'Paradigmas'
Greta tenía la necesidad de contar los segundos, pues para ella eran mucho más que una unidad de tiempo. Días antes de que se propagara totalmente la peste bubónica en esa época, ella cumpliría 16 años de edad, y solo pidió una cosa: Sobrevivir. Sonaba absurdo, y no era un simple reproche, ya que muchísima gente estaba en cuarentena, y por consiguiente, la mayoría morían. Esa lluviosa y completamente nublada tarde, Greta se encontraba tranquilamente dormida junto a su madre Sophie alrededor de las 4 am. Su padre había muerto debido a la peste negra en Europa. Ella sintió un enorme estruendo, que parecía sacudir toda Italia. Greta despertó inmediatamente esperando que su madre aun estuviera viva .. Lamentablemente no fue así. Salió a pedir ayuda, corrió, gritó, pero nadie le hizo caso. De repente sintió como alguien la aventaba a la fuerza al lago que se encontraba al lado. De pronto, sufrió un ligero desmayo. Al volver inconscientemente, no supo cómo ni donde estaba. ¿Habría posibilidad alguna de morir de puro sufrimiento? Greta daba cátedra de ello, estaba en plena agonía, viendo morir a su madre. Comprendía que, debía sobrevivir ya que era su única manera de salir adelante. Ahora, huérfana, tenía un obstáculo más que superar: primeramente, la muerte de sus padres, y después, sobrevivir. ¿Sobrevivir? Era algo que sonaba absurdo, y obvio. Pero luego de más de 40 millones de personas infectadas, era lógico que ella deseara eso. Había que permanecer alejada de las personas, cubrirse totalmente para no contraer esa infección.. Pasaron años hasta que Greta Werkheiser tuvo una vida plena. Vivió durante 6 años aterrada, con temor a que muriera de la misma manera que sus padres. Cuando recién cumplió 22 años, Greta decidió mudarse a Bélgica, en el mismo Europa, pero un poco alejada de los países donde la peste bubónica se propagó. Parecía una falacia enorme, la más grande de las blasfemias, pero todo esto, para ella, fue real.
