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"STRONG FEELINGS" episode three
SETH POV
Estaba junto a los chicos caminando por los pasillos hacia nuestras aulas cuando sentí a alguien pasar por mi lado, pude oler el aroma más exquisito que había olido en toda mi corta vida. Una mezcla de coco y vainilla...
Busque de quien pertenecía ese aroma y vi a una chica que caminaba a unos pasos adelante de nosotros, sentí el ansía de acercarme pero los chicos me preguntaron algo distrayéndome.
— Seth ¿estás bien? Te ves algo perdido. — Collin fue quien habló.
— Si si, solo estaba pensando en cuando sería mi ronda. — Me excuse.
— ¿Es que no escuchaste a Sam? Dijo que mañana es tu turno junto a Brady. — Quil respondió algo divertido, y el menor asintió.
— Deja de distraerte cachorro. — Jacob cerró su brazo en mi cuello y empezó a frotar su puño contra mi cabello haciendo que me quejara mientras el resto se reía.
— ¡Ya no soy un cachorro! — Replique molesto.
— Eso es lo que dicen los cachorros que no quieren serlo. — Respondió Embry burlón.
Rodé los ojos molesto pero sonreí un poco.
Ya había pasado la primera clase y con los chicos volvimos a reunirnos en los pasillos, era algo habitual pasear juntos de aquí y allá.
Estábamos doblando a otro pasillo cuando estuve apunto de chocar con alguien pero los dos logramos detenernos antes de eso, aunque pude ver como una manzana caía de la mano de la otra persona, me apresuré a cogerla antes que tocara el suelo y se la extendí.
Era una chica, esta seguía mirando la manzana que le extendía. Su cabello era castaño, su piel de un color vainilla, no como la mía que era morena, tenía rubor natural, sus ojos eran cafés oscuro, nariz pequeña... era una chica realmente linda.
— Esos... si que son buenos reflejos. — Ella comento recibiendo la manzana, no evite sonreír por el cumplido. Pero toda sonrisa se borra cuando me encuentro con sus ojos, esos ojos que se acaban de convertir en mi perdición. No, no es una perdición... es todo lo contrario.
Caigo, ya nada es lo mismo. Todo lo que me conectaban a todo lo que amo, mis sueños, mi familia, hasta mis hermanos de manada. Ya nada importa, todo eso queda en segundo plano, ahora todo gira entorno a ella. Sería lo que ella quisieras, un amigo, una pareja, un protector, lo que quiera si es que es feliz con eso.
— ¿Estás bien? — Su voz... es tan suave. Siento que estoy en las nubes, es como un calmante pero al mismo tiempo me llena de energía, quiero escuchar su voz todos los días.
