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Me encontraba en camino a conocer al hombre con quién mi padre me había casado el cual nunca había conocido en mi vida y no era necesario ya que toda la boda solo era para el beneficio del idiota de mi padre quien era una rata despreciable que solo usaba a los demás para conseguir poder, alianzas y riqueza, y la mejor aportunidad que se le pudo haber presentado fue cuando el patriarca Yoon buscaba a una esposa para su hijo mayor y no dudó ni un segundo en proponer a su hija mayor la cual era yo, pero la unión no solo beneficiaría a los Bae si no que a los Yoon y la familia real a su que la boda no se cancelaría por nadie.

En realidad no me importaba casarme con un extraño, era normal para cualquier mujer noble ser usada para el beneficio de los hombres, la mayoría de ellas serían sumisas a esto y sin duda alguna ellas se dejarían ser usadas por que era de la forma que se les había enseñado desde temprana edad, en mi sincera opinión todas esas mujeres que no tenían ambiciones eran estúpidas, acaso nosotras no podíamos tener ambiciones, deseos o derecho de pelear por lo que queremos?, quien sabe. En realidad a mi no me importa soy una persona egoísta, con tal de que yo esté bien todos los demás pueden sufrir juntos en sus miserias, y la mejor decisión que alguien haría sería que nunca me involucraran en sus problemas.

Pero había algo que me hacía sentir ansiosa, tenía curiosidad de saber cómo sería mi nuevo "esposo", había escuchado mucho rumores sobre el, algunos decían que estaba loco, otros que era demasiado violento y que muchas personas inocentes habían muerto por sus problemas de irá y otros de tipo de rumores que hacían al mayor de los Yoon tener una mala reputación con los nobles, pero no soy alguien que crea las tonterías que hablan los plebellos o nobles, me gusta juzgar por mi misma.

Aunque yo no me salvo, mi mala reputación era más peor que la de mi nuevo "esposo" había echo muchas cosas "imperdonables" decía padre cosas que nunca me harían ser "normal" pero eso no me molestaba me hacía sentir "única" de alguna forma, y los gustos que sentía por ambos sexos nunca cambiarían eso aparte de mis gustos otras cosas "pecaminosas" que hice le acompañaban, aunque pocos sabían sobre las cosas que hacía siempre habían rumores pero no era algo que me importará.

TOCK TOCK TOCK

Unos sonidos en la puerta del carruaje hicieron salir de mis pensamientos, al parecer ya había llegado a la recidencia de su nuevo "esposo", era la hora el gran momento de conocer al gran Yoon Seungho.

-Lady Hyun ya hemos llegado- se escuchó la voz de una de sus sirvienta

Levantándome lentamente para poder acomodar mi kimono, estando satisfecha tome el velo que cubriría mi rostro y me lo puse, solo mi querido "esposo" podría quitarmelo, se que es una tremenda estupidez pero es una tonta tradición que tenía que seguir.

-Ya estoy lista- avisé con voz suave,

la sirvienta al tener la aprobación de su lady está habrío lentamente la puerta para que su lady pudiera bajar, cuando su lady salió del carruaje pudo apreciar el hermoso kimono rojo que está usaba y aunque un velo rojo cubría su rostro, la sirvienta sabía que bajo ese velo se encontraba una bella y peligrosa mujer.

𝕃𝕒𝕕𝕪 ℍ𝕪𝕦𝕟Donde viven las historias. Descúbrelo ahora