Capitulo único.

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En la esquina de la habitación se encontraba Luo Binghe con una sonrisa socarrona mientras sostenía su cigarrillo con dos dedos y observaba el cuerpo del pelinegro bailar.
Le dió una calada y soltó el humo guiñándole el ojo cuándo sus ojos se encontraron.

Shen Yuan se acercó a pasos apresurados, con sus puños apretados y el ceño fruncido.

- ¿Qué hacés aquí? -

- Hola a tí también. - Luo Binghe le sonrió mordiendo su labio y tiró el cigarrillo pisándolo con la punta de su zapato.

- No estoy de humor para tus bromas, Binghe. - Shen Yuan gruñó tomando su brazo y tirando de él con fuerza hasta que salieron de la ruidosa habitación. - ¿Quién carajos te invitó? -

- Ning YingYing. - Tiró de su cintura hasta que sus cuerpos se juntaron, el azabache tomó su mentón. - ¿Y ésto? - Preguntó refiriéndose a sus tirantes.

- La fiesta es elegante, imbécil, que tú llegues con tus pantalones rotos y tu camisa deslavada no significa que todos va a estar igual. - Shen Yuan movió su rostro y lo empujó cruzándose de brazos.

- Igual te follaré con ellos más tarde. - Luo Binghe se acercó y lamió su mejilla mientras reía. - Felicita a tu novio de mi parte, guapo. -

Shen Yuan chilló cuándo sintió la nalgada y miró la ancha espalda del azabache desaparecer por la salida. Apretó sus ojos con furia antes de respirar y regresar a la fiesta.

- Hey, cariño, ¿dónde te metiste? - Los amorosos brazos de su novio lo rodearon por atrás.

- Tuve que ir al baño. - Se giró para verlo y entrelazó sus manos sobre los anchos hombros del castaño. - Feliz cumpleaños otra vez, Qingyuan. -

Yue Qingyuan le sonrió besando sus labios.

- Creo que ví a tu amigo Luo Binghe cerca del bar hace un rato. - El más alto le peinó el cabello con una mueca.

- Binghe no es mi amigo, amor. - Río fingido y luego lo llevó hacía la pista. - Esa es mi can-

- Tu canción favorita, lo sé, A-Yuan. -

Mierda, no el apodo...

Siempre que escuchaba a su lindo novio llamarlo así sentía que se le clavaban más de cien flechas de culpabilidad. (Guiño, llora, guiño)











Se escabulló de entre sus brazos, caminando silenciosamente sobre sus puntas y bajó las escaleras. Con cuidado se colocó sus jeans y mordió su labio cuando la puerta de la entrada soltó un chirrido. Esperó. Ningún otro sonido se escuchó. Shen Yuan cerró con llave y abrazándose a sí mismo se acercó hasta el azabache que lo veía apoyado en la puerta de su auto.

- Tardaste mucho. - Le dijo estirando sus brazos para abrazarle.

- Estaba cansado. - Susurró estirándose, sonriendo cuándo los cálidos labios del menor chocaron con los suyos.

- ¿De que? ¿De bailar y tomar vino tinto? - Rodó los ojos burlón y le abrió la puerta. - Hace frío, sube. -

- ¿A dónde vamos? - Preguntó cuándo Luo Binghe entró al auto.

- Son las dos de la mañana, Yuan, ¿A dónde crees que vamos? - Le apretó el muslo antes de encender el auto.

Shen Yuan se sonrojó sintiéndose repentinamente acalorado.








Era una mierda de persona, sabía que lo era. Yue Qingyuan era un buen chico, amable, atractivo, caballeroso, el novio perfecto, pero Shen Yuan no se podía resistir al azabache de ojos hipnotizantes y sonrisa seductora. No cuándo le enterraba los dedos en la cadera mientras lo jodía con fuerza.

¿El lo sabe, A-Yuan? Donde viven las historias. Descúbrelo ahora