Trying Again (BakuKiri-mpreg)

8. Revelaciones

-Ho-hola Katsuki. Tanto tiempo sin vernos...

El rubio no respondió, muy perdido en sus pensamientos para hacerle caso al pelirrojo.

Y es que carajo. Su nombre pronunciado con la voz de Eijirou... Definitivamente el mejor sonido de todos.

Pero ese no era su mayor problema. Justo ahora esa niña que tanto se parecía a Eijirou acababa de llamar mamá al mismísimo Eijirou.

¿Mamá? ¿No papá?

Miró el dedo anular de la mano izquierda de Eijirou. Bien, sin anillo ni de oro ni de otro material.

Miró nuevamente a la niña llamada Natsuki.

Extraño. Ese nombre se le hacía muy conocido...

Y ese cabello... Una extraña mezcla de negro y rubio cenizo.

-¿Ella es tu hija?

El rubio preguntó, y recibió una confirmación no verbal de parte del pelirrojo.

-¿Te casaste?

Otra pregunta y esta vez una negación no verbal del otro adulto.

La pequeña lo miraba con admiración y ¿cariño? No lo entendía.

-¿Por qué.... Por qué te fuiste?

Eijirou estaba a punto de responder cuando un oficial de policía los interrumpió.

-Disculpe, Kirishima-san, debe llenar este formato para que su hija vuelva con usted.

El pelirrojo salió de su ensoñación y siguió al policía que le pedía que llenara unas hojas.

El policía era apuesto, observó Katsuki. Y Eijirou era un ¿padre? ¿madre? soltero muy lindo. No le extrañó que el policía le pidiera personalmente su número de celular con un guiño y mucho coqueteo, pero eso no quitó la rabia que le invadió al verlo.

Cuando el pelirrojo se negó, se disculpó y agradeció por los cuidados a su hija educadamente, Katsuki finalmente sintió que podía respirar nuevamente.

-Katsuki, tenemos que hablar.

Fue lo primero que le dijo el pelirrojo al volver al lado de su hija.

-¿Te parece si vamos a un restaurante? Ya es de noche, y Natsuki necesita cenar. Sinceramente no hemos almorzado nada más que un helado.

La pequeña que había estado en silencio asintió efusiva, cuando su estómago gruñó estruendoso a la mención de comida.

-No hay problema, Ei, yo invito. ¿A dónde quieres ir, pioja?

El apodo le había salido natural. Casi como si fuera algo que dijese regularmente. La pequeña se sonrojó al oírlo, aunque no protestó, y Eijirou no pudo evitar enternecerse al ver la interacción.

-¡¡Quiero ir al Maji-Burger!! ¿Por favor? Allí venden unos batidos de vainilla deliciosos.

El ojirrojo más alto asintió dando la aprobación, pero al observar como Eijirou hizo una mueca de desaprobación, cambió a una negativa no verbal.

-Amor, sabes que la comida chatarra no es buena cena... Ya será otra ocasión. Mejor vayamos al departamento. Espero que haya curry de ayer... Además no creo que sea buena idea conversar en público sobre lo que debemos hablar.

El rubio se sonrojó levemente al ser invitado al hogar de ambos ojirrojos más bajos.

-Me parece bien. ¿Qué dices pioja? Tu ¿mamá? - miró a Eijirou asentir avergonzado- tu mamá tiene razón. Si no hay comida, puedo prepararles algo.

-Dynamight, ¿Sabes cocinar?

Todos comenzaron a caminar con esa pregunta. Era obvio que la niña estaba curiosa de las habilidades culinarias de su padre, así que tomaron la pregunta como una afirmación para ir hacia el departamento de Eijirou y Natsuki.

-Claro que sí, pioja - sonrió orgulloso Katsuki-. Además, no es "Dynamight", es Bakugou o Katsuki. Como te sientas más cómoda.

La niña nacida en verano asintió con fuerza, tomando la mano de su mamá.

-Okay, Katsuki. ¿Puedo tomar tu mano?

El rubio se sintió cálido, por primera vez en mucho tiempo, pleno.

Asintió y la niña tomó con su pequeña pero no tan delicada mano la suya propia áspera y callosa.

-Gracias Katsuki - sonrió con los dientes filosos la pequeña rubia con mechas negras-.

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Heartwarming fluff.

No, es que, odio los malos entendidos. Me dan ahdkhakaja.

Ya se viene la revelación. Y luego todo es fluff autoindulgente.

Seh. Se los advertí. No hay drama, sólo fluff.

En fin. Ya se va a acabar la historia. C':

Nos leemos en la próxima actualización~ Xoxo.