Bésame si me amas

04

Son problemas de la vida, no te hagas más drama y afróntalos, si claro, suena tan fácil decirlo que no importaría en nada lo que siento o pienso, si solo debo afrontar los problemas como si nada hubiera pasado, como si la misma sociedad no me estuviera haciendo más mierda.

¿Acaso son solo cosas de mi cabeza?, ¿Solo lloro por las puras?, ¿Por qué soy débil?, siempre aparento ser una mujer fuerte, una que puede con todo a pesar de cualquier adversidad, que sin importar nada hace las cosas tranquila y sigue como si nada estuviera pasando pero es todo lo contrario, me estoy debilitando poco a poco que mi cuerpo me está empezando a fallar, hubieron días que pensaba el tirar la toalla pero no puedo, maldita sea no puedo y odio seguir aparentando algo que no soy, solo por el simple echo de que los demás sentirán lástima por mi, odio eso.

¿Tan difícil es entender eso?, tantas señales que les he dado y a ninguna de ellas les han hecho caso, cuando de verdad quiera irme, cuando de verdad este a punto de irme, ahí querrán agarrarme, aferrarme a esta vida, esto no es vida, este sufrimiento no es vida, los maltratos tampoco lo son, es cualquier cosa menos vida, si esto es vida para ustedes, entonces no quiero seguir siendo parte de esto, no puedo pero mi bebé, mi razón de vivir, mi razón de ser, mirarlo a los ojos mientras me trago mis lágrimas por no ser suficiente para él, por no ser la madre que se merece, con solo mirarlo me reactiva las esperanzas de que al menos algo mejoraría.

Aún cuando todo apuntaba a que no pasaría, los ahorros se iban acabando y la desesperación la consumía poco a poco al no saber que haría cuando viera la refrigeradora completamente vacía, cuando los recibos de luz, agua y demás cosas empezarán a llegar sin saber como solucionarlo sin tener ningún salvavidas, se había pasado empresa por empresa a dejar su currículum pero como su ex jefe le dijo que no esperara ninguna carta de recomendación de su parte claro eso lo entendía pero que la noticia vergonzosa haya rondado como si fuera un chisme, eso causaba que iba a colmar sus límites.

Se encontraba sentada en una banca con una lata de licor en su mano sintiéndose tan sola, derrotada y furiosa por no saber por que vía cruzar, había revisado la hora del reloj de su muñeca, aún quedaba tiempo que a decir verdad era un par de horas para poder recoger a su bebé, una lágrima rodó por su mejilla al pensar que debía sacarlo de allí por falta de liquidez, él no se merecía esto, aún era muy pequeño para que compartiera su sufrimiento ¿Cómo se le había derrumbado el mundo en tan poco tiempo?, a pesar que quiso comprobar su inocencia las cartas en juego se en su contra, no le quedaba más nada que tragarse cualquier insulto que tendría que decirle a cualquiera que la insultara por no haber tenido ética ni moral en sus acciones.

—¿No es muy temprano para embriagarse?

Bajó la lata dejándola a su lado aún con la mano en esta girando su cabeza notando como el hombre que la había estado hostigando por más de dos meses se sentaba a su lado acomodando su pulcro traje mientras ella pensaba que era un niño riquillo queriendo presumir lo que tenía, que quería ser envidiado y podría tener lo que quisiera con solo chasquear un dedo o llorar desconsoladamente en los brazos de su papi, rió cortamente al pensar aquello tomando otro sorbo notando que su lata casi quedaba vacía, perfecto, ahora no podía darse el lujo de comprar otra.

—¿No le han dicho que es un jodido grano en el culo?

Volteo mirando con burla como el contrario le abría los ojos indignado por lo que había dicho, al menos pensaba que se debía divertir un poco con él sabiendo que no le haría daño, sino lo hubiera echo desde hace tiempo, aunque también pensaba que estaría esperando el momento perfecto para hacerlo, aún no podía confiarse por completo de él si con las justas conocía su nombre por parte de su amiga.

—Creí que eras una mujer con un vocabulario correcto, una madre benévola y trabajadora.

