01

42 4 0
                                    

Ay Dios mío mi cabeza.

Sigue bebiendo linda

No es momento para reclamos, Me arreglé lo más rápido tomé mis maletas y comencé a caminar a la salida de mi casa, donde estaban mi mamá y mi mejor amigo Miles, él y yo somos como dos tontos, él enamora chica por ahí, y yo sólo me río de la gente en la calle.

—¿ Tienes todo?

— Todo listo mamá.

—Bueno son tres horas de camino así que es mejor apurarse—habló por fin Miles que estaba en el asiento trasero.

Árbol casa árbol casa árbol casa, era lo único que veía por ahí. Iba camino a mi nuevo hogar por lo visto, una Universidad lejos de casa, con tantas oportunidades según mamá.

—¿Te conté que terminé con Lissa?

—Te doy una semana para volver con ella.

—Una semana y media no son tan fácil querida.

Rodé los ojos y seguí viendo a mi ventana.

Luego de unas cuantas horas sentada ahí, y escuchando toda mi lista de música no tan extensa llegamos, o eso creo yo.

Claro como nunca sabes nada

—Bueno, llegaste querida.

—Ay. Creí que el lugar sería más pequeño, esto parece un castillo viejo.

Miles hizo una mueca.

—Seguro no han limpiado este lugar desde que se fundó, de eso no tengo dudas.

—Es eso o me trajeron a Hogwarts.

—No eres tan afortunada Violeta.

Ignore su comentario, yo sé que me llegaría mi carta algún día

Tienes 17 a quién engañas?

Tiene razón la carta esa tenía que llegar hace años.

— Hasta aquí la aventura capitán.

—Aún puedes volver a casa hija, siempre será tu hogar y lo sabes.

Que no llore por favor que no llore.

Y está llorando. Genial

— Mamá sólo serán unos meses, volveré para Navidad. Luego me volveré a ir, pero ya sabes Navidad, comida mhm rico.

—Ya la cagaste Violeta

—Lo siento. Pero nos veremos pronto mamá no es tanto tiempo, es octubre vamos.

—Si te disfrazas como una cualquiera voy a venir y voy a matarte.

—Bueno tonta, es momento de irse ¿ Quieres que lleve tus maletas?

—No. Estoy bien Miles, vayan les queda un camino largo aún.

Tomé mis maletas azules y los ví irse.

Creo que la que quiere llorar ahora soy yo.

Que llorona eres

Vale. Mejor sigo caminando.

Caminé hasta lo que veo que era la residencia dónde me quedaría, la Universidad quedaba detrás de ella así que estaba bien.

-—Hola, ¿ Hay algo en lo que te pueda ayudar?— Habló un lindo chico de ojos cafés y cabello despeinado.

Ay por Dios.

—Quería saber si te quedaba alguna habitación, soy Violeta nueva en la Universidad. Mi mamá no tuvo tiempo para reservar.

Mentiras PiadosasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora