-¿Es necesario casarme?- pregunté con voz llena de aburrimiento dirigiendo mi mirada a la sirvienta
- Mi lady, no tengo el derecho de responder esa pregunta- respondió la sirvienta en voz baja pero se le podía escuchar desagrado en su voz, volteando a ver a su lady quien la observaba, está al notar la mirada de su lady bajo su mirada al suelo rápidamente
-Acaso escuché celos en esa voz- pregunté tomando la de barbilla haciéndola verme
- Yo-yo no me atrevería mi lady- respondió la sirvienta evitando ver la mirada juguetona que le daba su lady
- Acaso estás enojada por qué ya no podré divertirme mas contigo?- pregunté acercando me al rostro de la sirvienta haciendo que está retroseda lentamente
- Mi-mi lad- está no termino su frase ya que sintió que su espalda tocaba la fría pared, dirigiendo de nuevo su mirada hacia su lady quien la miraba con ojos llenos de malicia, está cerro los ojos pensando que había echo a enojar a su lady pero se estremeció al sentir que una mano fría le acariciaba la mejilla con suavidad lentamente abrió los ojos encontrándose a su lady mirándola detenida mente sus ojos brillaban pero no sabía de qué, no le importaba, si su lady la miraba con esos ojos café profundo ella aria lo que su lady le pidiera y no le importarían las consecuencias.
- Pareces tener miedo, sabes que nunca te aria sentir dolor- dije acercando mi rostro a su cuello oliendo la deliciosa fragancia que está desprendía- Tu olor siempre a Sido una debilidad para mí, ¿Sabes?- dije empezando a dar pequeños besos en su suave cuello, dirigiendo mis manos hacia las caderas de la sirvienta, haciendo que está saltará de sorpresa, sonriendo empeze a dejar pequeñas mordidas en el hermoso cuello, haciendo que la sirvienta jadeara bajo
-Mi-mi lady ha-hagame suya- dijo la sirvienta tímidamente con las mejillas rojas como un tomate.
Dejando el pequeño cuello para poder ver a la sirvienta que se encontraba jadeando al frente mío, sin duda la sirvienta era de estatura pequeña y eso la hacia verse adorable, si duda alguna extrañaría a la mujeres y hombres de aqui, volviendo a la belleza que se encontraba al frente pidiendo que la hiciera suya, nunca rechazaría tal propuesta
Tomando el rostro de la sirvienta me acerque para besarla lentamente disfrutando lo dulces que eran lo labios de la sirvienta, mis manos no se quedaron atrás empezando a masajear lentamente el trasero de la sirvienta por encima del kimono, el beso empezó a subir de tono, deseaba meter su lengua en la pequeña cavidad y jugar con ella pero al parecer a la sirvienta le gustaba hacerse la difícil a ella también le encantaba lo difícil pero no tenía tiempo, posando su pierna entre medio de las piernas ajenas empezó a moverla lenta mente simulando estocadas haciendo que la sirvienta gimiera alto, esto le dió oportunidad de introducir su lengua a la boca ajena disfrutando como la otra trataba de seguir el juego.
-~ah~ mi ~ah mmmh~ mi lady p-porfavor- hablo la sirvienta soltándose del hambriento beso que acababa de recibir de su lady
- por favor que? Pequeña- dije observando como la pequeña sirvienta tenía los ojos brillosos de lujuria
-Es-esta ~ah~ humilde sirvienta quiere que la haga sentir como n-nunca antes , !!MARQUE ME COMO SUYA¡¡- respondió la sirvienta desesperada mente tirandose a los brazos de su ama
-Que clase de noble sería si no atendiera a una bella dama en apuros- dije dirigiendo mi mano a la parte íntima de la pequeña sirvienta que se encontraba recargada en mi, empezando a acariciar lentamente haciendo que la otra se entremeciera en mis brazos
Apartando un poco su ropa interior empeze a jugar con sus clítoris haciendo que la otra suelte incuerencias y balbuceos, no queriendo escuchar más tonterías uso la mano que sostenía la cintura la dirigió al rostro ajeno acercándola para poder besarla logrando que la sirvienta se callara
-Me ~mmh~ encantas- dije dejando de besarla para poder dirigir mis labios a su pecho tratando de meter mi boca por el kimono para poder tomar un pezón con mi boca
-~Ah~ Mi-mi lady- gimió la sirvienta al sentir la boca de su lady en uno de sus pezones, sentía como está le succionaba como si de un bebé se tratara, le encantaba como ella la manoseava la hacia sentir única
La chica solo siguió con su asalto a los pechos de la sirvienta, ya no aguantaba mas quería escuchar a una más los gritos de placer que aquella sirvienta lo podría proveer, así que sin más metió el primer dedo sin aviso alguno haciendo que la sirvienta soltará un sonoro gemido, moviendolo lentamente pudo sentir lo caliente que era el interior, sacando su cara de los hermosos pechos que ahora se encontraban llenos de marcas y saliva, dirigió su boca para poder besarla de nuevo.
Ya era momento de meter el segundo dedo pero se detuvo al escuchar pasos apresurados acercándose, maldiciendo por lo bajo se alejo de la pequeña sirvienta quién aún seguía perdida en el placer, le arregló su kimono y limpio la saliva que está aún tenía en sus labios, dejando que la chica volviera de las nubes ella tomo asiento esperando que avisarán que entrarían a sus aposento.
- Lady Hyun, le emos traído el kimono- se escuchó al otro lado de la puerta
-Pueden pasar- dije con un poco de irritación en mi voz
Pude ver qué entraron seis sirvientas más con la mirada en el suelo se les notaba tensas y un poco nerviosas como si ella se las fuera a comer, pero que podía decir más de una de ellas habían sido sus presas, pero no le dió importancia posando su mirada hacia la mujer que se encontraba en medio, aunque no tenía nervios como las demás parecía estar tensa y eso le divirtió un poco a la joven
- Y bien, no tienen algo que hacer?- dije un poco menos irritada
- Lo sentimos Lady Hyun- dijo la de enmedio haciendo una reverencia y las de más la siguieron parándose se acercaron a ella para poder ponerle el kimono y terminarla de arreglar
- Y tu qué acaso no piensas ayudar a vestir a tu lady?- dijo una de las sirvientas sería volteando a ver a la que aún seguía en el mundo de las fantasías
- Ah?- dijo dando se cuenta de que siete pares de ojos la miraban unos llenos de envidia y celos, otros parecía no importarles y los últimos eran los ojos cafés profundos que ella tanto le gustaban está la miraba con diversión sintió como se enrojecia bajando rápidamente la mirada para poder evitar ponerse aún más roja de lo que ya estaba
- Lo-lo siento jefa woo- dijo la chica haciendo un reverencia para acercarse a ayudar de terminar de vestir a su lady
- Wah, voy a extrañar este lugar y sus personas- dije lo último con una sonrisa coqueta haciendo que las sirvientas se sonrojaran
- También la extrañaremos lady Hyun- dijo la jefa woo se le notaba un poco triste pero no lo demostraría
- Ya terminamos lady hyun- dijo una sirvienta haciendo una reverencia alejándose las demás le siguieron
- Gracias pueden retirarse- dije pero no antes de guiñarle a la pequeña sirvienta antes de que está saliera de mis aposentos dejando me sola.
Hoy partiría hacia la casa del hijo mayor de los Yoon quien se convertiría en mi esposo, pensé observando mi rostro en el espejo.
