-¿Que fue eso?- Sakura se cubrió el rostro con las manos, a su lado Sasuke soltó un poco elegante soplido, la respiración y el corazón le marchaba a toda velocidad, y su cerebro apenas podía procesar que el chico más callado del salón fuera tan buen...
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Sakura anotaba lo más rápido que sus manos le permitían, no sé podía permitir un error más.
—. Bien, ahora él próximo trabajo— el profesor Kakashi borro el pizarrón sin ninguna piedad, se escuchó el lamento de varios estudiantes mientras el borraba la lección de ese día—, nececito que los hombres hagan un informe sobre la ovogenesis, y las mujeres quiero que hagan un informe sobre el sistema reproductor masculino y la espermatogenesis— Sakura soltó un gemido lastimero, realmente estaba odiando la clase de anatomía—, quiero trabajos detallados y bien elaborados, nada de buscar en Wikipedia y solo copiar y pegar, quiero una verdadera investigación y es por eso que los asignare en parejas, seran de un hombre y una mujer— la pelirrosa miró con odió a su maestro.
—¡Yo quiero con Hinata!— grito Naruto mientras levantaba la mano.
—¡Es claro que quieres con Hinata!— grito Neji burlándose del rubio, a su lado, Hinata se encogió en su asiento, Sakura sintió cierta lastima por su amiga, Naruto había estado básicamente acosando a la pobre chica, el imperativo chico no podía entender que Hinata no estaba interesada en él.
—. Sí, si, como quieras Naruto, te quedas con Hinata— Sakura miró a la peliazul, la dulce chica tenía las mejillas rojas y una mirada triste, lastimosamente no sé podía hacer mucho, las parejas debían ser chico, y chica, tal vez ella podría intercambiar de pareja con Hinata, ¡Sí! Esa era una gran idea, cuando le asignarán a su compañero ella lo intercambiaria con Hinata, así ella se tendría que ahorrar el mal tragó de trabajar con Naruto—, Neji, vas con Tente, Sakura, vas con Sasuke— ¿Sasuke? ¿Y ese quién se suponía que era? Miró por el salón, Sasuke, sería tal vez, ¿Sasuke Uchiha, o ese era Itachi? ¡Maldita sea! Era un asco con los nombres.
Suspiró, y solo escucho el resto de nombres de las parejas, solo esperaba que Sasuke fuera un chico amable y aceptará el trato, no quería que su amiga Hinata pasará más del tiempo necesario con Naruto—. Esas son todas las parejas, ahora ya pueden irse— Sakura suspiro mientras guardaba sus cosas en su mochila.
—. Hinata— le habló a su amiga, la peliazul la miró con dulzura—, quiero que hagamos un cambio— los ojos claros de la chica la miraron confundidas—, se que no te gusta la idea de trabajar con Naruto, si quieres podemos cambiar de parejas, y tú haces el trabajo con Sasuke, así te evitas un mal momento— la dulce chica sonrió y asintió inmediatamente.
—. Estaría...—
—. Me reuso a ese acuerdo— una voz masculina interrumpió a Hinata, Sakura quitó su mirada de la peliazul, sus ojos miraron al pelinegro, seguramente él era su compañero, y al parecer, él no estaba de acuerdo con cambiar de pareja, esto era un problema.
—¿Saske?— pregunto, él solo la miró muy serio, un escalofrío le recorrió la espalda, ese chico daba mucho miedo.
—. Sasuke— la corrigió con irritación marcada en la voz, sus mejillas se volvieron del color de su cabello, Sakura asintió con vergüenza.
—. Discúlpeme— pidió con honestidad, entonces recordó que él se había negado a trabajar con Hinata—, nececito pedirle un favor— él levantó una de sus oscuras cejas, Sakura tomó eso como una invitación a seguir hablando—, me gustaría cambiar de pareja, me preguntaba sí tú querías trabajar con Hinata y yo...—
—. No— Sasuke se negó de inmediato, sin darle oportunidad de terminar lo que diría—, la verdad no estoy interesado en recibir un castigo de Kakashi, no es secreto para nadie, que él es inflexible, y si cambiamos de parejas, los cuatro resultaremos afectados, así que no, muchas gracias no— Sakura se mordió el interior de la mejilla, Sasuke tenía toda la razón, pero ella no quería que su amiga Hinata estuviera sola con Naruto.
—. Tal vez...—comenzo la pelirrosa.
—. Sakura, tranquila— Hinata le coloco una mano en el hombro llamando su atención—, yo estaré bien, solo procuraré reunirme con Naruto en lugares transitados, haré todo lo posible para no estar solos— su amiga le dió una sonrisa llena de ternura, a Sakura se le removieron las entrañas, Hinata era como una hermana menor para ella, y por lo tanto deseaba protegerla.
—. No sé, Naruto es mucho más grande que tú, fácilmente podría someterte— se sentía verdaderamente preocupada, en cambio su amiga solo sonrió.
—. Eso no es un problema, sabes mejor que nadie lo fuerte que puedo gritar, además estoy tomando clases de defensa personal, soy la mejor de mi clase y lo sabes— Sakura lo sabía, pero aún así siempre se preocuparía por ella, un teléfono sonó, y Hinata saco el suyo, soltó una pequeña maldición y la miró con vergüenza—, debo irme, mi mamá me mandó un mensaje para saber dónde estoy— se levantó a toda prisa del asiento—, adiós Cerezo, adiós Sasuke— la chica se despidió con una gran sonrisa.
—. Entonces— la voz de Sasuke le hizo voltear a verlo, él se acercó mucho a ella, apenas dejando unos centímetros entre sus rostros—¿Tú casa, o la mía?— le pregunto en un tono bajo, como sí le susurra un secreto, el aliento fresco le acarició los labios y ella solo pudo estremecerse.
—¿Q-que?— tartamudeo, su cerebro y su boca parecían haberse desconectado quitandole la capacidad de hablar, él la miró con dureza.
—. Odio repetir dos veces las cosas— otra vez el aliento de Sasuke le acarició los labios y ella sintió las piernas aflojarsele, ¡Maldita sea! ¡Él estaba demasiado cerca, invadiendo su espacio personal!—¿Tú casa o la mía?— le dijo despacio, lo miró confundida, ¿Él para que quería ir a su casa? Lo miró a detalle, él no era un chico guapo, más bien normal, era alto, eso no podía negarlo, delgado, con ojos y cabello negro, no había nada especial en él, no tenía cara de asesino serial, o bueno, uno nunca sabía que era realmente la gente, por supuesto que no llevaría a un desconocido a su casa.
—. Tu casa— susurro bajito, él asintió y se alejó devolviéndole su espacio personal, Sakura soltó el aire que no supo en qué momento lo comenzó a retener.
—. Bien— él le extendió un trozo de papel con un número telefónico—, llámame mañana a las 8, yo te daré mi dirección y nos vemos en mi casa, debemos terminar este trabajo lo antes posible— Sakura asintió anonadada, él solo le dió una última mirada antes de retirarse e irse sin decirle nada más.
