CAPITULO 4: LA ESTACION "HERALD SPENCER LAWRENCE", FRECUENCIA 532 Hz.

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Había hablado temprano con Kelly esa tarde, su turno en la oficina normalmente terminaba alrededor de las 5:30, algunos días rozando las 6 de la tarde, pero a diferencia de los demás días, esa tarde en lugar de llamar me mando un correo.

* "saldré un poco más tarde de lo usual hoy, el jefe quiere que recoja unas copias en la tercer planta y quiere archivarlas hoy mismo, creo que tomara un poco de tiempo, pero estoy segura de que estaré libre a las 6:15, ¿podrías ir por mí?".

Vaya que era poco usual, para ser una secretaria en prueba, su jefe la sobrecargaba de tanto papeleo que sería una burla si al final no le daba el trabajo de planta, y no es que dudara de mi novia, pero no puedo mentir al decir que cuando leí eso si me vino a la mente la idea de que quizá esas "horas extras" con el jefe no eran para archivar papeleo, pero, eran precisamente esa clase de celos los que me habían costado mis últimas tres relaciones, no podía dejarme llevar por esos impulsos de nuevo, más aun cuando ella seguía luchando tanto por el trabajo, y si bien el puesto en las empresas KIMURA no era su trabajo soñado, era lo suficientemente necesario para solventar sus necesidades ahora que había dejado la casa de sus padres y había ido a vivir sola en un departamento más o menos económico; en su último correo, Kelly me había dicho que la esperara en la tienda de beigels, que estaba a unas cuantas cuadras del edificio, y solo a unas calles de la estación de autobuses y de la estación subterránea de tren, y así fue, no me apresure tanto en llegar, no quería esperar tanto tiempo, pero después de 30 minutos me empecé a preguntar qué habría pasado, pero desistí en llamarle porque podría causarle problemas en la oficina, así que decidí darle un poco más de tiempo y compre otro beigel de azúcar y turrón, todo iba tranquilo esa tarde, no había nada fuera de lo usual en la rutina, más que el monstruoso papeleo con el que probablemente Kelly estaba luchando, y estaba sentado en la tienda cuando vi pasar frente a ella a Max, un viejo amigo de la escuela, y salí a saludar.

- Ey, chico nuevo, ¿otra vez perdido?

- esta vez no – rio Max – que gusto verte Matt, que tal has estado, hace tiempo que no te veía.

- pues he estado bastante bien, me mude a un departamento en los edificios Waller y conseguí empleo de medio tiempo en una tienda departamental, que hay de ti, ¿Qué me cuentas?

- pues puedo decir que también me ha ido bastante bien, conseguí empleo en "Floops", la recuerdas, está a unas calles de aquí, aunque espero pronto conseguir otro empleo, no me emociona mucho trabajar por un largo tiempo en la tienda – río – y, ¿Qué haces por aquí?

- pues espero a que Kelly, la recuerdas, también estaba en nuestra clase.

- claro, por supuesto, ¿aun sales con ella?

- sí, aun salimos – le dije - nos ha ido muy bien en la relación, es una chica increíble, y pues estaba esperándola porque saldrá un poco tarde del trabajo hoy, y que me dices tú, ¿has conocido a alguien últimamente?

- no, eso quisiera, aunque parece que eso no es para mí, pero no dejo de intentarlo – rio – mírate a ti, ha pasado mucho tiempo y parece que encontraste a la ideal.

- seguramente tú también lo harás Max, solo debes ser paciente, ya verás que pronto llegara esa chica especial – respondí, mientras cambiaba de tema – amigo, es una suerte que hayas encontrado empleo por aquí estos días, muchos de estos locales han cerrado en los últimos años.

- si tienes razón, tuve mucha suerte, varias de estas tiendas llevan abandonadas mucho tiempo – respondió – mira al viejo Pop Lerry's Burguer, era uno de los mejores restaurante de hamburguesas por aquí, y la gente se olvidó de él cuándo las pizzerías y las tiendas de comida china vinieron.

The Night When I Called "BECKY" (LA NOCHE QUE LLAME A BECKY)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora