Hasta la eternidad // Adrinette +18

Capítulo 1

Adrien

Salí de la jodida cama, a poco ánimo me puse la ropa y me fui a la escuela.

A mis 18 años ya estaba cursando el último grado de la escuela, la verdad era que todo me jodia, ser modelo era agobiante, mi padre era cada vez más molesto y eso de fingir todo el día que mi vida era perfecta era lo peor, realmente estaba cansado de todo esto.

Atravesé la puerta del salón y noté qué era el primero en llegar, fui a mi lugar, me puse la capucha de mi sudadera y saqué mis audífonos, le di a reproducir a la playlist, recosté la cabeza en la mesa y cerré mis ojos.

Unos 10 minutos después sentí una mano moviendo ligeramente mi hombro, no de muchas ganas levante mi cabeza y sentí un dolor punzante y como todo daba vueltas, mierda el desayuno, jodida fatiga, me lleve la mano a la cabeza y la persona que me había despertado me dio una mirada de desapruebo mientras me daba unas galletas, le agradecí con una media sonrisa

-Ya sabes que no puedes saltarte el desayuno Adrien, siempre estas fatigandote, me preocupas- Revolvi su cabello y ella río

-No te preocupes prrincess, estoy bien- Me abrazó por los hombros.

Marinette era la única persona que podía soportar, era mi mejor amiga, de la cuál llevo enamorado 4 años, nunca se lo he dicho ya que quiero mantenerla alejada de todo lo que conlleva estar en mi vida, todo los estándares que cumplir y eso, pero ella insiste en quedarse, por más que intente alejarla...

Paso la clase y yo no preste atención ni un solo minuto, solo hacía dibujos en mi cuaderno y de vez en cuando me giraba a mirarla, desde que alejé a todos, incluyendo a Nino, ella era la única que se acercaba a mí, por tanto también era mi compañera de puesto. Al contrario de mí, la dulce azabache que ahora caminaba a mi lado había tomado apunte sobre todo lo de la clase, realmente no sabía cómo una chica como ella, dulce, amigable, inteligente y realmente atractiva, se juntaba conmigo siendo yo un imbecil como le dice constantemente mi padre a Nathalie, oscuro y depresivo, ni una jodida sonrisa era capaz de dedicarle.

-Nos vemos esta tarde?- Dijo ella con esa sonrisa tan característica, pero que a la vez yo podía ver que era falsa, no sé cómo y no sé por qué pero lo notaba, aunque ella quisiera ocultarlo

-Si, supongo- Respondí, volví a ponerme mis audífonos y salí de la escuela

-Espera! Adrien! A dónde vas?- Preguntó ella sujetando mi brazo, la miré y ella me devolvió una mirada preocupada

-Solo... No me siento bien princesa, luego te veo, si?- Ella sabía perfectamente a lo que iba

-No! Iré contigo- Se acomodó su mochila y comenzó a caminar a mi lado

-Marinette debes volver, sabes que no puedes faltar- Le di una mirada reprochadora

-No, iré contigo, no esta en discusión- Me límite a asentir

Caminamos unos 5 minutos hasta llegar a mi "callejón seguro" así lo llamaba, era un lugar bastante tranquilo, casi nunca había gente y era como una pequeña plaza con pasto y 2 bancas, me senté en una de ellas y Marinette se sentó a mi lado, saqué de mi mochila el cigarrillo que había ansiado fumar desde que salimos de la escuela, lo encendí y comencé a inhalar

-Sabes que no me gusta que...- Se calló ya que le dediqué una mirada de "ya hemos hablado de esto bastantes veces" -Lo siento, es solo que me preocupas, lo digo en serio Adrien-

-Ya te dije que no te preocupes, estoy bien, en serio, estoy intentando dejarlo- Ella obviamente no me creyó pero de igual manera acepto que no podría hacer nada

-Entonces quiero probarlo- Le di una mirada de "qué dices?" Ella asintió como diciendo "exactamente lo que escuchaste"

-No Marinette, ni de joda- Dije en un tono desafiante, ella intentó quitarme el cigarrillo -Marinette no!- Esta vez lo dije un tanto enojado, pero ahora si me lo quitó, estaba a punto de dar una calada cuando de un manotazo lo boté -Marinette joder, tú no- Me dirigió una mirada que lo dijo todo -Esta bien, te prometo que intentaré, esta vez en serio, dejarlo, solo por favor tú no- Le dije esta vez más calmado, luego la abracé y acaricié su espalda

-Gracias- Dijo ella también calmada, nos mantuvimos así un rato y luego hablamos de cosas sin sentido durante lo que restaba del tiempo, por suerte ese día sólo teníamos 2 clases ya que la tercera había sido cancelada, era viernes así que nos dirigimos a su casa, al llegar subimos a su cuarto como de costumbre, ella bajo a la cocina por jugo -Genial, estoy sola otra ves por un mes al parecer- sus padres últimamente pasaban de viaje en viaje, ella estaba muy sola y aún así era siempre alegre, o eso intentaba aparentar

-Quieres que me quede contigo?- No era primera vez que me quedaba con ella mientras sus padres se iban, estábamos de alguna manera acostumbrados

-No, tranquilo, estaré bien- Me dedicó una sonrisa, y encendió la consola, estuvimos toda la tarde jugando videojuegos.

Cuando ya era de noche me despedí de ella y me fui a casa