Era un día de primavera, Chanyeol estaba recostado sobre el tronco de un árbol de su jardín divagando.- Ella dijo que bailaría conmigo si le llevaba un ramo de flores rojas - se lamentaba el pelinegro.
Baekhyun siempre atento a lo que su joven humano hacía, estaba escondido entre las hojas mirándole desde su nido. No pudo evitar escuchar los fuertes lamentos del joven estudiante.
- ¡No hay ni una sola flor roja en todo mi jardín - Gritó mientras sus ojos se llenaban de lágrimas - ¡Ah, de qué cosas más insignificantes depende la felicidad! he estudiado cada lengua de la región, he leído todos los libros escritos por los sabios y aún así mi vida está destrozada por no poseer una flor roja.
El corazón del pequeño pájaro se estrujó. Le había cantado todas las mañanas al salir el sol esperando endulzar su mañana. Cada noche le cantaba, aún sabiendo sólo su nombre, esperando que con su canto ahuyentara las pesadillas y permitirle al joven un buen descanso. Cada noche contaba su historia a la madre luna esperando que el humano mirase hacia arriba y notara su presencia, reconociendo velaba por él día a día.
Esperaba.
Y le cantaba.
- El Príncipe Minseok dará un baile mañana por la noche - murmuraba Chanyeol - mi amada asistirá al baile. Si le llevo una rosa roja, bailará conmigo hasta el amanecer. Si le llevo una flor roja, la tendré en mis brazos. Reclinará su cabeza sobre mi hombro y su mano estrechará la mía - llevó las manos a su rostro, apretando con los dedos su entrecejo con molestia - Pero no hay una sola flor roja en mi jardín. Tendré que pasar la velada solo y nadie me hará caso. No se fijará en mi para nada y mi corazón se destrozará.
Las plumas del pequeño pajarito se esponjaron. El joven estudiante sufre pese a todo lo que él le cantaba, la alegría de Baekhyun es la tristeza para Chanyeol. ¿Qué más debe hacer para alegrar su corazón? ¿Acaso no escuchaba su voz? ¿No entendía lo día tras día trataba de transmitirle? ¿Tan importante era una flor? Se preguntaba, sin comprender realmente el alcance de los sentimientos de Chanyeol. Para él, un joven pájaro que no ha cambiado mucho sus plumas por unas de adulto dejando de ser un polluelo, no tenía sentido.
La leyenda cuenta que cuando un cambiaformas se enamora, lo hace para toda la vida, sellando así su destino.
Junto a Baekhyun apareció una pequeña lagartija color verde.
- ¿Por qué llora? - preguntó Jongdae mientras se acomodaba entre las ramas buscando un lugar donde le acariciara el sol.
- Eso mismo me pegunto, yo ... ¿Por qué? - respondió con voz quedita en lo escondía su cabeza entre sus plumas, reflexionando las palabras que había exclamado su enamorado.
Al caer sol, Baekhyun extendió sus alas y emprendió el vuelo. Haría lo que estaba a su alcance por ver esa bonita sonrisa otra vez en su amado Chanyeol.
Pasó por el bosque como una sombra y así recorrió el jardín. Vio un rosal, voló hasta él y se posó sobre una ramita.
- ¡Señor rosal! necesito una flor roja, ¡deme una por favor! - Gritó suplicante - le cantaré las canciones más dulces.
- Mis rosas son blancas - negó con la cabeza el rosal, pero apuntó con una de sus ramas en otra dirección - Ve y busca a mi hermano, alrededor del viejo reloj de sol. Quizá él pueda darte lo que deseas.
Sin perder más tiempo, emprendió el vuelo en esa dirección. Cuando llegó a este, repitió lo mismo:
- ¡Señor rosal! necesito una flor roja, ¡deme una por favor! y le cantaré las canciones más dulces.
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El sacrificio [CB]
FantasyBaekhyun se presionó aún más contra las espinas hasta que estas tocaron su corazón. En ese momento, sintió un cruel y tormentoso dolor. Aviso: Muerte de un personaje. Aviso 2: Está basado en una novela.