Se encontraba sentado en la mesa de aquel transcurrido café el joven ojiazul. Llevaba su cabello castaño peinados suavemente hacia un lado, algunos mechones le caían por su frente y cubrían ligeramente sus ojos. Sus ojos curiosos pasaban por toda la cafetería esperando por él, siempre esperaría por él. Su corazón aún latía feliz de solo pensarlo.
Sus manos estaban jugando nerviosas con una servilleta, sus pies se encontraban uno encima del otro debajo de las sillas, un mal hábito cuando está nervioso.
La mesera ya había ido dos veces para tomar su orden y Louis respondía amablemente que su compañero aún no llegaba... La mesera solo se iba suspirando exasperada.
Louis diaba, solo un poco, cuando Harry era impuntual. Y bueno, eso era siempre; en la universidad, en las salidas. Siempre.
Unos minutos más tarde él entró. Con su sonrisa cautivadora, con aquellos ojos verdes como la pradera, preciosos, que le robaban el aliento. Vestía su camisa de botones con algunos dibujos abstractos, algunos botones de su pecho no estaban abrochados a propósito, con sus pantalones negros y sus sencillas zapatillas de siempre.
Sin querer, se le escapó un suspiro al verle, como siempre, le robaba suspiros.
El ojiverde se encontraba parado en la puerta buscando con la mirada a Louis, así que tuvo que alzar una mano en forma de seña y sacudirla un poco para que Harry lo notara. Irónico.
Harry le sonrió al encontrarle. Se dirigió a la mesa y antes de sentarse posó una mano en el cabello del ojiazul y lo frotó en su cabeza en forma de saludo.
"Lou... Me alegra que hayas podido venir. " Volvió a sonreír con todo y hoyuelos, provocando que su corazón cayera un poquito más por él.
"Harry... " Sus ojos brillaron al pronunciar su nombre, una sonrisa enorme se formó en su rostro, un brillo delatador en sus ojos... " Sabes que nunca podría decirte que no, por eso somos mejores amigos, ¿no?."
Un poco doloroso al pronunciar las tres últimas palabras, su voz tembló un poco pero no tanto para que la torpeza de Harry lo notara.
"Claro que sí." Sonrió otra vez y las mejillas de Louis se tornaron un poco rojas "¿ya has ordenado algo? Porque yo muero de hambre."
"No, estaba esperando a que llegaras." Le miró unos segundos y después llamó a la mesera.
Ordenaron algo para comer y entre la espera y en la comida platicaron de un montón de cosas. Un poco de aquí y un poco de allá. Tan simple y cómodo, como había sido siempre.
Por esa y muchas razones Louis había caído por Harry. Si tan solo pudiera decirlo...
El ojiazul está sentado solo observándolo, viendo sus expresiones, su sonrisa. Y vuelve al pasado, vuelve a hace algunos años, cuando apenas Harry tenía 16 años y él 18. Cuando sólo eran unos críos que aún lloraban por un permiso a fiestas, por las materias estresantes de la preparatoria, por un pequeño amorío fugaz. Siempre estaban ahí contándose todo. Siempre habían sido ellos...
Y su corazón de Louis, tan rebelde como él, descubrió sus sentimientos hacia su mejor amigo cuando, en uno de tantos momentos, Harry simplemente solo lo vió a él en aquella fiesta, en la que nadie había querido ir con el castaño, y lo hizo sentir especial.
Cuando bailó con el castaño después de que el idiota de Ron le había rechazado y roto el corazón. Cuando bailaron al ritmo de la canción más hermosa, cuando salieron de ahí y solo la luna fue testigo de lo que pasó.
Cayó profundamente por Harry. Y una mierda, no se arrepentía de nada. Nunca se arrepentiría de conocerlo.
"...Lou, eres mi mejor amigo" El ojiazul reaccionó, volvió su mente al presente y le prestó total atención. "Me he dado cuenta de una cosa... pero no sé como decirte, me siento frustrado." Y su mirada no mentía, sus ojos estaban más brillosos, su mano jugaba con su pulgar y hacia ese gesto extraño con la nariz.
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¿La quieres?
FanfictionSi le quieres, ¿por qué no se lo dices? Él también se preguntaba lo mismo una y otra vez. Queriendo confesar su amor, ahogado en el. No se dió cuenta, que en el corazón de su amante ya había alguien más. "Sí, la quieres." Susurró a la nada, con s...