Rió cortamente llevando la lata a su boca tomándola por completo suspirando triste al saber que había quedado completamente vacía, miró la hora del reloj sabiendo que aún le quedaba tiempo pero no quería seguir perdiéndolo con el magnate, chasqueo los dientes algo molesta por su comentario pero de todas formas le parecía gracioso la faceta pensada que tenía sobre ella.

—Oh, disculpe señor mío por no cumplir con las expectativas de la mujer que quiere o que tanto anhela, ahora que soy así como puede ver, déjeme de joder que suficientes problemas tengo ahora.

Bufó enojada levantándose de la banca, empezó a caminar hacia un bote de basura tirando la lata vacía, suspiró mirando hacia el cielo decidida a irse a recoger a su bebé, necesitaba un poco de energía para poder continuar buscando trabajo sin embargo una mano en su muñeca no la dejó continuar provocando que volteara a ver al hombre que la miraba serio indicando con solo sus ojos que deseaba que se quedara con él, ella no quería, le diría que no si se lo pidiera pero se sentía completamente perdida en sus ojos aquellos que ocultaban tantos secretos que morían por ser revelados.

—A decir verdad me sigues gustando, esta faceta tuya es nueva para mí y me anima a seguir conociendo más de ti.

Soltó todo el aire que tenía retenido liberando su muñeca que sin duda sentía que el contrario quería seguir teniéndola apresada, se mordió los labios para por fin mirarlo fijamente a los ojos buscando algún indicio de lo que realmente quería aquel hombre, sabía que debía terminar esta situación rara en la cual se encontraban, la cual la tenía hostigada, debía darle fin ahora mismo.

—¿Qué es lo que quiere realmente?, vamos a conversar como los adultos que somos y me va a decir las verdaderas intenciones que tiene porque han pasado casi dos meses y sigue ensimismado de que aceptaré su estúpida propuesta.

Bien, un aplauso para nuestra querida protagonista quien al fin había soltado lo que tanto tenía retenido, aunque a decir verdad se había tardado demasiado, mientras que el hombre en su enfrente la miraba curioso soltando una pequeña risa divertido al mirarla enojada, podemos decir que aquello lo prendía, oh sin duda lo prendía, tanto que quería tenerla a su merced para poder castigarla al hablarle de esa manera pero no podía por más que quisiera y debía comportarse como todo el caballero que era.

—Me gustas, ya te dije que creo en el amor a primera vista y mi propuesta sigue en pie, dame la oportunidad de poder enamorarte, te daré todo lo que quieras pero solo acéptame.

Aquello la dejó sin aliento, diferentes palabras pero la misma estúpida propuesta, antes le hubiera vuelto a decir que no pero ahora la situación cambiaba, no quería depender de nadie, odiaba estar rogándole a alguien por ayuda cuando ella misma podía costearse sus cosas, que ella misma podía solucionarlo todo pero ahora se encontraba contra la espada y la pared, necesitaba ayuda y odiaba no poder gritarlo a los cuatro vientos sin sentirse miserable, agachó la cabeza sintiendo la impotencia de no poder continuar sola como lo había estado haciendo los últimos años, si antigua yo la estuviera viendo ahora, sin pensarlo la hubiera abofeteado por tremendas estupideces que hacía.

—Esta bien lo pensaré, dame un tiempo para hacerlo.

—De acuerdo, sabes que te estaré esperando.

Agarró su mano nuevamente acercándola a sus labios donde depositó un corto beso sin quitarle la mirada de sus ojos, tan penetrantes que a ella le causó un escalofrío por todo el cuerpo reteniendo en lo más profundo de su garganta un jadeo y deseando que la tocara más, demonios que le pasaba, se soltó rápidamente tragando duro al mirar como este reía como si estuviera jugando con ella, se giró caminando de manera apresurada hacia el destino que se había plantado hace horas, mientras que el magnate se mordía los labios deseoso y ahora seguro de que recibiría su llamada, solo contaba las horas para que su teléfono sonara y volviera a escuchar la voz de la chica que podría tenerlo loco.

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