Única Parte

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2 de junio del 2019

En un pequeño pueblo alejado de las grandes ciudades y centrado en las grandes ruralidades de un campo, un amor tan joven y puro florecía de entre las flores que los pequeños patios de las casas ofrecían como lugar de juegos.

Pero no era un amor que todos podían apreciar.

•••

A menudo se escuchaba hablar en aquel pueblo de las atrocidades que eran cometidas en las enormes ciudades londinenses; mujeres con un nivel de libertinaje indescriptible, chicos con tatuajes y piercings en el ombligo, hombres saliendo con otros hombres y mujeres haciendo lo mismo. O al menos eso era lo que Harry escuchaba hablar a sus vecinas cuando iba al pequeño mercado que se situaba en el centro del pueblo, y que si se lo preguntaba a él eran cosas realmente insignificantes, nada del otro mundo o simplemente nada que él no haya visto o vivido incluso.
Y es que Harry venía de una ciudad enorme, llena de vida y diversidad que el rizado se maravillaba con mirar y ser participe de ella día a día.

Realmente se mudaron porque la más pequeña de sus hermanitas, Margot, enfermo de sus pequeños pulmones teniendo así que mudarse a un lugar mucho menos ajetreado y contaminado como lo es el pequeño pueblo en el que tienen su tan acogedor hogar.
Al revelar la noticia no fue realmente de su agrado del rizado ni de su hermana mayor Gemma pero después ambos acordaron que no debían ser egoístas con la pequeña ya que era algo que no estaba en condiciones de negociarlo. Y así fue como el de ojos esmeralda termino dejando todo atrás, sus amigos, su escuela, su bonito departamento y por sobre todas las cosas al que pensó sería el amor de su vida y así lo fue, o lo fue hasta hace un par de semanas.

Su madre sabía perfectamente cuál era su sexualidad, toda su familia de hecho y ni sus hermanas o su padre hicieron un alboroto por ello y su padre no pudo ser más feliz pues dijo que al menos tendría la fortuna de no tener a un mini rizado corriendo por su casa sin pañal tal y como lo hizo Harry a sus escasos tres años, las tres chicas solo rieron y su madre amenazó con querer un par de nietos sin importar de dónde los sacará.

Pero regresando al tema anterior, Harry salía con un chico muy apuesto llamado Christ y este al saber que el joven de rizos chocolates se marcharía por un largo tiempo sin fecha de regreso decidió que lo mejor era terminar y tal vez en un futuro lejano reencontrarse ya más maduros y listos para una relación con todo tipo de obstáculos enfrentándolos juntos, hombro a hombro.

Y así lo planeaba Harry o lo planeo hasta que un chico de cabellos cobrizos se robó su corazón sin intentarlo.
Un pequeño de ojos azules y delgado cuerpo se interpuso en su camino sin ningún aviso robando hasta el último aliento del chico.

—Dios lo lamento mucho— dijo un pequeño cuerpo tratando de moverse con un montón de bolsas entre sus brazos y manos.
—Tranquilo, ¿Te encuentras bien?— pregunto el rizado al ver al pequeño maniobrar para no caerse y que ninguna bolsa se cayera.
El pequeño levanto la mirada hacia el más alto y sin poder contener su sorpresa casi suelta un chillido al ver la vestimenta del mayor, jamás había visto unos pantalones como los que poseía aquel joven, bueno solo los que su abuelo le mostraba en las revistas que llevaba de la ciudad pero jamás había estado tan cerca de unos, y sin pensarlo solo lo soltó.
—Me encantan tus pantalones— dijo con un deje de ilusión en sus enormes ojos azules.
Harry no lo quería admitir pero comenzaba a sentirse incómodo al tener al pequeño de cabellos castaños mirando sus pantalones con tanta añoranza que el rizado comenzaba a asustarse un poquito.
—¿Gracias? Supongo— comento rascando su cuello.
—Oh lamento mucho si te asusté pero realmente nunca había visto unos pantalones así más que en las revistas— menciono el más pequeño con sus mejillas manchadas de rojo, cosa que si le preguntan a Harry le pareció totalmente adorable.
—Soy Harry— estiró su mano si saber que más podía decir, cosa que el menor agredecio pues realmente se sentía muy apenado con la situación anterior.
—Louis— estrecho la mano del mayo viendo como su pequeña mano se perdía entre la otra. —Creo que tengo que irme o si no mi abuela se enojara mucho—
—Claro nos vemos luego Louis—
—Es Louis sin la "S"— menciono el moreno dándose media vuelta para regresar a su casa.
—Bien nos vemos Louis sin "S"— se despidió el rizado haciendo que elas bajo soltará una risita.
—Adiós Harry—

Two boys in a roomDonde viven las historias. Descúbrelo ahora