Capítulo 32

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                             Elizabeth

Habían pasado más de 24hrs y todos seguíamos en el hospital.

- Creo que seria bueno que vayan a dormir un rato. Blake lleva a Emily y a Nina a casa, Jacob...

Jacob me interrumpe:

- Iré a darme una ducha, dormire un poco y en unas horas volveré.

- Ésta bien, trata de descansar lo que más puedas...

- Intentaré.

Jacob me da una sonrisa dirigiéndose a la salida del hospital junto con Blake.

                                 Jacob

Mi relación con Blake no era la mejor. Nunca habíamos hablado, nunca habíamos tenido conversaciones. Por eso, creí que era el momento correcto para hacerlo.

- Puedes contar conmigo si necesitas ayuda con Emily o Nina.

Blake me mira confundido, tratando de decir algo...

- Gracias, te llamare si necesito algo.

- Bien, adios...

Y esa fue nuestra conversación, ahí  termino. No fue como la esperaba pero no estuvo para nada mal,  saber que nuestras diferencias no importaban en este momento me calmó.

Ya en casa, Mamá abre la puerta y se lanza para darme un abrazo. Tratando de aguantar el llanto frente a ella, le digo que tenia que ir a darme una ducha y que necesitaba dormir un rato.

- Necesito descansar.

- Ve cariño, te subiré comida más tarde.

Subí a mi cuarto y me dirigí hacia la ducha mientras sonaba Strange. Una canción que me hace sentir demasiadas cosas, que me da paz.

 
           
                                Robert

Cuando la vida se trata de momentos, cuando la vida se trata de minutos, cuando la vida se trata del tiempo.

Soy de esas personas que piensa en el futuro, soy de esas personas que les cuesta disfrutar el presente, el ahora. Y cuando te das cuenta ya es demasiado tarde, cuando yo me di cuenta, Madison había terminado en un coma...

                                Jacob

Habían pasado horas y yo solo me quede allí. Escuchando las canciones que escuchaba con ella, esas canciones que te hacían olvidar del mundo real. Así éramos, estando juntos nos olvidabamos del mundo que nos reodeaba. Solo éramos ella y yo...

- Cariño, permiso. Te traje algo para comer.

- Gracias ma. Yo...

Ella me interrumpió y se sentó en el borde de mi cama.

- Sabes que conmigo puedes hablar, si es que lo necesitas.

Sentí preocupación en su mirada. Y en ese momento, recordé. Recordé cuando mamá pasaba horas en mi cuarto hablándome, contándome anécdotas increíbles que ella había vivido. Ella sabía que eso me calmaba, sabía como hacerme dormir cada noche, sabía que no necesitaba cuentos o historias irreales. Así que hablé, hablé desde lo más profundo de mi corazón, hablé sabiendo que la tenia a mi lado. Hablé sabiendo que era una historia real, que de verdad la estaba perdiendo. Estaba perdiendo a la persona que más amaba, a la única persona que me entendía, la única persona que conocía todas mis facetas.

- No podré seguir si es que la pierdo...

- Cariño, ven aquí.

Vi como se acercó y como me abrazo. Sus brazos cálidos me llenaban de tranquilidad, de seguridad. Volví a sentir lo que hace mucho no sentía, volví a esos momentos en donde solo éramos nosotros y esas historias.

Cuando mamá se fue me quede escuchando un rato más de música. Recordando momentos, recordándola a ella.

Amor MutuoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora