Rubia, no tonta

Capitulo 5: Conóceme no juzgues un libro por su portada

La verdad es que no me he presentado como se debe hacer, ya que no soy buena haciéndolo, pero prefiero contar esto antes de continuar con mi historia, lo más importante de todo es: la verdad a la cara, las mentiras te las metes por el culo. Ese es mi lema y siempre lo será. Lo siguiente que voy a contar es más importante que lo sepas, más importante que mi nombre o mi edad, si no tienes las cosas claras de la persona con la que te metes, mejor que no lo hagas, y ahora sí que sí, está soy yo:
Soy el tipo de chica que tiene que tener la última palabra, que si quiero puedo ser la mejor persona, pero también la peor. Soy caprichosa y a veces bastante borde. Odio madrugar los sábados y acostarme pronto los viernes. Odio repetir las cosas una y otra vez, pero me encanta que me las repitan. Necesito sentirme querida. Soy de las que se pasaría llorando toda la vida cada vez que veo una película de amor, de esas historia donde todo es perfecto. Soy de esas que se ponen a dieta y no duran ni dos horas. No me gusta que me hagan daño, pero a veces lo hago yo. Detesto esperar, por eso me levanto antes para que no me esperen a mi. Puede que un momento me veas la persona más feliz del mundo y a los cinco minutos tenga ganas de llorar. También soy de las que le cuesta muchísimo dar el primer paso. Soy de las que luchan por lo que quieren, y no paran hasta conseguirlo. Nunca me decido por nada, un día quiero una cosa, y al siguiente todo lo contrario. Puedo tener miles de defecto, pero sigo a delante y no tiro la toalla pase lo que pase. Me encanta escuchar canciones tristes y pensar que podría estar peor. Soy la persona más pesimista del universo. Me encanta hacer reír a la gente. Soy demasiado confiada con desconocidos y muchas veces desconfío de mi gente. No soporto que la gente me diga lo que puedo o no puedo hacer. No tengo pájaros en la cabeza, tengo un palomar entero. Puedo llegar a ser la persona más falsa del mundo si me lo propongo. Me preocupo demasiado y me rallo por cualquier cosa. Me encanta malmeter contra la gente que no soporto. Pero si hay algo que de verdad me gusta es ser feliz y ver lo poco que disfrutas de ello.
Ya con eso en mente, puedo continuar, ahora sí, soy Zoe Harrison, tengo 17 años, rubia de ojos marrones, tengo una molesta y absurda marca de nacimiento en el cuello, al igual que mi hermano mellizo, Zack, él tiene 10 minutos más que yo, tengo otro hermano mayor, Zeke, es el que menos se parece a nosotros, es castaño y de ojos marrones, tiene 22 años, y por último, Zandaya, la enana de la casa, tiene 13 años, es rubia de ojos azules. Mis padres tienen un obsesión por la letra Z, o eso parece.
A estas alturas de la vida, me he dado cuenta de cual es el secreto de la vida, lo que tiene preparado para nosotros, y esto quiero compartirlo con vosotros, para que lo tengáis en cuenta:
He cometido muchos errores. He llorado por quien no debía y he reído con falsas amistades. He tropezado dos veces con la misma piedra, y cuando pensaba que ya no lo haría más, me empujaron y caí estampada una tercera. He perdonado mucho, demasiado. He callado muchos "te quiero" que, por miedo o inseguridad se quedaron en el aire, aunque en la despedida a veces los decía camuflados, y he regalado muchos "te quiero" simplemente por cumplir. Ha habido veces que me he despertado con ganas de comerme el mundo y otras que parece que el mundo me come a mi. He gritado con fuerza, pero mi voz nunca salía. He callado verdades para no hacer daño. He salido sin ganas de fiesta y he vuelto con los tacones rotos de tanto bailar. Hay días que dormía solo para poder ver a una persona especial en un sueño, y ha habido veces que no he podido dormir pensando que al despertar no estaría conmigo. He pasado por fases, he sido la niñita inmadura e insensible, y he madurado a base de palos. He creído en lo imposible hasta que se destrozaron mis metas. He abrazado a personas que pensé que nunca me harían daño y me he dado cuanta de que esas personas no se merecían ni el roce de mi piel. He cantado en la ducha hasta que mi garganta no podía más. Ha habido días que me sentía preciosa, y otros en los que no quería ni mirarme al espejo. He disfrutado de pequeños detalles. Y he aprendido poco a poco en que consiste la vida. El secreto de la vida está en no arrepentirse de nada y afrontar todo con una sonrisa.
Esa ha sido la lección más valiosa que he aprendido en mi corta vida.
Muchas veces he deseado volver hacia atrás o pausar el tiempo, no existe ese maravilloso botón del que todos hablan, no puedo decidir parar las cosas cuando me da la gana, puedo tomármelo con calma, pensarlo y analizarlo, pero el mando a distancia es solo para la televisión. No puedo evitar darle vueltas a mis sueños de cada noche en mi cabeza, ni puedo parar de pensar en el "¿Y si hubiese hecho otra cosa en ese momento?" Muchas veces al día se me pasa por la mente la idea de abandonarlo todo y empezar de nuevo, pero ese es un truco que he utilizado demasiado, ahora lucho por lo que quiero. Puedo inventarme personajes, vidas, sentimientos, puedo intentar que parezcan reales, para creérmelos y que se los crean, los cuentos de hadas, con ponis, unicornios, purpurina y florecitas son geniales, pero vivir todo el tiempo en ellos es completamente imposible. Solo quiero dormir, soñar algo nuevo, y despertarme sabiendo responder al menos a una de mis preguntas, porque yo sola no me siento capaz. Hay días en los que casi ni me mantengo en pie. No sé si podré con el bienestar de las personas que quiero. No sé si juntos podemos. Por ahora, me queda creer en ello.
Esta soy yo, si te gusta bien, y sino también, puedes seguir conmigo en esta historia o dejarme de lado, te digo que te puedes sorprender, que no siempre todo es lo que parece, que no hay que juzgar el libro por su portada, pero a mi no me engañas, todo en esta vida se puede juzgar, y eso yo lo sé muy bien, a mi no me tomes el pelo, porque de buenas pues muy bien, pero de malas te conviene correr, porque mira, SOY RUBIA, NO TONTA, besitos 😘