Lisa y un día terrible, horrible, malo ¡Muy Malo! | Jenlisa OS

CAPÍTULO ÚNICO

Lisa miraba con asombro aquella enorme casa y el lujoso salón, jamás en su vida pensó ir a una fiesta tan refinada como aquella

Una simple repartidora de cartas como ella iba de la mano de Jennie Kim, la hija mayor del alcalde de la ciudad, caminando bajo la atenta mirada de los presentes

— ¿Estás nerviosa? — sus pensamientos se perdieron cuando Jennie le susurró al oído

— ¿Tu que crees? — le respondió apretando su mano de los nervios

— Le caerás bien, ya lo verás — le guiñó tratando de calmarla pues hasta ella sentía los temblores del cuerpo de la rubia

Lisa le regaló una sonrisa, Jennie era lo mejor que le pudo haber pasado

Con confianza, tomó la cintura de Jennie con su brazo y la apegó a su cuerpo caminando hasta el lugar donde estaban los padres de la pelinegra, Jennie le regaló un beso en la mejilla

— Mamá, papá, les quiero presentar a Lisa — empezó la pelinegra, la confianza de la rubia se desvaneció al ver la fría mirada del alcalde sobre ella — Mi novia..... — y Lisa juró que sus pantalones ya estaban mojados tras la cara de enojo que le dió el hombre

— U-un gusto, señor y señora Kim — extendió su mano hacia el hombre, pero este solo quedó observando su mano extendida

— ¿Qué pasó con Jiyong? ¿Terminaron? — fue lo que salió de la boca del hombre y Lisa no hizo otra cosa más que bajar su mano con el rostro rojo de vergüenza

— Dile a tu mejor amigo que su hijo es un imbécil...

— ¿Y por eso ahora estás con la repartidora de cartas? ¿Solo por un malentendido? — la madre de Jennie solo asentía a lo que el hombre decía, la pelinegra se contenía para no gritarle a su padre

— Señor, disculpe pero mi trabajo no interfiere en la manera en la que yo amo a su hija — soltó Lisa de repente con la cabeza baja apretando la mano de su novia

— Papá, por favor, no hubo ningún malentendido, yo amo a Lisa, por primera vez estoy enamorada y ni tu ni nadie me van a obligar a elegir con quién quiero compartir mi vida — soltó Jennie con furia

Lisa sonrió mirándola con esa cara de enamorada que ponía al verla

–– Si así lo quieres —– dijo el hombre entre dientes — Mañana a las seis en el restaurante de siempre, quiero conocer mejor a tu futura.... Lo que sea... — citó antes de retirase de la mano de su esposa dándole una mala mirada a Lisa

— Papá no cambia — resopló Jennie

— Pero al menos conseguimos una cena, supongo que no es tan malo — hizo una mueca

— No, no es malo, el es así al inicio, ya verás que te va a amar — le rodeó el cuello con una sonrisa

— ¿Amarme? Tu padre me va a cortar las tetas cuando se le dé la oportunidad!

— No exageres Lisa, mejor ven disfrutemos de la fiesta... — Lisa no dijo nada más y tomó la mano de su novia

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— ¡Eso no fue nada divertido! — reclamaba Jennie con furia subiendo a su auto — ¡Ni te atrevas a subir a mi auto así!

Lisa se detuvo antes de abrir la puerta de al lado manchando de su mano sucia aquel pedazo del auto de su novia

— Pero...

— ¿Ya viste en el estado que estas?! — le señaló su ropa algo alterada

Lisa se observó, y la verdad si estaba algo manchada según ella