Doble placer

CAPITULO 56: Textos sin fin

Después del incidente de la pelota, Fang Yu se sintió aliviado de que Lin Moyan no lo excluyera. Eso significaba que sus esfuerzos anteriores no se habían ido por el desagüe. Fang Yu todavía lo seguía de cerca, besándolo y tocándolo de vez en cuando mientras susurraba palabras de amor para expresar su afecto.

Lin Moyan estaba acostumbrado y habitualmente ignoraba el comportamiento de Fang Yu. Pasaron los días y hacia el final del trimestre, toda la escuela se vio envuelta en una atmósfera tensa. La sala de estudio estaba abarrotada de estudiantes y todos estudiaban muy duro. Después de la caótica semana de exámenes, el campus de repente se volvió mucho más vacío.

Las pocas personas que aparecían de vez en cuando eran estudiantes que arrastraban sus maletas y se apresuraban a tomar el tren a casa. El edificio del dormitorio estaba cerrado tres días después del período escolar y Lin Moyan había empacado su equipaje con anticipación y se fue a la casa de Fang Yu.

Fang Yu retrasó una semana a la persona que se suponía que debía irse a casa tan pronto como terminara el examen. No fue hasta que la madre de Lin Moyan llamó para preguntar dónde estaba que Fang Yu soltó impotente a Lin Moyan y lo dejó personalmente en la estación. Si es posible, Fang Yu con mucho gusto seguiría a Lin Moyan a casa. Quería proteger a esta persona en caso de que su padrastro le hiciera algo. Sin embargo, no podía simplemente alejarse de sus responsabilidades durante las vacaciones.

Además, si seguía a Lin Moyan a casa, Lin Moyan sabría instantáneamente la razón detrás de eso y se sentiría infeliz. Después de todo, Lin Moyan ya había revelado las cosas que lo perseguían y lo humillaban. Al seguirlo, Fang Yu solo estaría frotando sal en su herida. Fang Yu temía que Lin Moyan se sintiera traicionado o más avergonzado, por lo que no se atrevió a dar un paso más allá de sus límites.

También pensó en resolver a esa persona directamente, pero este era un asunto personal de Lin Moyan después de todo y no podía intervenir. Si lo manejaba sin el permiso de Lin Moyan, la familia de Lin Moyan se vería afectada. Entonces eligió proteger a esta persona de otra manera.

Tan pronto como llegó a casa, Fang Yu no podía esperar para sacar su teléfono móvil y enviarle a Lin Moyan un mensaje de texto torcido, "Cariño, te extraño".

Lin Moyan, que estaba acostado en la cabina de dormir del tren, escuchó el sonido del mensaje de texto y lo sacó para echar un vistazo. Era el mensaje de texto de Fang Yu, así que supuso que no sería serio. Después de abrir el mensaje de texto, el contenido se correspondía con sus pensamientos. Echó un vistazo al mensaje y, sin cambiar de expresión, volvió a guardar el teléfono en el bolsillo de la chaqueta. Fang Yu esperó durante mucho tiempo pero no obtuvo respuesta. No le importaba en absoluto, ya que estaba acostumbrado.

Lin Moyan a menudo no respondía a los mensajes que enviaba Fang Yu, pero Fang Yu siempre era persistente. Fang escribió otro mensaje. "Querida, creo que podrías sentir calor en todas partes, especialmente en los dos o tres lugares entre las piernas".

Lin Moyan, que estaba a punto de quedarse dormido, sintió la vibración en el bolsillo de su chaqueta y abrió el mensaje de texto que envió Fang Yu. Al mirar el mensaje que haría sonrojar a otros de la cabeza a los pies, Lin Moyan simplemente lo leyó con calma y eliminó el mensaje. Para ver este tipo de texto en público, era mejor fingir que no lo vio y no preocuparse por ello.

Fang Yu esperó unos minutos, pero aún así, no hubo respuesta, por lo que envió algunos mensajes de texto cortos a toda prisa.

"Bebé, te extraño mucho, mi mente es tan caótica y no puedo calmarme en absoluto. Mi hermano pequeño está incómodo de pie ".

"Bebé, estoy acostada en la cama en la que dormiste hace un momento. Huele igual que tú y te extraño aún más ".

"Mi bebé, a mi hermano pequeño parece gustarle mucho tu cama. Se está haciendo más grande ".