Cortejando a Harry (Larry Stylinson) (Manada de la luna #3)

prólogo

Sabes lo que tienes que hacer. —La profunda voz le recriminó desde las sombras.

Harry Styles estaba de pie en medio del vacío almacén. Detectó un penetrante olor a moho y excrementos en el aire, mientras miraba la fotografía del impactante hombre rubio que brillaba como si hubiera atrapado la luz del sol.

¿Cómo había llegado a esto su vida?

—Lo capturaré y te lo traeré. —Vio hacia las sombras entrecerrando los ojos hacia la figura cubierta por la oscuridad—. ¿Qué le vas a hacer?

—Ese no es tu asunto. —El extraño gruñó—. Él asesinó a mi hermano. Tráemelo y me aseguraré que tu hermana no sea la siguiente en morir.

—¿Ella regresará a salvo? —preguntó Harry, levantó su otra mano para ver de nuevo la fotografía de su hermana atada, sus ojos bien abiertos con terror. Frente a ella sosteniendo el periódico para que pudiera ver la fecha. Ayer. Su pobre hermana había estado a merced de los psicóticos, desde ayer.

—Ella será liberada.

Harry no confiaba en el hombre que no le daba su nombre ni le mostraba su cara, ¿pero qué elección tenía? Su dulce hermana solo tenía veinte años, ¿quién sabía lo que el demente bastardo podría hacerle? Él tenía un difícil momento pensando que ese hombre que parecía tan inocente pudiera matar a alguien, pero extrañas cosas sucedían. Y ya que Anthony hubiera o no matado no importaba en el esquema de las cosas porque necesitaba recuperar a su hermana.

—¿Ella está bien?

—Tendrás que esperar eso, ¿verdad? —Fue la respuesta del malvado.

—Quiero hablar con ella antes de hacer esto.

—Estás bajo la falsa ilusión de que tienes opciones, señor Styles. Solo tienes dos opciones, puedes hacer lo que digo y salvar a tu hermana o puedes elegir no hacerlo y se te entregará su cuerpo en muchas pequeñas partes.

Harry cerró los ojos mientras vendía su alma al diabólico entre las sombras que tenía el destino de la hermana de Harry en su poder. —Lo haré.

—Sabía que llegaríamos a un acuerdo. —El hombre dijo con gran satisfacción—. No te tomes mucho tiempo en capturarlo, no tengo mucha paciencia y no puedo garantizar que tu hermana esté a salvo más de una semana.

Harry asintió, su estómago se cerró mientras la risa llenaba la bodega.