Meet me in the hallway

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No era un día de tormenta, no era tampoco un día nublado ni oscuro, no era un día gris, un día de desvelo, un día deprimente. Era solo un día, uno normal, sin nada relevante para notar.

Nunca tuvo una mala mañana, siempre había pensado que las mañanas eran sólo la añoranza de una oportunidad para hacer las cosas bien desde el inicio, con un delicioso batido verde, una taza de café cargado, y un buen baño. Todo era mejor en su día si ese era su despertar. Un par de besos melosos, y unos cuantos cumplidos.

Pero todo eso cambió, tan malditamente radical ese día.

Despertando como siempre, sus ojos mirando el techo de la habitación, extendiendo la mano hacia un lado, el lado izquierdo de la gran cama.

Un lado vacío.

Se debió hacer daño en el cuello al girar tan rápido la cabeza hacia ese lado de la cama, la almohada perfectamente acolchada, y el lugar frío, el aroma a sabana y colonia marcados ahí.

Louis nunca se despertaba tan temprano, eso era raro, se detuvo un par de minutos tratando de escuchar ruido proveniente de alguna de las otras habitaciones de la casa. Pero no escuchaba nada, sólo silencio y el viento golpeando la maldita rama larga de un árbol que golpea insistentemente la ventana de la habitación.

Se levantó de la cama con un crujido en su espalda y una mano perezosa rascando debajo de su brazo, caminó con los pies descalzos por todo el pasillo hasta llegar a la cocina, pero no había un Louis ahí, ni siquiera había comida en el microondas, o un poco de té hirviendo en la tetera, tampoco estaban los manteles de madera fina en la barra de desayuno.

Frunciendo el ceño caminó por el pasillo de vuelta a la habitación, asomando su cabeza hacia el baño principal. Tampoco había un Louis ahí, tampoco un jabón recién usado, o la botella del shampoo abierta.

Una vez más sin saber dónde está Louis camina por el resto de la casa, debió haber salido, piensa. Quizá a dar un paseo con el perro.

Se asoma al patio trasero, el enorme pastizal regandose automáticamente como cada mañana, y la casa del perro está vacía, su correa tampoco está y su juguete favorito tampoco está ahí. Eso es, Louis sacó a pasear al perro al parque.

Últimamente era así, Louis saliendo muy temprano a correr con el perro, y volviendo a tiempo para el desayuno, solo que esta vez era un poco más tarde, quizá el sueño había dominado su cuerpecito. La noche anterior habían estado hasta muy tarde en una ceremonia de premios en donde one direction terminó por ganar dos premios a mejor canción single, y a mejor álbum pop del año, había sido divertido, pero igual de tenso cuando Louis tuvo que permanecer más tiempo del necesario bajo la supervisión de cámaras tomando fotos rodeando a su novia.

Luego de eso habían salido a beber con Liam y Niall, no hubo más que un par de tragos y unos besos discretos entre él y Louis, pero había sido agradable poder sentir que estaban en ese sitio como una pareja de verdad y no solo como un par de compañeros de banda.

Harry desayunó solo cuando su estómago comenzó a rugir, y se dio cuenta que eran las dos de la tarde, y Louis no había regresado.

Buscó su teléfono en la habitación y se sentó en la cama mirando el número de Louis. Sonó un total de seis veces antes de que apareciera como fuera de servicio. Y bien, ahora quizá era preocupante, ahora quizá si había un problema, o solo se quedo sin pila, se obligó a pensar. No conseguiría nada entrando en pánico.

Pero entonces eran las cinco de la tarde y el silencio en casa comenzaba a ser asfixiante , siempre hubo ruido en casa, siempre que Louis estaba ahí había mucho ruido. Recuerda esa entrevista donde dijo que Louis era ruidoso , lo dijo tres veces pero él no mentía, claro que no lo hacía, su Louis es tan ruidoso, y es una de las cosas que más disfruta Harry de él. El saber que en la habitación en donde se encuentre habrá mucho ruido y será agradable, pero ahora estaba solo él, y es callado. O al menos lo suficiente como para sentirse muy asfixiado.

Meet me in the hallwayDonde viven las historias. Descúbrelo ahora