Capitulo 2

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Se supone. Estoy mas que inconsciente, no puedo ver ni sentir nada, pero si escucho voces muy lejanas aunque no se a que distancia están las personas de mi, tampoco se si sigo en el orfanato o me llevaron a otro lugar, lo que se es que cada vez me siento mas cansado, agotado y sin fuerzas para parpadear.

Mis ojos por fin vieron la claridad de un techo blanco. Aunque seguía sin fuerzas mover cualquier parte o extremidad de mi cuerpo, notaba que estaba en algún hospital. Siento el fuerte ruido de unos tacones que me hacen mirar hacia el sonido donde me encuentro con una enfermera, muy bonita diría yo acercándose a mi cama.

-Dios, si estoy en el cielo por favor no me castigue.

La enfermera dibuja una risa dulce en su rostro escaso de maquillaje pero aun muy hermoso. Nariz fina, labios gruesos y sensuales, ojos claramente azules y nítidos.

-Usted esta en el hospital publico que atiende especialmente a los jóvenes y niños del orfanato "Hermanos de Dios". Me dice la enfermera tomando un aparato para sentir los latidos de mi corazón.

-Oh, que poco dura la felicidad. Reclamo con una expresión divertida.

-Señori...

-¿Como se llama? Interrumpo a la enfermera.

-Señorito Liam, es mejor que descanse y no se mueva ya que perdió demasiada sangre. Dijo esto ignorando mi pregunta. -Le suministre un sedante para que pueda dormir toda la tarde. Agrega dando pasos a la salida de la habitación...

Despierto con tan solo la luz de la lampara encendida. Siento la voz que mas conozco en mi vida. ¿Mi hermano?

-Hola hermanito, cuanto tiempo. Diciendo esto enciende la luz que da claridad a medio rostro.

-¿Thomas, eres tu? Dicho esto me esfuerzo para quedar sentado en la cama.

Rápidamente contesta.

-Veo que no te olvidas de mi.

-¡Cabrón, me dejaste solo en ese lugar de infierno. Le reclamo.

Siento que se levanta y acercándose a mi me dice.

-Sabias bien que no me podía quedar, pero, veo que hiciste nuevos amigos. Dicho esto descansa su mano en mi pierna.

-Pues si, tan buenos que termine en el hospital. Pongo cara de sarcasmo.

Thomas sonriente me estrecha la mano y sin pensarlo me abraza fuerte.

-¡Auh! Tio me duele esta mierda. Lo separo de mi.

-Ya me dijeron que debería dar gracias a Paul por esto. ¿Es cierto?

-Ese put... de mierda no quería que saliera de ese lugar con vida. Solo se aprovechó porque no estabas hay. Deberías de verlo, se cree el dueño del orfanato. Mientras digo esto intento sacar mis piernas de la cama para quedar mejor sentado.

-¡Pues hermanito Liam! Ahora somos nosotros quien deberíamos hacerle una visita, y creo que no muy amistosa. Reintegra.

-¡Diablos Thomas! No he salido de aquí y ya piensas en vengarte. Me quejo.

Mi hermano saca una caja de cigarrillos y un encendedor.

-Hey, no se puede fumar aquí. Le digo en voz baja prácticamente susurrando.

-Hay hermanito ¿Cuando dejaras de ser tan recto? Mueve los brazos como indicando que no le importa.

-¡Thomas, te van a sacar de aquí, capullo! Sigo hablándole en voz baja y en ese momento entra esa hermosa enfermera que desvió toda mi atención en ella dejándome de importar lo que hacia mi hermano.

-Señor, aquí no puede estar, no es horario de visitas y menos fumando, por favor, salga de la habitación. Dice con toda autoridad.

Thomas la mira con mucha confianza y me dice.

-Hasta luego hermanito.

Algo que respondí con un simple gemido ya que no podía dejar de mirar a la enfermera, es que tiene algo que me llama mucho la atención, diría que me atrae mucho. No se exactamente cuando mi hermano dejo la habitación, solo se que ella cada vez se acercaba a mi.

-Buenas noches ¿Se siente bien? Diciendo esto mira los monitores a los cuales estoy conectado.

-Me sentiría mucho mejor si me dijeras como te llamas. La observo de arriba a abajo pero ella no mueve su vista de los put... aparatos esos.

-Bien, le voy a sedar para que duerma toda la noche, mañana muy temprano pasare a verle. Toma un jeringuilla y la introduce en el suero que llega directamente a la vena de mi brazo.

-¿Es en serio? no me vas a dec...

De mi boca no salia ni una palabra, el sedante me obligo a dormir toda la noche como un bebe.

Ya despierto, un poco perezoso pero bien consciente y ansioso de ver en lo mas temprano de la mañana esa cara por la que me he quedado quieto sin faltas en este hospital, entra mi hermano empujando la puesta como se dice "Como perro por su casa"

-Hermanito, te tengo una sorpresa. Me dice alcanzándome un vaso con café.

-He Thomas, no se si se me permita tomar esto todavía. Digo esto estirando la mano para agarrar el vaso con duda.

Después de casi un minuto de silencio ya que estoy disfrutando de el café que esta bien rico mi hermano interrumpe.

-¡Es para hoy Liam, no tengo toda la vida!

-Ya voy. Le repito dos veces fastidiosamente.

Me arranco prácticamente toda esa mierda que tengo en el brazo y mi hermano me da una bolsa de nailon indicándome que me cambie, lógicamente si salgo así vestido con esta bata de hospital no me dejaran salir. Paso un poco de trabajo ya que todavía siento mucha molestia en mi abdomen pero logre arreglarme sin problemas.

Salimos de la habitación hacia el elevador donde mi hermano toca el botón repetidas veces como si por eso llegara mas rápido y al abrir las puertas sentí pena, un poco de miedo a la vez, hay estaba esa hermosa enfermera que para ser sincero con solo verla dos días ya me trae loco.

-¿Por que te demoras tanto? Dice mi hermano.

Ahora si me lleve una sorpresa, como es que Thomas conoce a la enfermera, diablos, siempre esta tramando algo, pero, ¿Ella quien es?

-Esperen, ¿Ustedes se conocen? Digo con mi mejor cara de sorpresa y esperando una respuesta.

Buenas, espero que les allá gustado este 2 capitulo y lo disfruten muchísimo y voy a dejarles mi instagram @escritor_2004 donde estaré publicando fotos de los personajes de esta historia a medida que vallan apareciendo en los próximos capítulos y también daré algún que otro spoiler.

Dos CarasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora