En la vida, no necesitamos grandes pertenencias ni propiedades, pues en ocasiones, un gesto de amor o cariño vale mucho más que todo eso. Vivir para morir es nuestro destino, y aprovechar al máximo cada segundo de vida es nuestra obligación. Sin embargo, tienes en tus manos el poder de influir en la vida de los demás. Un poder que puede decidir el rumbo y el destino de personas inocentes que solo buscan vivir felices en un mundo más justo, comprensivo y cálido.
Esta es la historia de un alma rota.
Le conocí en internet en medio de una pandemia, en aquel momento debíamos cumplir con una cuarentena obligatoria por temas sanitarios, así que tenía mucho tiempo libre y era normal pasar jornadas largas con mi celular o mi computadora.
Su nombre era Tyler, y la primera impresión que tuve al hablar con él es que era un chico divertido, carismático y alegre...
Uff... Que lejos estaba de la realidad.Poco a poco fuimos tomando confianza, quedamos para jugar todos los días por la noche, en ocasiones soliamos quedarnos hasta muy tarde hablando de cualquier tema. Los meses pasaron y él se fue abriendo más conmigo, las conversaciones eran cada vez más largas y personales.
Una de esas madrugadas empezó a hablarme de su vida, para ser más específicos, del día de su nacimiento. Sus padres vivían en condiciones precarias, su madre debía alimentarse con cremas sin azúcar y con lentejas sin sal porque no había para nada más. Su nacimiento fue todo un milagro, 8 horas de parto y al borde de la muerte, los médicos temían que naciera en un cuadro de desnutrición severo y la sorpresa fue ver a un bebé fuerte y bien alimentado, los médicos se asombraron y asociaron esto a que el chico se había alimentado de la sangre de su madre.
Su infancia fue dura, no recordaba momentos en familia, sus cumpleaños los pasaba en soledad porque sus padres trabajaban día y noche.
Al iniciar el periodo escolar, iba solo a clases, mientras los demás niños iban todos acompañados por sus padres, él se sentaba en una esquina del salón a mirar a sus compañeros y burlarse de aquellos que lloraban al ver a sus padres partir. Su actitud era un poco desafiante, no conocía el cariño y algunos valores como el respeto o la solidaridad, porque nunca había escuchado de ellos.Era normal para sus padres recibir citaciones a la rectoría porque su hijo estaba haciendo travesuras, si no les citaban por que el chico le había pegado a una compañera, entonces era por faltarle el respeto a sus profesores.
Al escuchar todo esto reía mucho porque no concebía tal actitud revelde de un chico tan educado y sonriente, y se lo hice saber. a lo que él me contesto con un: ¿te puedo contar algo? a lo que respondí positivamente.Y despues de un suspiro empezo a relatarme lo siguiente:
Hubo un momento en su vida que marcó su vida para siempre, él solo tenía 12 años, cuando un grupo de chicos de entre 14 a 15 años, con los que siempre tuvo rencillas producto de su actitud tan desafiante, lo siguieron hasta casa, un golpe seco en la nuca con un palo de una escoba y Tyler cayó al suelo casi noqueado, recibía patadas y golpes en el suelo, de toda la pandilla.
Uno de ellos rasgó las ropas del chico casi moribundo y finalmente abusaron de él repetidamente, dejándole tirado en medio de la sala, inconsciente, sin fuerzas y con la cara empapada de sudor, lágrimas y sangre. Desde aquel día, su vida cambió para siempre, aquel chico desafiante, que no temía alzar la voz a sus profesores o pegarles a sus compañeros murió en aquel momento. Después de aquel suceso Tyler se convirtió en un chico tímido, callado, reservado, que temía acercarse a las personas por miedo a ser lastimado, aunque quería a toda costa hacer ver a todos los que le rodeaban que era feliz, que era un chico normal.
Mi sensación al leer su historia es quizá la misma que estás sintiendo tú ahora mismo.
¿Impotencia?, ¿Rabia?, ¿Empatía?, ¿Ganas de llorar?Después de aquella conversación tan larga, no tenía otro objetivo en la vida que no fuera alegrarle un poco la vida a Tyler, y así parecía. Todos los días quedábamos en Discord para hablar de nuestro día, le contaba mis problemas y él los suyos.
Poco a poco transcurrieron los años y le sentía parte de mi familia, hasta fui a visitarle, y luego de sentir unos nervios terribles, pude darle un abrazo y hacerle sentir seguro en mis brazos.
Aquel momento fue totalmente mágico e inolvidable para mí, no puedo explicar esa sensación de sentir su cabeza en mi pecho y poder besar su frente mientras le veía dormir, como si mi presencia fuese suficiente para que pudiera descansar sin temor a ser lastimado.No sé quién seas, no sé qué historias ocultes o a qué le temas, no sé si eres malo o bueno, pero algo te trajo aquí, quizá la curiosidad, quizá el destino. De esta manera quiero que hoy te lleves algo que yo aprendí en este tiempo.
"El mundo desaparecerá no porque haya demasiados humanos, sino porque hay demasiados inhumanos..."
"Mi vida ha sido un globo, un globo que fue llevado por el viento salvaje, sin horizonte, sin rumbo, ¿libre albedrío? ¡Patrañas! No pude hacer que me amaran, no pude decidir ser fuerte, ¿Cómo pretendían que cumpliese mis sueños? Si nunca tuve la oportunidad de demostrar lo que valgo. Sin embargo no se sientan mal, ustedes solo fueron una brisa más. Y ha llegado el momento, (no puedo negar que siento un frío intenso recorrer mis huesos), supongo que nunca te preparas para el último viaje. He decidido que este es mi último viento, un globo que fue llevado por brisas fuertes, entre la turbulenta agonía de soñar con no despertar nunca más. Hoy he decidido estallar."Con cariño: Tyler...
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Una Vasija Rota
Short StorySolo y triste lloraba a la luz de la luna, mirando el firmamento, apreciando el brillo de las estrellas, quizá soñando ser una de ellas. ¿Lo conseguiré?