𝐃𝐨𝐧'𝐭. || Namjin.

↬𝘖𝘯𝘦

"—¿De qué color son las olas?"

"—Cuando se rompen son blancas,
como la nieve"

Cada pareja tiene sus altas y sus bajas.

En un momento pueden estar felices... Y en otro enojados e incluso tristes.

Nadie aquí puede negar eso, el amor es así... Y si no lo fuera sería algo aburrido ¿No creen?

El amor nos hace tan estúpidos, pero nos gusta porque es por esa persona.
Nos encanta ser estúpidos y estar cegados por el amor.

Las risas, las discusiones, los besos, las caricias, las flores, los chantajes y enojos.
De eso se trata el amor. Es todo un sube y baja de emociones sin sentido. Y nos encanta.

Aunque no lo creas, la mayor parte de recuerdos y momentos que has pasado con tu pareja son felices, solo que les das más importancia a los malos.

Éste era uno de esos días en los que Jin y yo estábamos jugando y haciéndonos bromas sin sentido, así éramos nosotros... Todos nos etiquetaban como patéticos o ridículos, pero así nos amabamos... Nuestro amor era diferente, y nos gustaba así.
Nada iba a cambiarnos.

Pasábamos noches de besos y caricias.
Días de risas y paseos tomados de las manos... Comiendo helado talvez o yendo a la orilla de la playa en varias ocasiones.

Nuestro tercer aniversario de novios estaba a la vuelta de la esquina -3 semanas para ser exactos-, y yo tenía el regalo perfecto para Jin... Solo que había un pequeño problema.

Jin odiaba las flores.

¿Porqué? En realidad nunca lo supe, pero la primera vez que le di un regalo éste fueron flores.
Su sonrisa se desvaneció y me miró...

Namjoon, te amo mucho... Pero no quiero que me regales flores, no me gustan.

Quise preguntarle el porqué, pero nunca me atreví. Desde ese entonces nunca más le eh regalado flores.

Nos encontrábamos en mi departamento sacando cestos de ropa sucia, era un día largo y teníamos pensado salir a pasear en bicicleta. Éramos una pareja algo simple, si... Pero a Jin le gustaba eso y a mi también. Éramos muy felices así.

El día comenzaba de maravilla. Habíamos ido a la lavandería y no había casi nadie ya que era fin de semana.
Metimos la ropa a la lavadora y nos sentamos al lado; había traído un nuevo libro que compré hace poco, no era tan largo pero la portada era hermosa.

—Jin, ya casi es nuestro aniversario... ¿Hay algo que quieras hacer?—voltee a verlo sintiendo como recargaba su cabeza en mi hombro. Esos pequeños momentos me hacían sentir feliz, cada momento con Jin era hermoso.