Beginning

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«The Dead King»

Yacía sentada en la orilla de la cama junto a mi enfermo padre, yo sostenía su mano mientras él la apretaba débilmente.

Mis hermanas estaban repartidas por toda la habitación, Pandora estaba cerca de la cómoda de mi padre admirando las fotografías, Emma sentada en una silla con la cabeza entre sus manos y Emily en el diván cerca de la cama de mi padre.

Las cuatro éramos de la misma descendencia, pero a simple vista lo dudarías. Pandora era esbelta y alta, con cabellos y ojos tan negros como las alas de un cuervo eran muy característicos en ella, Emma y Emily eran gemelas por nacimiento pero no compartían ningún rasgo en común, Emma con sus rizos dorados y ojos verdes hacia la diferencia entre el cabello rojizo y ojos azules de Emily, mientras tanto, yo con cabello castaño y ojos cafés estipulaba la normalidad. Pandora fue la primera en nacer, consecutiva a esta las gemelas y por último estaba yo.

Miré a mi padre que tenía los ojos entre abiertos, me acerqué a él y besé su frente, él me miró y me dedicó una sonrisa.

En sus ojos se notaba el cansancio, y en sus facciones el dolor.

Nuestro padre había enfermado gravemente, lo trataron los mejores especialistas de la región, pero aún así su enfermedad era imparable, simplemente aquello no tenia cura alguna.

Todos en el reino esperábamos lo peor.

Por la puerta apareció el doctor que en esos momentos trataba a mi padre, nos pidió amablemente que nos retiráramos de la habitación, mis hermanas acataron sus órdenes, yo simplemente me quedé al lado de mi padre haciendo caso omiso a las palabras del doctor, esté al ver que seguía ahí se acercó a mí.

—Debería ir a descansar un poco mi lady—Dijo suavemente poniendo su mano en mi hombro—.No tiene de qué preocuparse, yo tomaré cuidado de vuestro padre— Las palabras del doctor eran compasivas. Yo lo miré profundamente a los ojos en busca de esperanzas inexistentes—, lo prometo—Susurró tratando de tranquilizar las tormentas en mi mente.

Mi cabeza se movió de arriba abajo dándole a entender que confiaba en él, besé la mejilla de mi padre, me despedí de él y susurré un te quiero cuidadosamente en su oído, luego proseguí a salir de la habitación.

Dejar a mi padre era lo último que quería, y por más que odiara la idea dejarlo descansar era la única opción.

Pegué mi espalda a la puerta como si esta fuera los pilares que sostenían mi vida y yo trataba de que estos no se derrumbaran. Sostuve mi cabeza apoyando mi frente en las palmas de mis manos. Todo eso era realmente doloroso, solo lo veía morir lentamente sin poder hacer algo al respecto, y eso me frustraba de una manera gigantesca.

Una de las criadas del castillo pasó frente a la habitación de mi padre y al verme sus ojos dieron una señal de desaprobación.

— ¡Señorita Harriet! — Expresó horrorizada—.Usted se ve...— La mujer de no más de cincuenta años se esforzó en encontrar una palabra que describiera mi estado sin ofender mi persona de alguna forma, pero ya sabía que quería decir. Mi aspecto no era digno del título que imaginariamente colgaba en mi frente. Tenía enormes ojeras, mi cabello estaba hecho un nido de pichones y mi muda de ropa no me la había cambiado desde hace dos días. Dormir no era parte de mi itinerario desde que mi padre enfermo, lo cual me llevó a priorizar la salud de mi padre por encima de mi propio aspecto. Estas no eran, según el manual de etiqueta que me hicieron memorizar página por página, las acciones propias de una princesa.

—Lo sé— Corté su oración poniendo una mano en alto mientras que con la otra puse un mechón rebelde de mi cabello detrás de mi oreja—, no estoy en mis mejores fachas.

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⏰ Última actualización: Nov 25, 2018 ⏰

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