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-"Qué fue lo que hiciste? De dónde consiguieron ese dinero? Te dije que no hicieras nada que los hermanos te dijeran!" empezó a decir con firmeza

Mientras tu sólo estabas sentada con la cabeza baja.

-"Peleas..." dijiste jugando con tus dedos y mirando a un lado "Sólo fueron 7! Y estoy bien!" le sonreiste alzando la cabeza

-"Hace cuánto empezó esto?" preguntó mirandote

-"Hace 10 días..." dijiste sonriendole con inocencia

-"Quítate el sweater" exigió "Quitatelo ahora mismo"

-"No-" respondiste enseguida

-"No? 'Me siento más cómoda con ropa holgada', 'Me gusta la ropa grande', hace 10 días empezaste a dejarme en claro eso, por preocuparme por lo abrigada que estabas en días calurosos, yo te creí realmente, pero quiero saber si me decías la verdad. Quitatelo"

Miraste a un lado rendido, suspiraste quitandote el sweater, quedando sólo en un sostén deportivo que era lo que tenías bajo.

Revelando finalmente los golpes que tenías, moretones en tu cuerpo, no eran demasiados con respecto a las veces que habías peleado. Lastimosamente en la mayoría no pudiste salir intacta.

-"Yo sólo... No quería volver con ese hombre..." mencionaste "Y no me importaba herirme... Esos golpes..." tocaste suave los moretones que tenías "Dolían menos que quedarse allí..."

Sólo te quedaste esperando que te gritara, o te golpeara, castigara, algo.

Pero solo se arrodilló a tu altura y tomó tus manos, miró con tristeza tus nudillos lastimados.

-"No lo vuelvas a hacer, si?" besó con cuidado tus manos "Yo me encargo de ti, tú no debes hacer nada"

Lo miraste con pequeñas lágrimas en tus ojos.

-"No quiero que te lastimes"

-"Gracias..." le dijiste con la voz quebrada y no tardaste en abrazarlo con fuerza entre sollozos

Kakucho no tardó en corresponder tu abrazo y comenzar a acariciar tu cabello, queriendo consolarte.

-"Ya no tendrás que volver a ese lugar, tranquila. Ese hombre ya no te hará nada..." dijo con suavidad

Ah... Al fin te sentías completamente libre de aquella horrible situación en la cuál estuviste atrapada toda tu vida.

-"Estas molesto conmigo?..." preguntaste suave "No me vas a tirar... Verdad? Por haber... Desobedecido?"

-"No, no, claro que no" mencionó tomando tu rostro en sus manos "Por qué dices eso?"

-"Je... Ese sujeto... Ese día me entregó, sólo porque estaba de mal humor... Porque yo no estaba actuando como él quería... Estuve intentando tener mi vida y ser como yo quería... Eso lo hizo recordar que yo no soy quien quiere..." mencionaste mirando a un lado "Si yo hubiese sido obediente... Nunca se le hubiera ocurrido darme a otra persona... Pero para él, en ese momento, entregó a (T/n)... No a su- esposa soñada..." suspiraste apoyandote en su pecho "Me da asco pensar en eso..."

-"Ya no lo menciones, no pienses más en eso" Kakucho mencionó y tomó tu mentón "A partir de ahora... Yo ocuparé tu mente, si?"

Que sorpresa se llevó cuando estampaste tus labios contra los suyos, separandote enseguida.

-"Lo siento-!" dijiste de golpe avergonzada por tu repentina acción "Yo sólo- quería besar por primera vez a alguien que me gusta" agregaste con nervios, jugando con tus dedos

-"Ven aquí..." susurró acercandose a ti hasta alcanzar tus labios, dejando un beso en los mismos

Sentiste alegría.

Por primera vez en mucho tiempo.

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-"Exijo ver a mi pequeña!" el hombre dijo casi gritando

-"Tu no tienes derecho de reclamar nada" Rindou se quejó "Ahí tienes tu dinero, ya fue comprada por alguien más, pierdete. No la hubieses entregado en primer lugar"

-"Pagaré el triple! La quiero de vuelta!" golpeó la mesa de golpe

-"Si que tienes la audacia de hablarnos así..." Ran dijo mirándolo sonriendo y jugando con el arma que tenía en su mano

-"Al menos-! Al menos dejenme estar un último día con ella... Si? Para despedirme" pidió ahora más calmado

Ambos hermanos se miraron, no agradandoles para nada esa idea.

-"Le preguntaremos a ella si quiere" Ran dijo, listo para irse

-"Esperen!" dijo de golpe llamando su atención "Diganle... Diganle que le explicaré todo... Si? Y que su papá la quiere mucho"

Fue lo último que pidió.

Parecía que el tipo sabía bien que no ibas a querer verlo.

Dulce Dueño - Kakucho x LectoraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora