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Jay suspiró, agradecido con que ya se hubiera terminado esa sufrimiento

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Jay suspiró, agradecido con que ya se hubiera terminado esa sufrimiento.

'Sufrimiento' se refería a aquel programa de música donde tenía la desgracia de ser presentador. Hacía unas cosas que muy generosamente eran llamadas entrevistas, pues lo único que hacían eran dos preguntas estúpidas con respuestas ya pre-hechas. Tenía que leer su guión con tontas frases, actuando como si no lo fueran, y, tenía que aguantarlo a él mientras hacía su terrible actuación que solo daba vergüenza ajena.

Él era Park Sunghoon, también conocido como un dolor de cabeza.

La gente lo adoraba porque era tan bonito y siempre tan dulce con todos, pero Jay sabía que todo eso era pura mierda falsa. El segundo que las cámaras ya no estaban sobre él, Sunghoon actuaba como una perra.

Nunca se molestaba en mostrarle respeto a sus mayores ni a sus sunbaenim, se creía mucho solo por ser popular.

Era un idol exitoso y adorado por todos, promocionaba muchísimas marcas, era presentador en un programa de música, actuaba en bastantes dramas, y lo único que hacía era verse bonito.

Apenas y podía cantar, el color de su voz era lindo, debía admitir, pero era un vocalista débil que la mitad del tiempo no tenía idea de lo que hacía y solo lastimaba su voz fingiendo que podía cantar.

Era un bailarín decente, pero sus movimientos siempre carecían de energía, y era obvio que le importaba más no arruinar su peinado que dar una buena presentación. Además de que era torpe y siempre la cagaba en sus presentaciones, pero claro que todos encontraban adorable el verlo tropezar u olvidar la coreografía.

¡Ni siquiera sabía actuar! La única expresión que sabía hacer era la de princesa bonita que tenía todo el tiempo, y aún así, era el protagonista de un popular drama.

Jay no podía soportarlo, siempre rodaba sus ojos cuando se topaba con el chiquillo, dónde lo único que hacía era poner su cara de princesa y guiñar para intentar ser coqueto, dándole terrible vergüenza ajena.

Y la manera en la que siempre exageraba sus reacciones para obtener atención... Porque claro que estaba aterrado del confeti y debía hacer todo un drama cada que salía disparado. Claro que era tan débil que siempre debía poner la expresión de un infante pidiendo que le cumplan un capricho cuando no podía abrir una botella de agua.

Se creía adorable con todo lo que hacía, diciendo las cosas con su irritante voz de bebé y esa asquerosa expresión de infante caprichoso.

Y, Jay estaba atrapado fingiendo que le agradaba esa perra.

Porque... debido a que ellos dos eran los presentadores de un programa de música, todas las putas semanas debía pararse ahí a sonreír y decir tonterías mientras fingía que le agradaba Sunghoon.

Ya estaba en su límite, y no creía poder aguantar otro segundo del problemita de actitud de Sunghoon.

Hizo una reverencia, despidiéndose del grupo que habían 'entrevistado' y con el que realizaron la despedida del programa. Y, de reojo, miró a Sunghoon, quién solo se hacía el tonto con el pequeño papel del guión y su micrófono, ignorando por completo a aquel grupo, que, de hecho eran sus sunbaenim.

ᦕ S𝕦𝕟b𝕒𝕖𝕟im ¹Donde viven las historias. Descúbrelo ahora