𝚌𝚘𝚛𝚊𝚣𝚘𝚗𝚎𝚜 𝚢 𝚞𝚗𝚘 𝚛𝚘𝚝𝚘

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Y ahí estaba yo, en un hermoso día, dónde el clima estaba en su mejor punto, todo perfectamente decorado con tulipanes rosas, todos mis amigos reunidos en este día tan especial.

Mi cara demostraba sorpresa, pues Luzu, el amor de mi vida, estaba arrodillado en una sola pierna, sosteniendo una hermosa y brillante caja color roja que contenía un precioso anillo dorado, el cual tenía incrustado una pequeña rosa blanca.

Empeze a soltar pequeñas lágrimas disimuladas con las manos en la boca, estaba sorprendido.

-Me harías el hombre más feliz, si aceptas mi propuesta, ¿Te casarías conmigo?

Luzu sonrió de manera tranquila, esperando una respuesta de su gran amor.

-si, si quiero luzu- sonrió con amor

Todos gritaron ante el "si", todos celebraban y sonreían, sin duda un día increíble, todos celebraban.

Todos exepto yo.

Yo solo estaba sorprendido mientras miraba toda la escena de propuesta de matrimonio.

Esa propuesta de matrimonio no era para mi, ese anillo tan hermoso,no era para mí.

Era para nada más y nada menos que para Lana.

Quería estallar en lágrimas y correr tan rápido como mis piernas pudieran hasta mi casa, quería gritar y hacer un escándalo, en un lugar donde nadie me escuchará.

Mis lágrimas estaban apunto de salir pero escuche como me llamaban, haciendo que todo mi plan de irme a llorar y deprimirme en mi miseria se valla al carajo.

-¿Auroncito estas bien?- pregunto luzu con una sonrisa pero con precaución

No imbécil no estoy bien, es más que obvio que no estoy bien, solo quiero mandarte al carajo e irme a llorar agusto.

-Claro que si mi niño, es solo que me sorprendió todo esto, ya te habías tardado, eh, felicidades amigo, felicidades a los dos más bien- respondí, con la mejor sonrisa que pude rodeando a Lana y Luzu en un abrazo, es mejor que esto termine pronto para irme de aquí antes de que mandé todo a la mierda.

-Muchas gracias auron- Contestaron los dos prometidos al mismo tiempo que se dibujaba una gran sonrisa en sus rostros.

Todos los chicos empezaron acercarse para felicitar al castaño y a la rubia, sentía un gran dolor en mi pecho como si en cualquier momento me derrumbaría y empezaría a llorar y a gritar, esta sensación era horrible sentía que me ahogaba mi nariz picaba y cada vez se ponía peor pero resistí lo mejor que pude y solo sonreí junto con los demás.

Hasta que escuche como Rubius grito que había una fiesta en casa de Vegetta algo que ya era muy normal y que ya esperaba la verdad.

Todos se dirigieron gritando y corriendo hacia aquella casa, iba a irme en ese momento pero Lolito me agarró y me subió a su hombro cargando me , Lana solo se despidió del castaño quería que se divirtiera y ella quería contarle a sus amigas sobre la propuesta.

(Separador)


Ya de noche y todos ya estaban borrachos, unos bailaban, otros destruían cosas, Vegetta que estaba sobrio trataba de calmar a todos para que no destruyeran nada o bueno, que no destruyeran más de lo que ya hicieron.

Estaba afuera acostado en el pasto con una botella de vino en la mano mientras admiraba el cielo oscuro que estaba repleto de hermosas y brillantes estrellas.

No lo negare estoy triste, jamás imaginé que dolería tanto, pero estoy en paz quiero que mi niño sea feliz no sera conmigo pero sera con ella, y con eso estoy feliz.

𝐷𝑒 𝑣𝑢𝑒𝑙𝑡𝑎 𝑒𝑛 𝑐𝑎𝑠𝑎Donde viven las historias. Descúbrelo ahora