·. · 𝐶𝑜𝑛𝑡𝑟𝑎𝑐𝑡 ༅ | Zhongli x RD | Genshin Impact

Capítulo 2: Funeraria en aprietos.

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Liyue tenía algo que siempre fascinaba a cualquiera que iba a visitarla, y es que las calles siempre estaban llenas de actividad aún siendo de noche. Es más, Lian podría jurar que a esas horas era cuando se tenía que visitar aquel lugar de tan grande belleza así como de cultura. Muchos comercios estaban abiertos a esas horas, la gente salía de cada uno con bolsas bastante grandes, o incluso muchos de ellos iban a vender sus objetos de valor a las tiendas para ver si pueden conseguir un buen trato con ellas. El mora se movía al igual que la gente, y al caer la noche la ciudad se iluminaba en cada uno de sus rincones.

Lian intentó pasar desapercibida, aunque tampoco esperaba mucho siendo que sus ropas mostraban estampados extranjeros y para nada se parecía a lo que vestían las personas de ahí. Algo en el aire le resultaba familiar, era como si antes hubiese estado ahí pero no recordaba mucho de lo que veía, tan sólo las grandes montañas a la distancia eran algo que distinguía un poco en su memoria.

El aroma a mar y mariscos debido a estar cerca del puerto causaron que su estómago rugiera bastante fuerte. Tenía hambre, quién sabe cuántos días había pasado sin comer algún bocadillo y no creía que lo que llevaba en su bolso sirviera como un alimento completo. Llevaba bastante mora, afortunadamente no se le había caído demasiada en el transcurso pues estaba bien sellada, por lo que no se preocupó tanto por conseguir una comida que le llenara al menos por esa noche.

La brisa corría y calaba un poco, sentía algo de frío recorriendo su cuerpo mientras caminaba en busca de algún restaurante cerca. Por suerte, encontró uno no muy lejos de donde se encontraba, así que decidió colocarse la cinta que le había regalado Kazuha en su brazo para envolver la quemadura y así pasar por el lugar.

Al pasar por fuera pudo ver a alguien, un señor que iba de un lado a otro y parecía estar inmerso en sus pensamientos. Se le veía apurado, tal vez tenía mucho trabajo y por un momento Lian pensó en esperar o ir hacia otro lugar, pero su estómago seguía gruñendo y el olor de la comida que desprendía aquel lugar la hacían no querer rendirse fácilmente. Acercándose con algo de pena se posó en el recibidor, asomando un poco la cabeza para ser alcanzada por la mirada contraria.

— Buenas noches... —Musitó primeramente en un tono regular, intentando llamar la atención del hombre ahí presente y parece que el único que se encontraba ahí. Suspiró en cuanto el contrario no le había hecho caso, por lo que decidió seguir hablando esta vez en un tono más alto.— Eh... disculpe, ¿hay servicio de comida?

— ¡¿Ah?! —De un giro aquel señor se había volteado, y al darse cuenta que un cliente estaba esperándolo se apenó un poco, sacudiendo sus prendas mientras se levantaba pues parecía buscar algo en los estantes bajos.— ¡Oh, mil disculpas! Bienvenida al restaurante Wanmin, ¿en qué le puedo servir?

El rostro de preocupación de aquel hombre se podía ver aún más cuando le miró directamente. A pesar del hambre que tenía, no quería ser una molestia ni mucho menos interrumpir lo que sea que estaba haciendo con desesperación. Sin embargo, su naturaleza la hacía querer ayudar a quien pudiese, por lo que tal vez encontrando una solución o apoyándole las cosas irían mejor, tanto para su estómago como para su conciencia.

— ¿Está ocupado? ¿vine en mal momento? —Preguntó, acercándose a la entrada con lentitud mientras se aferraba un poco a su bolso por los nervios, a veces no sabía cómo reaccionarían las personas si se entrometía en sus asuntos.

— ¡No, no, para nada! —Mencionó aquel, agitando sus manos en señal de negación y después pasando una de ellas a rascar su nuca.— No se preocupe, señorita, sólo estaba buscando algunos ingredientes y estaba esperando a mi hija con los suministros de algunos frutos extranjeros.