p a r t e ú n i c a

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Espero que esto compense la falta de actualizaciones del fic que tengo en emisión. Demasiado dramático para escribirlo ahora mismo, pienso retomarlo cuando me sienta con más claridad mental.

Ximena_RaM este One- shot es para ti. Gracias por tus buenos comentarios y por la dedicatoria en el cap (perdona, que no la había visto hasta hace unos días). Te mando un beso (gay, o no gay, como lo prefieras).

—Katsuki.

Katsuki refunfuña, levantando una mano y agitándola a ciegas para tratar de golpear a quien esté perturbando su sueño.

—Déjame en paz —murmura con dureza. Estaba teniendo una increíble siesta después de haber pasado semanas sufriendo por el insomnio. Pero solo un idiota sería capaz de molestarlo sin mostrar una pizca de vergüenza.

—¡Katsuki! —repite el bastardo que está tratando de despertarlo y comienza a golpear su hombro suavemente—. Katsuki —El alborotador sigue golpeando su hombro.

Katsuki se queja. Tan jodidamente molesto. Si no hubiera sido por el pesado sueño que envolvía al rubio, no dudaría en golpearlo.

Katsuki permanece quieto como una roca, aprieta los ojos con fuerza y ​​trata de mantener la calma. ¿Esta persona no sabe que la gente necesita dormir?

El perturbador finalmente se detiene y Katsuki se relaja, aliviado. Deja escapar un suspiro inconsciente y justo cuando está a punto de regresar a la tierra de los sueños, siente un aliento ronco y suave colarse por su oreja izquierda.

—Cielo, por favor despierta.

Katsuki se despierta con sobresalto, apenas registrando el "¡Ay!" que proviene del perturbador cuando su cabeza choca con algo duro. Se tapa la oreja con una mano y busca frenéticamente al culpable. Qué demonios. Qué. Demonios.

—Eso dolió, hermano —El sonido proviene de una voz conocida (y molesta) y Katsuki dirige sus ojos en dirección a Kirishima, quien se frota el ojo.

El rubio se levanta abruptamente, pisa fuertemente hacia su novio, lo agarra por los hombros con brusquedad, haciéndolo chillar por la sorpresa.

—No se te ocurra volver a hacer algo como eso. Dios. Me hablaste directamente al oído. ¿Qué carajo?

Kirishima se ríe.

—Perdón, Kats —dice, frotándose la nuca—. No despertabas, así que hice lo que solía hacer mi madre para despertarme. Ahora llegamos un poco tarde a la misión.

Al escuchar la última oración, Katsuki se dispara al sofá de la agencia, donde se había dispuesto a descansar un rato antes de la patrulla, y recupera sus granadas. Kirishima lo mira embelesado mientras se pone en marcha.

Katsuki entrecierra los ojos.

—¿Qué demonios estás mirando? ¡Date prisa!

Kirishima sonríe y sus dientes son un destello claro y dulce que le revuelve las tripas. Se dispone a seguir a su novio, aún observándolo cuando este se calza las botas.

—¡Vamos!

Kaminari observa desde la puerta, ya preparado. Pone los ojos en blanco y murmura:

—Malditas parejas.

Es una noche hermosa. La luna está tan cerca de ellos que es más fácil apreciar sus siluetas y sombras rocosas, y las estrellas están más brillantes a pesar de ser la ciudad. Todo el ambiente resulta extrañamente pacífico y sereno.

un Katsuki suave no es un Katsuki feliz (kiribaku)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora