Mordeduras De Amor (Momo x Jirou)

"Haciendo enmiendas"

"Buenos días Setsuna." La cabeza naranja saludó al hombre lobo verde mientras preparaba la mesa para desayunar. El joven lobo asintió en respuesta y dio una pequeña sonrisa mientras se sentaba en una vieja silla de ébano.

"Kyoka no se ha despertado ¿eh?" Preguntó Setsuna al notar la ausencia del la vampira que usualmente estaba presente durante esta hora del día. Itsuka solo se rió un poco. "Ella todavía está dormida, probablemente todavía agotada por lo que pasó anoche" Setsuna soltó un pequeño "oh" al recordar que Kyoka acababa de tener sed de sangre.

Tan pronto como Itsuka terminó de cocinar, puso su desayuno en la suave mesa de mármol. "Hmm, ¿no va a comer Momo? Por lo general es una madrugadora" Tan pronto como Itsuka mencionó el nombre de Momo, la sonrisa del hombre lobo verde se convirtió en una mueca de enojo. Debido al casi intento de Momo de matar a Kyoka, Setsuna comenzó a odiarla aún más.

"Eh, no lo sé y no me preocupo por ella. Espero que no se despierte" dijo Setsuna enojada.

Itsuka golpeó levemente la cabeza del hombre lobo mientras se sentía un poco enojada por las palabras que dijo. "Oye, no digas eso. Eso ni siquiera es agradable." Las orejas de lobo de Setsuna se levantaron y sus caninos se afilaron por la ira. "¡¿Por qué debería ser amable con ese cazador?! ¡Vamos, cuenta las veces que casi mata a Kyoka! ¡¡Si la dejamos quedarse aquí tarde o temprano, Kyoka se convertiría en restos desmembrados o, peor aún, en cenizas en el suelo!!"

El hombre lobo se puso de pie enojado con sus dientes y uñas afilados y su cola toda hinchada. Itsuka solo le suspiró. "Sé que te preocupas mucho por Kyoka, pero recuerda que cuando te acogimos por primera vez, también atacaste a Kyoka e incluso le mordiste el brazo cuando solo estaba tratando de curar tus heridas". Dijo la cabeza naranja con los brazos cruzados.

Al escuchar esto, las orejas de Setsuna comienzan a caer sobre su cabeza y su cola se vuelve flácida. "Oye, no tienes que recordármelo". Dijo el hombre lobo verde con amargura. "Además, seguía siendo un poco cruel por la luna llena". Itsuka se acercó a el y suavemente puso una mano sobre sus mechones verdes. "Lo siento, lo mencioné, pero como ves, tú también has lastimado a Kyoka. Pero ella te trata como a una familia. Yo te trato como a una familia. No dejes que las malas acciones de alguien te cieguen del hecho de que ahora están tratando de cambiar".

Setsuna mira lentamente hacia arriba para encontrarse con sus aguamarinas. Luego soltó un suspiro frustrado. "Está bien, intentaré hablar con ella y ver cómo está también. No tienes que sermonearme". Itsuka sonrió ante esto y comenzó a darle a Setsuna un rasguño detrás de las orejas que hizo que el hombre lobo aullara un poco como un cachorrito.

Finalmente, Setsuna se dirigió hacia la habitación de Momo y comenzó a tocar la puerta de ébano. "Hey Hunter, tenemos que hablar" gritó, pero no hubo respuesta."Eso es extraño" pensó mientras seguía llamando a la puerta. Nuevamente no hubo respuesta. El hombre lobo se impacientó y decidió entrar con o sin el permiso de Momo.

"Eh"

Allí Setsuna fue recibida por la habitación vacía sin señales de Momo y sus cosas. El hombre lobo comenzó a olfatear su olor, pero nada. Buscó en la habitación y allí vio en la cama una pequeña nota. Setsuna lo tomó y lo leyó rápidamente.

"Lo siento, cometí tantos errores y lo siento mucho, casi intenté matar a Kyoka. Me di cuenta de que soy peligroso para todos ustedes, por eso he decidido irme. Lo siento, no se lo dije, pero creo que es lo mejor".

Momo.

"Oh no"

Mientras tanto.

Momo con algunas lágrimas en los ojos caminó por el vasto bosque con la esperanza de encontrar el camino de regreso a su aldea. Todavía estaba muy molesta por las palabras hirientes que dijo Setsuna, pero con un largo pensamiento, tenía razón después de todo.

A una edad muy temprana, Momo fue entrenada para matar, por lo que no es de extrañar que matar fuera lo único en lo que era buena. Tenía miedo de que pudiera matar a los tres. Ella no pudo evitarlo. Ahora eran sus instintos. Ella era solo un peligro para ellos.

Decidió que una vez que regresara a su aldea dejaría de ser una cazadora de vampiros pensando que podría matar vampiros como Kyoka. Mientras caminaba, se detuvo abruptamente en seco cuando escuchó algo crujiendo detrás de los arbustos. Rápidamente se dio la vuelta, el miedo y el pánico eran evidentes en su rostro. Rápidamente sacó una estaca de su cartera como medida de seguridad. Se acercó lentamente a los arbustos para ver si había alguien allí.

A través de la vegetación no vio nada. Ella dio un suspiro de alivio pensando que solo estaba histérica. De nuevo siguió caminando por el laberinto del bosque.

Sin embargo, ella dio otro paso. El susurro se hizo más obvio como si se acercara. Rápidamente, la joven cazadora se alejó corriendo solo para evitar a sus atacantes desconocidos.

Desafortunadamente, alguien la alcanzó y apretó su garganta con fuerza y ​​empujó a Momo contra el tronco de un árbol.

Momo hizo una mueca y luchó contra su agarre. Allí se dio cuenta de que había dos vampiros sobre ella. Una era una chica con el cabello rubio desordenado atado en coletas desordenadas que ahora la estaba asfixiando con una fuerza inmensa. El otro era un hombre alto con cabello azul claro desordenado mirándola con una mirada muerta.

El cazador luego trató de liberarse, pero la niña era demasiado fuerte. Observó cómo la rubia le sonreía como un completo pyscho sonrojado. "Lucha todo lo que quieras, no te escaparás". Ella dijo...

10/11/21