La llamada del fondo del mar

Capítulo 1: Una llamada Inesperada

Eran las cuatro de la mañana del día cuatro de febrero, me encontraba sentado frente la ventana de mi sala, observaba las gotas de la lluvia caer sobre el asfalto, tomaba café cuando pensaba en las cosas que logre y mi camino que me llevo a salir de un pueblo pesquero a llegar a vivir en la gran ciudad, cuando de repente un sonido lejano me distrajo, me di cuenta que era el tono de mi celular, al levantarlo tenia una llamada de un numero desconocido el cual conteste apresuradamente pues pensé que sería de mi trabajo

- ¿Hola? - pregunte apresuradamente.

- Disculpe la hora de la llamada señor Azariel, soy el abogado de la familia de su abuelo, mi nombre es Jhonas, su familia me contrato para realizar deberes legales que quedaron pendientes. es mi deber informarle el fallecimiento de Nil- Dijo el abogado Jhonas.

- ¡Espera!, ¿me tomas del pelo? - exclame al enterarme de esta noticia.

-Señor Azariel, no lo tomo del pelo. el señor Nil ha fallecido en la noche del día 3 de febrero, su familia me ha pedido que me contacte con usted para darle la noticia- Dijo el abogado Jhonas.

-No lo puedo creer, digo, era de los más sanos de nuestra familia, es muy repentino esto- Dije sollozando.

-necesitamos que vengas y escuches el testamento de tu abuelo, te esperamos en la cafetería donde comían juntos los sábados, nos veremos el día del 5 febrero, cuando el ocaso del Sol inicie - dijo el abogado en el teléfono.

-colgó la llamada-

-no quería creer las palabras que decía el abogado Jhonas, pero algo me confirmo que era real lo que pasaba, ¡nadie además de mis padres sabia que desayunaba con mi abuelo en aquella cafetería con mi abuelo los días sábados!. - pensé sorprendido.

El lugar de encuentro estaba en un pueblo cercano de la ciudad donde vivo actualmente. le pedí a uno de los vecinos que cuidase mi casa mientras no me encontraba en ella. de inmediato llamé a mi trabajo y les Conté lo sucedido, pidiendo un tiempo para volver al trabajo, mientras le explicaba a mi jefe la situación en la que me encontraba sufrí un gran dolor de cabeza como si me avisase de que algo andaba mal. mi jefe colgó la llamada y me dispuse a realizar el viaje que tenía por delante. era un viaje de seis horas por lo que no debía desperdiciar el tiempo.

Sali en mi motocicleta la cual me regaló mi abuelo Mientras salía de la ciudad no podía dejar de pensar en que había pasado, como murió mi abuelo, aunque ya era de una edad avanzada seguía teniendo una vitalidad increíble, me atrevo a decir que varios chicos jóvenes le envidiarían esas ganas de hacer cosas, pero no me encontraba una explicación razonable.

Salí finalmente de la ciudad dirigiéndome aquel pueblo pesquero donde viví con mi abuelo, donde me crie y de donde escape para buscar una mejor vida, ¿debí pasar más tiempo con él?, ¿tenía que estar con él en el momento que dejase esta vida?, muchas de estas preguntas inundaban mi mente, llenas de arrepentimiento de las cosas que no hice y que debí de hacer, ¿le agradecí lo suficiente por todo lo que hizo por mí? fue justo en ese momento en el cual mis lágrimas volvieron a empezar a salir, una tenue luz empezó a llenar la carretera indicándome con más claridad el camino que debía de tomar.

Decidí descansar en un paradero cerca del peñón que dividía el agua y la tierra, me acerque a la baranda observando el gran acantilado que se encontraba a un paso de mis pies, observe como salía el sol a lo lejos, naciendo de la vista más lejana del mar que se podía encontrar, la noche se convertía en día, los pájaros empezaron a cantar, pero fueron interrumpidos por el tono de mi celular

- ¿Número desconocido otra vez? - pensé al recordar que guardé el número de Jhonas.

- ¿Hola?, ¿Con quién hablo? - pregunté sorprendido al no escuchar una voz

Un dolor de cabeza arremetió en mí, como si me advirtiera o avisara que algo mas grande estaba pasando, después escuche

- Mor 16°51pronto 53.748lo "N 11° conocerás 57'13.362" gawr Azariel - gritó quien estaba al teléfono, inmediatamente colgó la llamada.

Me asusté al escuchar esto, y ver que la llamada no quedó registrada en mi celular me saco más de lugar

Después de este extraño evento decidí continuar con mi viaje al pueblo pesquero donde se daría el sitio de reunión, me quedaban alrededor de 3 horas más de viaje.