Cap. 3

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1 año después ...

T/n.

-empiecen — ordenó un soldado

Inmediatamente esquivé el golpe de la rubia de 24 años, tome su brazo jalandola hacia mi y con mi rodilla golpee su vientre, ella pateo en mis piernas haciéndome caer y gire antes de que golpeara mi cara, ella se envió en mi y me dió un puñetazo en la mandíbula, tome su cara entre mis manos y le enterré mis uñas hasta que empezó a sangrar, girandola para quedar encima de ella y golpear su cabeza contra el piso

-paren — ordenó el mismo soldado — llevense a la defectuosa

Entre dos hombres cargaron a la rubia que estaba inconsciente en el suelo, la arrastraron y unos metros después se escucharon 2 balazos, anunciando que la vida de la chica acababa de terminar, me dió miedo, pero yo no quería ser la que terminara con 2 balazos en mi cráneo

Las palabras de Alexander estaban presentes, "mata, rompe, quema, destroza, lastima antes de que ellos te lo hagan a ti. "

El entrenamiento ya había terminado, tomé una toalla pequeña para el sudor y mi botella de agua antes de empezar a caminar hasta mi "habitación" que constaba de un cuarto de tabiques grises y una cama dura.

me acosté poniendo las piernas en la pared, estaba tan frío que me ayudaba con la hinchazón de los golpes, aparte era bueno para la circulación,

Me encantaba el silencio que poseía por tener la única habitación del ala, aunque a veces deseaba una televisión o una radio para matar el aburrimiento, pero ya que mi petición fue rechazada varios cientos de veces aprendí a amar mi silencio que a los minutos fue interrumpido por gritos fuertes y aterradores.

La curiosidad me gano, me levanté rápidamente y camine sigilosamente hasta dónde provenían, que era el departamento de adiestramiento, un lugar no muy lindo, sabía que ahí era muy común escuchar gritos, pero siempre eran gritos femeninos, que, de ser el caso no le hubiera tomado importancia pero estos gritos eran de una voz grave y un tanto ronca por lo que camine despacio hasta llegar a un pequeño agujero que habíamos echo en la puerta, ahí por fin pude ver qué se trataba de un hombre, estaba sentado en una silla, sin camisa y con la vista perdida

Sus gritos habían cesado pero su respiración seguía agitada, lo cual indicaba que apenas lo habían soltado

Alexander estaba dentro con el, le dió una cachetada para que reaccionara, un método típico de el, el hombre le pregunto por alguien llamado Steve, pero ya no alcance a escuchar que le contesto porque Alexander ya iba hacia la salida

Busque rápidamente por dónde salir antes de que el y sus guardias llegarán a la puerta.

2 horas después...

Estaba terminando la clase de tiro, acomode las armas como estaban, la niña que estaba frente a mi parecía no recordar cómo iban y parecía muy preocupada por no poder, pero no era para menos, si no dejábamos todo ordenado, nos castigaban de una manera muy peculiar para que no se nos volviera a olvidar que teníamos que hacer las cosas, fui hasta dónde estaba y sin hablar quite las armas de sus manos y empecé a desarmar y acomodar todo sobre la mesa

- gracias — rompió el silencio cuando termine

- no hay problema — termine lo último que quedaba y cerré ambas charolas

- ¿Cómo te llamas? — pregunto inocente la niña, parecía nueva y más pequeña que yo

- T/n ¿y tú?

- me llamo Emma — puso su mano frente a mi para presentarse, sonreí con un poco de burla y le di un apretón agradable, era nueva, no cabía duda

- ¿Cuántos años tienes Emma? — me gano la curiosidad

- 12 ¿y tú?

-14 — respondí

No pudimos seguir platicando porque llegaron guardias que nos mandaron a nuestras habitaciones, me molestaba un poco, porque mi habitación era horrenda, estaba yo sola en la parte más alejada de la academia, mientras que las pocas niñas que estaban, se mantenían en habitaciones de 4, con literas y cuartos un poco más iluminados, supongo que la cosa verde que salía de mis manos era la razón por la que me alejaban de todas

- 1, 5, 8, 9 — empecé a marcar fechas con mis manos — 11... carajo

Corrí lo más rápido que pude para llegar a mi habitación, sabía que si llegaba podía esconderme, librar el 11, pero pasos antes de ver mi habitación un par de soldados llegaron frente a mi

- es día especial — se burló uno de los soldados

Trate de esquivarlos pero otros dos ya estaban detrás de mi, me jalaron entre los cuatro y me arrastraron por los pasillos hasta llegar a un cuarto de paredes blancas, me empujaron hasta una silla de metal, pusieron unas sondas en la nariz que dolían demasiado, agujas en mis venas que transportaban sangre por los tubitos que traían y me conectaron para hacerme electrocardiografías.

1, 5, 8, 9, 11, 14... la próxima fecha sería el 14 del mes, más me valía recordarlo o volvería a estar aquí sentada sintiendo este dolor tan insoportable, era como si entrara fuego dentro de mi cuerpo, a veces daban descargas eléctricas para que no me desmayara, pero sentía que todo me pesaba, mi vista se nublaba y mi respiración cada vez era más lenta, cuando la aura verde empezaba a asomarse entre mis dedos, el collar que traía, parecía apretar mi cuello, asfixiandome, hasta que desaparecía el aura

Cuando terminaron, me cargaron y me botaron en una camilla fría cerca de la silla, retorciéndome del dolor, como pude me levanté la bata que cubría mi desnudes para ver las marcas que habían dejado en todo el cuerpo.

𝑰𝒓𝒐𝒏 𝑺𝒉𝒂𝒅𝒐𝒘. (Bucky Barnes y tú) [Corrigiendo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora