Jamás una habitación en silencio le había resultado tan incómoda como en aquel momento. Su madre, con la mirada aún perdida y los ojos hinchados de llorar, trataba de controlar su respiración para poder hablar con calma, y él, sin entender absolutamente nada de lo que estaba ocurriendo, la observaba preocupado.
- ¿Qué está pasando mamá? - se atrevió a preguntarle en voz baja, con el cuerpo rebosante de tensión y miedo.
- No te odio, ni odio a Jin. No me dais asco, no os desprecio. Sois mis hijos y os quiero. - acertó a decir la mujer, conteniéndose las lágrimas.
- Entonces, ¿por qué reaccionas así? ¿Por qué dijiste que 'yo también no'? - y al escuchar precisamente esa pregunta, Suji no pudo reprimirlo más y rompió a llorar de nuevo.
- Lo siento, lo siento. - le repitió una y otra vez, tapándose la cara con las manos, desesperada.
- Está bien, mamá. - le dijo Jimin acercándose a ella y retirando sus manos con suavidad, para secarle las lágrimas. - Solo te pido que me seas sincera. Dime qué pasa, por favor.
- No quiero que lo odies, no quiero que pienses mal de él. - le respondió la mujer, confundiéndolo aún más.
- ¿Odiar a quien, mamá? - la señora Park suspiró, comprendiendo que el momento que deseaba no tener que vivir nunca, había llegado.
- A papá. - el castaño se quedó en silencio, mirándola a los ojos. Sabía que se refería a su padre biológico, el señor Park.
- No... No voy a odiarlo. Por favor, dime qué pasa. - Suji tragó saliva con fuerza y asintió, y Jimin, consciente de que algo fuerte se avecinaba, se sentó junto a ella.
- Sabes que conocí a papá cuando eramos aún muy jóvenes, incluso más que tú ahora. - Jimin asintió con la cabeza, conocía la historia de amor de sus padres. - Nos enamoramos al instante y aunque a los abuelos no le hacía demasiada gracia que su niñita tuviera novio tan pronto, al conocerlo comprendieron que lo nuestro era para toda la vida.
- Y así fue. - le dijo Jimin, provocando en ella una triste sonrisa.
- Nos casamos, nos fuimos a vivir juntos, trabajamos duro y luego... Llegaste tú. - continuó explicándole. - Estoy segura de que aún guardas buenos recuerdos de tu infancia.
- Muchos. - le respondió. Era capaz de ver la imagen de su padre con claridad en su mente, a pesar de los años.
- Papá fue un padre increíble. También un buen marido y una gran persona. Pero no era perfecto, Jimin, nadie lo es. - el castaño asintió, comprensivo pero nervioso, porque sabía que el momento se acercaba. - Cuando él enfermó yo... Sabes que me volqué con él y con sus cuidados, tanto que a veces sentí que te desatendía a ti.
- Lo entendí, a pesar de ser pequeño lo entendí. - la mujer asintió orgullosa de su respuesta.
- Papá... Papá me engañó. Durante muchos años. - Jimin se quedó callado, sin saber cómo procesar la información y sin entender completamente que estaba ocurriendo y que tenía eso que ver con él. - Una tarde cuando fui al hospital a estar con él, me encontré con un hombre allí, alguien a quien no conocía. Me dijo que era un amigo del trabajo y yo lo creí.
- ¿Pero...?
- Pero no lo era. - los ojos de Jimin se inundaron de lágrimas, un cúmulo de sentimientos horribles había nacido en su corazón, y no sabía cómo manejarlos. - Papá me lo confesó antes de morir, me dijo que no podía irse con la culpa y me lo contó todo.
- Papá... ¿Papá era gay? - Suji asintió con la cabeza, secándose las lágrimas que empapaban sus mejillas.
- Él siempre lo supo, pero sabía que su familia no lo aceptaría, así que... Se casó conmigo. Fingió una vida idílica, mientras vivía otra a mis espaldas. - el castaño seguía quieto, su cuerpo se había tensado por completo y era incapaz de pronunciar ni una palabra. - Él me juró que sí me quiso, y yo trate de aferrarme a eso para superar el duelo.
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El amor lo conocí en Jeju [VMIN]
FanfictionPark Jimin es, a sus 27 años, un alabado y querido escritor, conocido en todo el país por sus grandiosas obras. Pero su deseo desesperado de cumplir una promesa que hizo, diez años atrás, lo llevará a cometer el acto más arriesgado de su carrera y d...