Papá, ¿Donde esta mamá?

Una noche fría de invierno, Adrien habla con Emma, su hija. Lo que le queda. 

—Papá, ¿Donde esta mamá?

La pequeña niña de pelo azul azabache, esperaba ansiosa a su madre en la noche de Navidad. Ella apenas tenía tres años, ni siquiera sabía hablar correctamente aún. 

El rubio la miro, inseguro de que decirle. 

—Mamá fue a ver a Luka. 

¿Luka? ¿El tío Luka? ¡Emma lo extrañaba! Ella disfrutaba como el le cantaba melodías hermosas mientras tocaba su guitarra o algunas veces violín. 

Ahora que la niña lo pensaba, el tampoco había aparecido desde hace varios días. ¿Dónde está el? 

—¿Donde edtá ed tio Luka? —pregunto, con una increíble inocencia. 

Claro, jamás imaginaria donde están. 

Adrien optó por ponerle ropa de invierno, rasurarse la barba y el bigote que ya crecían en su rostro y sacar a su hija a pasear, la llevaría a donde están Luka y Marinette. 

Llegaron, había mucho frío allí. Había una gran puerta negra, y al entrar un hombre que cuidaba el lugar. Caminaron varios metros más, pasando entre flores marchitas y tierra. 

—Llegamos.

Se detuvieron frente a dos lapidas juntas, era la lápida de Emily y Gabriel Agreste. Habían fallecido varios años atrás, antes de que Emma naciera. 

—Allí están tus abuelos —el joven tiro las flores marchitas en la basura, no vale colocar más, se marchitarán más rápido. Limpió las lapidad, para que se vieran deslumbrantes aún que sea por unos momentos. 

Emily Agreste. Una madre increíble.

Gabriel Agreste. Un gran hombre de negocios.

—Papá, quiedo ver a mamá. 

Ahora, la llevaría con Marinette y Luka. 

Subieron una colina, allí estaban ellos. 

Luka tenía Flores, y Marinette algunos regalos. 

—Papá, ¿adónde están?

Ellos estaban allí. 

—Están allí abajo —señaló a las dos lapidas que estaban allí. Una llena de flores, la de Luka, y la otra llena de regalos. El mayor desprendió unas cuantas lagrimas de sus ojos verdes, mientras la niña, lo único que compartía con Marinette, seguía sin entender— Emma, mamá y Luka murieron. Ahora son nubes y estrellas. 

Marinette y Luka, accidente automovilístico mientras compraban adornos para Navidad. Jamás volvieron a casa esa tarde del 10 de diciembre. 

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Explíquenme por qué me reí.