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Comenzaba a amanecer y el sol empezaba a iluminar con sus primeros rayos de luz, las aves cantaban alegremente y un príncipe cabalgaba con su corcel por aquel camino de tierra a paso veloz, el príncipe era un joven audaz que pronto gobernaría y estaba en busca de una reina para su pueblo, exactamente aquella persona de la que tantos rumores había oído.
Aquel joven que posee una belleza increíble y pura. Aquel joven era su nueva curiosidad, Quien era?, Como se veía?, Cual será su nombre?
Eran preguntas que daban vueltas una y otra vez en la cabeza del dichoso joven príncipe que con una sonrisa alegre y ansiosa decidió acelerar mas el paso para llegar al paradero de aquel extraordinario y peculiar joven.
Narrador Omnipresente:
Un extraño sentimiento invadía su cuerpo y pensamientos, algo andaba mal y el lo presentía perfectamente, soltó un gruñido demostrando su molestia e inquietud ante aquel mal presentimiento.
- Acaso no puedo tener ni siquiera un buen día, si no es uno es lo otro!! Maldita sea!!
Sus gritos de frustración mesclado con enojo se escuchaba incluso en los pasillos, los sirvientes estaban asustados al escuchar a su amo realmente enojado, incluso evitaban pasar cerca de aquella habitación por su seguridad, el Rey podía ser bastante violento a veces.
El mayor estaba postrado frente a aquel espejo mágico y se dirigió a el haciéndole una pregunta, esperando una respuesta a aquel horrible sentimiento que tenia y que lo inundaba.
- Oh espejo mágico! Tu que lo vez y sabes todo, que es lo que me esta atormentando.
Su voz gruesa pronunciaba cada palabra con una gota de enojo.
- Mi Rey - hablo el espejo - Lo que lo agobia es un joven príncipe que se dirige directo a su palacio majestad.
El espejo empezó a mostrarle al Rey un joven de cabello verde cabalgando por el pueblo.
El Rey al ver tal ilustración se enfureció y tiro todo a su alrededor, soltando gruñidos mientras hacia un completo desorden en aquella habitación. El Rey se dirigió al espejo furioso, su rostro demostraba enojo puro, parecía querer matar a cualquiera en ese mismo instante.
- Espejo! Dime una manera para poder matarlo sin que nadie se entere! - hablo serio -
- Hay una manera mi señor, pero...pagara el precio?...
- Joder! Pagare el precio!! Solo dime la manera de matarlo sin ensuciar mis manos con sangre!
Ya se estaba haciendo de tarde y el espejo seguía conversando con aquel Rey...
Pov. Y/n
La tarde era preciosa, no había visto al Rey en todo el día, supuse que estaba muy ocupado así que decidí dar un paseo por el jardín del palacio, todo era tan bonito y tranquilo, las mariposas volaban alrededor de todas la flores que yacían en el jardín, había todo tipo de flores, incluso había unas que jamás había visto en mi vida entera, supuse que solo la realeza podía tener tantas cosas tan peculiares y hermosas.
