Sueño

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-¿Te gusta así nena?- Sus suaves dedos tocaban mi entrepierna haciéndome sentir sensaciones inigualables, sus labios gruesos estaban rozando justo en mi muslo enviando espasmos por todo mi ser 

-Mmmmm daddy- sentía esa presión en mi vientre, ese calo reconocible, sabia que pronto llegaría mi orgasmo, podía percibir la humedad de mi vagina entre mis muslos.

Comencé a sentir un golpeteo en mi brazo, fuerte, mas fuerte hasta que 

-¡Euridice!, despierta mujer- la horrible voz de mi amiga Sunny me había despertado de ese magnifico sueño que estaba teniendo con el hombre mas caliente de la tierra

-¿Solamente cuando gritas logras pronunciar mi nombre Sunny?- pregunte algo somnolienta y tallando mi ojo izquierdo que estaba adolorido por dormirme sobre mi brazo

-Te quedaste dormida toda la clase de regiones, ¿Por que no eres un poco mas responsable?- me fulmino con aquellos ojos rasgados que en vez de dar miedo sinceramente me provocaban risa

-Quizás por que no estoy acostumbrada a sentirme presionada todo el tiempo con tareas y trabajos que alguien mas terminara juzgando a su conveniencia- 

-Vamos levanta tu trasero de esa banca que muero por un panque de la cafetería- Jalo mi brazo llevándome hacia el lugar antes dicho.

Ser una estudiante de intercambio tenia sus pros y sus contras, entre los pro se encontraba que la comida de la universidad era gratis lo cual me ahorraba demasiado dinero durante la estancia, así podría gastar ese dinero en pagar membresías de aplicaciones para ver a mi hombre frente a la pantalla de mi celular durante horas sin aburrirme o adquirir un nuevo álbum,libro o poster.

Tome una charola de la barra, un par de palillos y una cuchara, aun no dominaba el arte de comer con palillos cualquier alimento que ponían frente a mi

-Buenos días Eudii....- me miro la amable señora Seory

-Eurídice, no se preocupe le he dicho que puede decirme Beojnam o solo Beo-.

La amable señora me sonrió y sirvió una porción en mi plato, me provoca algo de gracia como se le dificulta pronunciar mi nombre y no la culpo hasta el mas inteligente lo haría. Recuerdo que cuando recién llegue muchos no podían ni decirlo, incluso ni leerlo así que opte por buscar algo que me gustara con un lindo significado y encontré Beojnamu que significa cerezo en este complejo idioma. 

Camine hasta la banca en la que estaba sentada Sunny note que tenia los audífonos así que genial seria ignorada al menos unos 15 minutos. 

Resignada ante la falta de atención de Sunny decidí leer mi libro, que tenia suerte de estar en español, de no ser así las personas de esta cafetería terminarían persignándose al ver el tipo de lectura que mas me fascinaba, aun no entiendo como es que pueden vivir gran parte de su vida sin explorar las maravillas del cuerpo humano y el placer que puede generar el tocarte a ti mismo, y aun mas el que otro persona toque los lugares mas escondidos que hay en tu ser.

-¿Que harás esta tarde Beo?- de nuevo Sunny interrumpiendo mis bellos y puros pensamientos  ¡Ja! sobre todo puros 

-No lo se Sunny quizás salga al parque a terminar este bebé- señale alzando mi bello libro 

-Vamos Beo no haz salido desde la fiesta de bienvenida y gracias a ella te conocí, sal conmigo iré a la discoteca junto con Baek- ugh su tonto y superficial novio no me caía para nada bien, era demasiado niñato para mi, sus conversaciones no me parecían de lo mas interesante 

-Lo lamento Sunny conoces bien que no es mi ambiente y creo que a Baek no le caigo muy bien y el sentimiento es mutuo, así que por esta vez paso-

-Te la perdono Beo, solo recuerda que en 15 días es mi cumpleaños y no estoy dispuesta a aceptar un no por respuesta- de nuevo hizo esa mirada que me provocaba risa 

-Hahahahaha, esta bien iré a tu gran fiesta de cumpleaños numero 21 pequeña anciana- solté una carcajada al ver su rostro un poco molesto.

Al terminar la comida me despedí de Sunny y camine hacia el edificio en el que se encontraba mi habitación, vivir en el campus también era una gran ventaja pues me ahorraba demasiado dinero el no rentar un lugar en algún punto de la ciudad.

Coloque mis audífonos ansiosa por escuchar aquella voz tan suave y excitante, que sin duda alguna provocaba mis mejores orgasmos.

Al llegar deje mi saco y mi bolsa en el perchero de la puerta, quite mis zapatos y coloque mis lindas pantuflas color purpura, saque mi sostén y mi falda, que cambie por un short de mezclilla y un top color negro con tiras que se enredaban entre mis costillas, me tire a mi cama y mire hacia la ventana, observando los arboles de la universidad con detenimiento, los cerezos estaban en su punto perfecto y entonces pensé, un día genial para leer en el parque.

Saque toda la flojera de mi ser, tome mis botines con un poco de tacón que ayudaban a mi pequeña altura, una chamarra de mezclilla con bolsillos internos para guardar mis pertenencias, mi libro, las llaves y salí con dirección al parque que estaba atrás de la universidad.

Mientras caminaba en mis oídos podía escuchar su voz tan excitante y tan lento al momento de rapear, vaya que me calentaba, podía sentir mis pezones erguidos atreves de la tela de mi blusa. Mi imaginación como siempre mi traiciono y trajo a mi mente una imagen llena de lujuria donde el me tenia atada a su cama con mis pechos expuestos como una ofrenda para su boca.

Tome asiento en la primera banca que vi vacía, eran las 5:00pm y muchos niños salían de la escuela y se dirigían a este parque a hacer su travesuras, continúe mi lectura en donde me había quedado, rezando a dios no terminar mojada por que seria una incomodidad caminar a casa con el coño húmedo y escurriendo de fluidos. Me sumergí tanto que no me di cuenta cuando dieron las 6:30, mi estomago empezaba a sonar debido al hambre que este sentía, decidida emprendí camino al campus. Con las manos en mis bolsillos cruce rápidamente el semáforo, moría por llegar a casa y aliviar esa punzada que sentía en el clítoris. 

Subí las escaleras del edificio y justo cuando coloque la llave en el cerrojo

-Maldita sea, mi libro-.

Agh como pude ser tan tonta y olvidarlo, demonios espero que nadie lo haya tomado, es edición especial de pasta dura me dolería demasiado perderlo y en estos momentos no podría encontrar una versión igual y menos en español. Corrí y corrí por las calles atravesando a las personas y pidiendo perdón si llegaba a chocar con ellas, mi Spotify reproducía mi canción preferida que no podría apreciar por culpa de mi distracción.

Al llegar a la banca note que mi libro en efecto había desaparecido, mis ojos comenzaban a picar, puta madre había perdido una de mis mejores inversiones de este año, decepcionada conmigo decidí dar la vuelta, pero una voz me detuvo 

-¿Buscas esto?-

Purple Girl +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora