5. plan

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25 días antes de la fiesta de Chan

narra felix

-toque la puerta unas diez veces - hasta que se abrió

-cuanto tiempo pensabas dejarme aquí parado - él sonrió de lado y se colocó bien la camisa

-nos vemos - una chica con el cabello desordenado paso a su lado y al verme hizo una pequeña reverencia

rode los ojos

-pudiste avisar - él sonrió y se hizo a un lado haciendo espacio para que pudiera pasar

-de cualquier manera, tienes algún problema? - me encogi de hombros

- ninguno la verdad - el asintió

-como sea, para que querías verme? - me senté en el sillón de la Sala ordenando un poco el pequeño (muy gran) desorden

-¿acaso no puedo solo venir a visitar a mi amigo? - le sonreí felizmente, él chasqueo su lengua

-amigo lo que tengo en los pantalones - rodé los ojos

-ese chiste se lo escuché a changbin - sonrió de lado y yo simplemente me quedé quieto pensando en cómo le iba a decir

-me vale un pepino - se sentó a mi lado tirando las latas de cerveza al piso - pero ¿qué haces aquí? - suspire

-necesito que me vendas un arma - levanto una ceja

-no lo sé, lo puedo pensar - sabía que no iba a ser fácil, el tiene alguna regla (?) de no venderle a sus amigos

¿tal vez por alguna mala experiencia?

no lo se, probablemente nunca lo sepa

-vamos Minho- a decir verdad me daba lo mismo rogarle a la gente

si conseguía lo que quería está bien

- ¿me rogaras de rodillas? - sin pensarlo me arrodillé frente a él

-¿feliz? - negó con la cabeza mostrando una cara de aburrimiento

esta viejo lo entiendo

-si es así de fácil... - me vio a los ojos fijamente - ¿para qué? - rodé los ojos y me levante

-vamos minho - volvió a negar, suspiré y me puse de pie

-entonces conseguiré a alguien más, aunque seas el mejor no eres el único - le saque la lengua, acomode mi teléfono en mi bolsillo y me di la vuelta

vamos, sabía que su orgullo era más grande para que alguien le compre en vez de a él y decírselo en la cara tenía que hacer algún efecto, no?

él agarro mi mano y me jalo hasta quedar pegado a mí, agarro mi cintura para luego acercarse a mi oído y hablar

bingo, jugar con su orgullo trae buenos resultados, creo

-¿quieres intentarlo? - hice mi cabeza para atrás

creo que.... algo no va a salir bien

-me gustaría ver qué pasa si lo intento - él sonrió

muy masoquista de mi parte, pero necesito emoción

-recibirás un castigo - solté una risa

¿un castigo?

-¿quién eres tú para darme un castigo? - paso su lengua por sus labios

mi paciencia era corta y si el plan no funciono

realmente necesitaba ir a otro lado para conseguir el arma, pero antes que nada, podía jugar un poco solo un poco

ilegal ( En Pausa Y Edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora