Sobre una chica

Capítulo 2

Capítulo 2 ||

No había desaparecido de la noche a la mañana.

Eso había sido obvio cuando entró a la clase de Encantamientos ese viernes por la mañana y ninguno de los Slytherin estaba allí. Todos los demás también se habían dado cuenta y algunos estaban susurrando entre ellos, pero Harry estaba tratando de bloquearlos mientras tomaba su asiento habitual y trataba de ignorar la silla vacía junto a la suya. Normalmente, Greengrass ya habría estado aquí cuando entró por la puerta; dependiendo de lo cerca que estuviera del comienzo de la clase, habría obtenido un 'Morning Potter' o algo como 'Cortarlo bien, ¿no es así?' de ella.

Lo echó de menos, lo que le sorprendió.

No tenía mucho tiempo para concentrarse en eso antes de que comenzara la clase, pero estaba distraído durante la clase y empeoró a lo largo del día. No ayudó que su siguiente clase fuera Transfiguración, en la que ella también se sentaba cerca de él, si no justo a su lado. Quizás sorprendido era la palabra equivocada, al menos cuando se trataba de extrañarla en general: se habían hecho amigos este año y él disfrutaba hablando con ella. (Ella tampoco era dura a los ojos, pensó su mente traicioneramente antes de apartar ese pensamiento.) La única parte que podía considerarse sorprendente era cuánto la extrañaba.

Solo habían comenzado a hacerse amigos recientemente. ¿Cómo la extrañaba tanto ya?

Sus sentimientos eran aparentemente obvios porque Ron le dio una palmada en la espalda y dijo: "Greengrass estará bien, amigo"; y Hermione aparentemente se había escapado rápidamente a la biblioteca anoche y había regresado con un libro que tenía una sección sobre la magia que cambia la edad. "Solo dura mucho cuando hay una verdadera habilidad detrás. Dudo que algunos de cuarto año hayan sido capaces de hacer algo demasiado fuerte".

Estaba agradecido por su preocupación, aunque un poco confundido acerca de cómo Ron sabía que había estado extrañando a una persona en particular. Ron acababa de encogerse de hombros. "Siempre estás hablando con ella. Honestamente, Hermione y yo estábamos empezando a pensar que te gustaba."

"Nunca dije la palabra imaginaria", protestó Hermione, sin mirarlo a los ojos.

"No tenías que hacerlo. Era obvio," respondió Ron, sonriendo un poco.

"¡No me gusta Daphne Greengrass! Somos amigos, eso es todo". Trató de hacer que su tono sonara lo más seguro posible, y luego se dio cuenta de que solo lo hacía sonar como si estuviera protestando demasiado.

Ron y Hermione acababan de compartir una mirada antes de, afortunadamente, dejar el tema.

Sí, eso había sido incómodo

También tenía que admitir que, además de extrañar al Greengrass normal, también le preocupaba la versión más pequeña de ella. Ella había estado bastante asustada por todo y no lo soltaría; esperaba que no le hiciera daño cuando se despertara y él se hubiera ido y que se estuviera llevando bien con los otros niños. Maldita sea, estaba empezando a sonar como Hagrid después de haber renunciado a Norbert (en realidad Norberta, pero ellos no lo sabían en ese momento).

No ayudó que cuando entró al comedor durante el almuerzo, hubiera mirado hacia la mesa de Slytherin para ver si tal vez ya había desaparecido. No tenía muchas esperanzas de que así fuera, pero aún así se sintió decepcionado cuando vio que los estudiantes de mayor edad en esa mesa eran de sexto año. Ignorando las miradas de complicidad en los rostros de sus mejores amigos, se acercó a la mesa de Gryffindor y comenzó a poner comida en su plato, pero no estuvo allí mucho antes de que alguien caminara detrás de él.

Astoria Greengrass le dio una palmada en el hombro y le dijo: "Tengo que decirte algo, pero sé que todo está bien ahora. Hubo una especie de pequeño incendio en la enfermería". Dejó caer el tenedor que sostenía y golpeó su plato con un fuerte estrépito. Antes de que pudiera decir algo, ella se apresuró a explicar: "Todos están bien, Harry. Madame Pomfrey lo sacó justo después de que comenzara, y se acabó antes de que yo llegara. No es que me dejara entrar a verme." " Su tono había cambiado a un gruñido molesto en la última parte, pero su mente todavía estaba atascada en lo del fuego.