♡. the end

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01 de Enero del 2022

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El castaño no sabía qué hacer desde que se despertó.

Ver a Jungkook recargado en el sillón tomando suavemente la mano de él mientras seguía dormido le causó un sinfín de emociones.

Aunque no sabía muy bien como reaccionar ante ello, no sabía si sentirse feliz ante su regreso o triste porque lo abandonó cuando más lo necesitaba.

Pero cuando el rubio cenizo abrió suavemente sus ojos y se encontraron con los de él, Jimin supo inmediamente cual sentimiento le predominaba más en su ser. El enojo.

—Jimin... —murmuró el recién despertado, separando sus manos entrelazadas para intentar acariciar el rostro del mayor.

Pero eso no sucedió, Jimin apartó su mano de un brusco manotazo.

—Vete —masculló, tratando de que su voz no se rompiera.

—Jimin, por favor —repitió un poco más alto sin dejar de ser suave—. Tenemos que hablar.

Y eso lo molestó más porque él siempre quiso hablar con Jungkook en sus momentos más tristes y solitarios. Él siempre estuvo esperanzado con que contestara sus llamadas y lo fuera a ver.

Pero su esperanza se extinguió cuando se dio cuenta de que él no volvería y vio la realidad de las cosas, una realidad que siempre Hoseok intentó que viera.

—¡N-No puedes venir y fingir que nada pasó! —la voz del mayor se rompió al igual que su corazón, y comenzó a estallar en lágrimas—. T-Te necesité tanto. Anhelaba tu presencia todos los días, buscaba oírte, ocupaba tus abrazos y caricias. ¡Pero no había nada, absolutamente nada!

—Está bien, cariño. Me iré sólo si me dices que ya no me necesitas, que ya no me anhelas y que ya no ocupas oír mi voz. Solo tienes que decirlo.

Y el corazón de Jimin fue un verdadero caos.

—Ya no te necesito —murmuró débilmente y sin mirarlo.

Jungkook se retiró pero sin creer ninguna palabra del castaño, pues sentía que sus palabras no eran totalmente sinceras.

Tras irse del lugar que alguna vez fue su hogar, llamó a Jimin todo el día, creyendo que así su amado lo escucharía y tal vez todo volvería a ser como antes.

Jimin sufrió todo el tiempo sin saber si contestar o no a las llamadas que este le hacía. No consideraba correcto responder pero tampoco quería ser un maleducado.

Y justo cuando decidió contestar la llamada entrante, esta se cortó y fue cambiada por un mensaje de voz que no dudó en escuchar.

"Jimin, lamento todo.

Lamento haberte abandonado, dejarte cuando más me necesitaste.

Si me das una segunda oportunidad prometo que podré explicarte todo y jamás dejarte, pues créeme que eres y siempre serás lo mejor que me ha sucedido en la vida.

Ahora me toca a mi pedirte que, por favor, respondas mi llamada cuando la escuches."

Y lo único que pudo pensar Jimin al terminar de escuchar el mensaje de voz, es que hay veces en las que las personas no merecen una segunda oportunidad.

llamadas. kookmin 𔘓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora