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Hoy era el lunes, y el más tranquilo lunes del mundo según Karina.
─ Dicen que Aeri ya marcó a Yizhuo.
El jugo que estaba consumiendo por un sorbete terminó estampado en el rostro de su novia, que al sentir la humedad no demoró en lloriquear a la par que hacía muecas, totalmente asqueada.
─ ¡Rina! ─chilló dando un pequeño salto desde su asiento. ─ ¡Eres muy sucia! ¡Chu Chu!
─ P-Perdón ─tartamudea la alfa tomando con torpeza una servilleta. La envuelve y limpia el rostro delicado de la más pequeña con desdén, atisbando sus facciones y semblante enfurruñado.─ . Lo siento bebé.
─ Eres muy tonta... ─murmura adornando un puchero en los labios y arrugando el ceño con los brazos cruzados buscando intimidarla.─, ahora quiero dos cajas de leche.
Asiente como respuesta prometiéndole que luego irían a comprarlos y cuando termina de limpiar a su novia inmediatamente la pequeña gira su cuerpo vislumbrando a la pareja de su frente, ahora con las cejas alzadas, viéndose desorientada.
─ ¿Cómo que Yizhuo-ah está marcada? ─cuestiona hacia Yuna, una omega que era amiga de ambas. Minjeong tira una leve golpe a la mesa exaltando a las demás. ─ ¡Fue Uchinaga Aeri! ¡Karina hay que castrarla!
Desgalilla colgándose hacia su alfa una vez más con un poco de incertidumbre obligándole a mirarla.
─ ¿Qué? ¿Por qué?─ habla confundida ésta.
─ ¡Porque le habrá dolido a NingNing! ─le dramatiza Minjeong realizando muecas con sus manitos─ ¡Ojo por ojo! ¡Dolor por dolor!
Karina solo suspira esta vez viendo a Ryujin, y sintiendo a Minjeong acomodarse en su regazo genuinamente mientras le da un temblor. Según lo que ella recuerda es que no las había visto merodear cerca suyo el día de hoy .
─ ¿Están seguras chicas? ─les pregunta enredando sus manos en la delgada cintura de su omega mirando esta vez fijamente a Ryujin, una alfa y novia de Yuna. ─. No he olido indicios de una marca reciente.
Y era cierto, aunque bueno, si solo se centra todo el día estar con su pequeña novia es más que obvio no poder hallarse atenta a lo que se atreve a traerle el alrededor, su atención es tan inmensa en Minjeong que es incapaz de tomar consciencia al resto. Dios santo, al parecer esa alfa aterrizó hasta el punto más profundo del amor.
Culpable: Kim Minjeong.
La omega mayor, Yuna, se intenciona a rodar los ojos un poco celosa por la comodidad de aquellas novias, puesto que en este momento se encuentra peleada con su alfa, Ryujin, y ver a Minjeong restregándose en Karina y ésta mimándole dejando besos en su cabello asimilando a dos gatitos no le ayuda a que su humor avance a uno bueno. Bufa bajo, eran realmente dulces y estresantes.
─ Sí ─informa Ryujin luego de un silencio, carraspeando incómoda. Su postura era frígida asi como su forma de hablar, a Karina le recordó a un parecido con ella misma. ─. O solo eso podemos rescatar ya que Aeri y Yizhuo faltaron a clase.
─ Uh, pero también hubiera sido otra cosa por lo que no decidieron venir. ─argumenta la pelinegra plantando un beso en el cabello rubio de Minjeong, le gustaba regar sus labios allí mismo porque el olor de la omega desprendía con dulzura.
Ryujin alza una ceja.
─ ¿Cómo qué? ─le pregunta con un tono jocoso.─ ¿Aeri se enfermó y Yizhuo también?
─ Conociendo a esas dos tontas puede que Yizhuo-ah haya comido ensalada y en vez de prepararlo con vinagre terminó haciéndolo con alcohol. ─termina por decir Minjeong sorbiendo su leche de fresas por la pajilla.
Ahora tiene la atención de sus amigas, que le clavaron la mirada fijamente.
─ ¿Y Aeri? ─cuestiona Yuna.
─ Pues... Puede que Gigi-ssi la haya visitado luego de que Ning-ah enfermó y como es su novia intentó cuidar de ella, pero como se cansó de cuidarla ella decidió también enfermarse y asi no atenderla.─ Minjeong volvió a darle otro sorbo a su bebida.
Ryujin abrió los labios, incrédula. Mientras que Karina y Yuna estaban por darle un punto a favor por sus palabras razonables, ya que si esperaban eso de sus amigas, conociéndolas, y teniendo ya un tiempo de amistad.
La pelinegra sonríe un poco orgullosa por su omega, su pequeña era toda una genia con un coeficiente intelectual elevado.
─ Eres muy inteligente, Winter. ─alaba Yuna con una sonrisa en grande, algo inusual de su parte pero la chiquilla da tanta ternura.
─ Por no decir inocente ─ escupe Ryujin recibiendo un codazo por parte de Shin Yuna, sin embargo no le afecta y continua con su semblante inexpresivo. Sonríe con maldad en su interior al divisar la mueca confundida de la menor de todas. ─. Oh Winter, hablando de marcas ¿Cuándo crees que Karina te marcará?
Minjeong casi se atoró con su leche de fresas.
Touché.
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