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Blake estaba en el autobús junto con sus compañeros del trabajo, volvían a la sede después del partido de futbol, habían perdido contra la LSPD y Blake era el portero, estaba enfadado no había conseguido hacer que su familia ganará el partido, resopla muchas veces y J le mira desde el primer asiento mordiéndose el labio quería hablar con el pero le daba vergüenza, Alana se da cuenta y se sienta a su lado, le pone la mano y J le mira.

-¿J? ¿Estás bien?

-Sí, no te preocupes.

-Pues no lo parece, no paras de mirar a Blake ¿Has hablado con el?

-No, bueno fui a por el hace dos días ya que fue atacado y ambos nos pusimos nerviosos, no se que sentirá el pero yo...

-Habla con el, ahora cuando lleguemos a la sede, le secuestras y ya me encargo yo de cubriros.

J ve como su amiga se levanta del asiento para volver a sentarse con su novio y J vuelve a mirar a Blake, este se da cuenta y le mira de reojo, se muerde el labio y deja de mirarle, J se sonroja y sonríe, da gracias a que tiene esa mascara que le tapa toda la cara. Al llegar a la sede, todos bajaron del autobús olvidando a Blake y J. Blake se pone de pie para coger su bolsa y guardar ahí los guantes, se cuelga la bolsa y cuando va a salir del autobús, J le coge el brazo y se miran durante unos segundos.

-J.

-Blake, ¿Podemos hablar?

-Claro, ¿Te parece si vamos a mi casa? No tengo ganas de estar aquí, por favor.

-Em, si claro, vamos te sigo.

Ambos salen del autobús y Blake saca un coche federal, no tenia ganas de pedir un taxi y el no tenia coche propio, le da las llaves a J para que conduzca el, le marca en el GPS la casa y van hacia allí sin ninguna prisa, Blake estaba con la cabeza apoyado en el cristal del coche con los brazos cruzados, suspiraba cada dos por tres preocupando mucho a J, al llegar a casa de Blake, ambos se bajan del coche, J cierra el coche con seguro y entran a casa de Blake juntos, J cierra la puerta y Blake se deja caer en el sofá, tira la bolsa encima de la mesa y cierra los ojos por un momento mientras coge aire y respira. J se sienta en el sofá a su lado pero alejado y le mira.

-Blake ¿Estás bien?

-Sí no te preocupes.

-No me mientas, Blake, se nota que no estás bien, desde que termino el futbol estas raro, ¿Sabes que puedes contar conmigo?

-Lo se J y te lo agradezco.

-Pues entonces dime que te ocurre, ¿Qué pasa?

-Esta bien, te lo diré, pero no te rías, ¿De acuerdo?

-Jamás me voy a reír de ti, Blake, cuéntame.

Blake se quita las zapatillas de deporte y se sienta cerca de el cruzando las piernas y mirarle, J en cambio se muerde el labio por la cercanía que tienen y suspira, hace lo mismo que Blake, se quita las zapatillas y se sienta cruzando las piernas, Blake se frota la cara con las manos y se muerde el labio mirando sus manos mientras juega con el.

-El partido, hemos perdido porque no soy un buen portero y hubiera entrado mucho más, tal vez ahora estaría de mejor humor celebrando con los compañeros y no aquí en casa llorando como un niño pequeño, lo siento, siento que me veas así.

-Blake, no digas tontearías por favor, tu eres el mejor portero del mundo si hoy no hemos ganado no pasa nada, solo era un partido y yo me lo he pasado bien, siempre me lo paso bien cuando estoy a tu lado, digo... has estado genial de verdad.

Blake se da cuenta de lo que ha dicho y sonríe un poco mientras juegas con sus manos, tras unos segundos vuelve a levantar la vista para mirarle y desearía que no tuviera esa estúpida mascara, se levanta del sofá para encender la radio y poner algo de música, J le mira mientras se levanta, empieza a sonar una canción y el cuerpo de Blake empieza a moverse al ritmo de la música.

Sentimientos encontradosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora