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Se revolvió perezosamente entre sus sábanas a la vez que se refregaba los ojos intentando despabilarse. Tan pronto como comenzó a identificar sonidos a su alrededor, cayó en cuenta de que aquello estaba volviendo a pasar.

Se puso de pie rápidamente tambaleándose un poco. Un escalofrío se apropió de él apenas sus pies descalzos tocaron el piso. Tomó la chaqueta que descansaba sobre el espaldar de la silla en su escritorio y la colocó sobre sus hombros, dando pasos algo torpes mientras se dirigía hacia las puertas corredizas (las cuales solo eran cubiertas por unas cortinas algo transparentes) que daban al pequeño balcón de su departamento.

El aire helado golpeó contra su rostro provocando que se le erizara la piel, acariciando sucesivamente sus brazos como fuente de calor mientras desprendía nubecitas de vapor de sus labios.

Apoyó sus antebrazos sobre las barandas metálicas y cerró los ojos.

La delicada voz proveniente del balcón de arriba fue suficiente para hacerlo dejar de tiritar, envolviéndolo mejor que cualquier manta afelpada. No era la primera vez que se sentía así. El muchachito (no conoce su rostro, solo le queda el lejano recuerdo de aquella vez que lo vio de espaldas entrar a su departamento) no cantaba a todo pulmón pero tampoco susurraba, su tono neutral y los pocos metros que separan a sus balcones bastan para que Jake pudiese escucharlo apropiadamente.

Más de una vez quiso halagarlo y hacerle saber que tenía una voz preciosa y sumamente atractiva, pero nunca se atrevió a hacerlo. No quería estropearlo, así que por el momento se conformaba con solo mover su cabeza al paciente ritmo de ''Can't take my eyes off you'' acompañándolo con suaves y casi inaudibles tarareos.

El chico siempre finalizaba suspirando desinteresadamente, seguido de unos cuantos pasos antes de que se oyera el ruido sordo de las puertas de la habitación cerrándose; era señal de que todo había acabado por hoy. Jake, en cambio, se quedaba unos minutos más observando el estrellado cielo sin importarle el resfriado que probablemente tendría en unas horas, volviendo perezosamente a su cama para intentar conciliar el sueño nuevamente antes de alistarse y comenzar otro aburrido día.

Heaven sighs ||JakeHoon||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora