"¿Cómo es que nunca nos hemos cruzado antes?" Sunoo se preguntó. Heeseung lo miró.
Ya era tarde en la noche y la oscuridad ya había caído sobre el patio, dejándolos iluminados sólo por el tenue resplandor que ofrecía la luna llena. Se reflejó en el...
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"¿Entonces todos ustedes sintieron lo mismo?"
Sunoo miró a su alrededor con preocupación para encontrar a Niki y Jay asintiendo con la cabeza. Su corazón dio un vuelco.
"Pensé que la única ventaja de estar muerto es que ya no tengo que sentir dolor." Se quejó Niki. "Supongo que me equivoqué."
"Descríbeme," dijo Sunoo desesperadamente. "¿Cómo se sintió?"
Heeseung lo miró con una expresión indescifrable en su rostro, pero él la ignoró. Pudo haber sido preso del pánico y enloquecido en ese momento, ¿pero cómo podría no estarlo? Se suponía que no iba a pasar nada como esto. Jay hizo una mueca, frotándose el pecho.
"Como una descarga eléctrica." Dijo Jay, dando la misma descripción que Heeseung. "Me sentí como si acabara de meter un tenedor en una tostadora." Todos se detuvieron para mirarlo.
"Jay..." Dijo Heeseung lentamente. "Por favor, dime que no has hecho eso antes."
Jay le parpadeó con curiosidad. "¿De qué otra manera se supone que vas a sacar las tostadas?"
"Es realmente un milagro que hayas sobrevivido tanto tiempo como lo hiciste." Se burló Niki.
"¿Podemos concentrarnos?" Sunoo gritó. "¿Qué podría significar esto? Tiene que haber una razón por la que esto les está pasando a ustedes." Justo mientras hablaba, los tres retrocedieron al unísono con un coro de gemidos de dolor.
Sunoo corrió hacia adelante, con los brazos extendidos, con ganas de hacer algo. Pero ni siquiera podía tocarlos. No podía consolarlos. No se había sentido tan indefenso desde que murió su madre.
"Tal vez nuestro tiempo como fantasmas esté llegando a su fin." Dijo Jay con los dientes apretados. "¿No es ese el punto? ¿Los fantasmas no acaban cruzando al otro lado o lo que sea?"
"Esto no se siente exactamente como una asunción pacífica al cielo." Gimió Niki.
"Esa no es la única opción que hay." Dijo gravemente Heeseung. Jay hizo una mueca.
"Tal vez están siendo castigados por sus crímenes contra la moda." Murmuró Sunoo, mirándolos de arriba abajo.
Jay resopló, toqueteando la gargantilla tachonada alrededor de su cuello tímidamente. "Era un momento diferente." Dijo.
"Ah, claro." Dijo Sunoo con indulgencia. "La era lejana de 2018."
"¿Los fantasmas no suelen tener asuntos pendientes antes de cruzar?" Heeseung dijo de repente. "¿Y si eso es lo que tenemos que hacer? Tal vez estemos experimentando síntomas porque hemos estado atrapados aquí demasiado tiempo."
Sunoo sintió un sabor amargo en la boca. Toda esta charla sobre irse para siempre sacó a relucir el lado egoísta en él. Se acababa de acostumbrar a los fantasmas como un elemento permanente en su vida, su sistema de apoyo, ¿y ahora lo estaban abandonando?
